De la relación establecida entre la cantautora uruguaya Malena Muyala y su público en una gira por los barrios de Montevideo surgió el disco y libro titulado Pebeta de barrio, un material que reúne reversiones de grandes clásicos del tango, un tema inédito y anécdotas que bucean en la memoria del pueblo del Uruguary y su relación con el género.
La presentación del nuevo material se llevará a cabo esta noche, a partir de las 21.30, en el teatro auditorio de la Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza).
Temas como “Desde el alma”, de Homero Manzi y Rosita Melo; “Naranjo en flor”, de Homero y Virgilio Expósito; o “Ché, papusa oí”, de Enrique Santos Discépolo y Gerardo Matos Rodríguez, entre otros, forman parte de Pebeta de Barrio, un disco cuya realización Muyala describió del siguiente modo: “El material se desprende de una gira que organicé por los barrios de Montevideo. La propuesta consistía en espectáculos que iban a los barrios de Montevideo de manera libre y gratuita; en muchas oportunidades lo hicimos en salas alternativas o espacios que no están pensados para espectáculos; montábamos el show ahí e íbamos invitando a las cuerdas de las formaciones tamboriles de candombe de cada barrio; todos los barrios tienen una. Se iban sumando y llegaban a ser 40 o 50 tambores que nos acompañaban en los milongones, que son el cierre del espectáculo”.
“Otra pata de esta propuesta es que le pedíamos a la gente que nos fuera enviando, ya sea por correo electrónico o a través de los centros comunales, algún recuerdo o una anécdota que ellos tuvieran en relación al barrio y al tango. Llegaron cientos de historias que rescatan un poco esa memoria colectiva que muchas veces está o se mueve de boca en boca en los lugares en los que se gestó el tango, como Montevideo, Rosario o Buenos Aires. Salir a buscar en la memoria de la gente es algo muy lindo porque empezás a ver que el tango no está sólo en la persona que está escuchando sino que forma parte de la memoria de los fines de semana con la señora cocinando, el vecino escuchando radio en la calle, los bailes que se armaban, de las fiestas de fin de año, las cosas cotidianas que la gente vivía con la música”, aseguró la intérprete y compositora.
La conclusión del proyecto fue un libro que compila todos los escritos que les llegaron y un disco en el que grabaron reversiones de aquellos temas que el público fue nombrando o pidiendo. “Entre los temas que eligió la gente pasó algo muy lindo: muchos rescataron autores de tango uruguayos. A raíz de eso empezamos a ver el vínculo fluido que había entre los autores uruguayos y argentinos, entonces encontrás a un (Enrique Santos) Discépolo y a un (Gerardo Hernán Matos) Rodríguez o a un (Homero) Manzi y una Rosita Melo”, dijo Muyala, quien, consultada sobre la relación entre los artistas de tango argentinos y uruguayos, aseveró: “Lo que pasa es que esa especie de rivalidad futbolística que se empezó a aplicar entre Argentina y Uruguay antes no existía, era una relación súper fluida y es hermoso ver con qué cariño recuerda la gente de Uruguay el día que nos visitó Aníbal Troilo o el dolor que sintieron cuando murió Astor Piazzolla. Es hermoso rescatar todas esas cosas que tenemos en común. Ese sentimiento compartido vale más que todas las rivalidades deportivas”.
“El tango es de todos. No hay que olvidarse que es una música que surge de la confluencia de aquellos gauchos que querían ir a la ciudad y la gente que estaba ahí, los inmigrantes que no se insertaban, los negros. En Montevideo la influencia de la milonga en el candombe es importantísima. Entonces, todo ese caldo de cultivo impulsó un género que nos hermana, estamos hablando de distancias de 500, 600 o1.000 metros, es imposible dividir la región musicalmente”, dijo.
Por último, y consultada sobre la actualidad del tango, Muyala opinó: “Está surgiendo gente muy comprometida con la época en la que vive. Durante mucho tiempo surgía gente nueva pero que parecía estar demasiado atada al tango de hace 60 o 70 años, como que les costaba dar un paso. Pero el tango llegó hasta el día de hoy por irse renovando, hoy hay otros lenguajes, la gente entiende otros códigos. Una parte del tango se quedó como en una especie de museo y es respetable; pero me parece que estamos viviendo el surgimiento de artistas que hablan con un lenguaje que se entiende hoy”.
Congas del Negro Rada
En el recorrido de Pebeta de barrio puede reconocerse la voz del talentoso Rubén Rada, artista que no sólo participó en la interpretación de “El día que me quieras”, sino que también tomó parte en aquellos arreglos que permitieron darle un nuevo aire a los ya reconocidos tangos que contiene el disco. “El Negro Rada terminó tocando las congas en «La Calesita» y cantando «El día que me quieras». Se pasó todo el tiempo hurgando en bolsas, buscando instrumentos para aportar porque fue un disco más de taller; estábamos todos aportando en el estudio con un repertorio que, en su gran mayoría, no hubiésemos elegido nosotros. Fue como inventar arreglos sobre la marcha, algo que se dio muy natural. Hay un criterio muy lindo que traspasa al disco que tiene que ver con esa espontaneidad, con esa modalidad de taller”.