A pocos días del inicio de las paritarias 2020, el gobierno provincial puso en duda la continuidad de la cláusula gatillo, algo que no cayó bien en los gremios del sector público. Desde la provincia indicaron que será “muy difícil” volver a aplicar la cláusula de actualización automática de los salarios y dieron a entender que la paritaria nacional va a funcionar como referencia para las negociaciones locales.
La cláusula gatillo, que se aplica en Santa Fe desde 2017, actualiza los salarios de estatales y docentes a medida que los aumentos son superados por la inflación. Para los sindicatos, es una herramienta útil ya que les permite a los trabajadores mantener su poder adquisitivo incluso en años de inflación descontrolada.
No obstante, desde el gobierno provincial remarcaron que será dificultoso aplicar este año esa herramienta ya que en 2019 los aumentos salariales, por la cláusula gatillo, se ubicaron 10 puntos por encima del incremento de la recaudación.
El ministro de Gestión Pública de la provincia, Rubén Michlig, admitió este martes que será “muy difícil” sostener la cláusula gatillo para los estatales y docentes debido al escenario de recesión y a la caída de la recaudación.
Según señaló Michlig en declaraciones a LT8, el año pasado los sueldos de los estatales y docentes “subieron 10 puntos por encima de la recaudación y en un escenario de déficit y recesión como el que atraviesa la provincia de Santa Fe es complejo mantenerla”, en alusión a la cláusula de actualización salarial.
“En esta situación se hace muy difícil cumplir con esos acuerdos paritarios”, admitió el funcionario provincial. “Hay distintos valores a considerar. Hay cuestiones previstas en los acuerdos paritarios del año pasado en cuanto a cláusula gatillo. Y tenemos que analizar el contexto económico y financiero de la provincia”, agregó.
En reemplazo de la cláusula gatillo, el gobierno analiza la posibilidad de otorgar sumas fijas a cuenta de las paritarias, un esquema similar al que estudia la Nación. “Habrá que ver el impacto de las políticas del gobierno nacional, que tienen que ver con una modalidad distinta de la recuperación de haberes y de los salarios reales”, explicó Michlig.
Si bien el ministro de Gestión Pública aseguró que existe “el compromiso de sostener todo lo posible el salario real de los empleados”, también postuló que “se deben analizar el comportamiento de la recaudación a partir de agosto y del gasto salarial en relación al índice de precios”. Según Michlig, ese desfasaje explica el déficit fiscal de 2019.
Sumas fijas
El vocero del gobierno, Leonardo Ricciardino, anticipó este martes en conferencia de prensa que la provincia estudia la posibilidad de reemplazar la cláusula gatillo por un incremento de suma fija a cuenta de las paritarias, en línea con lo dispuesto por el gobierno nacional para el sector público y privado.
“La cláusula gatillo es un concepto que se utilizó para preservar el poder de compra de los salarios, pero también el gobierno nacional está diciendo suma fija a cuenta de paritaria”, definió Ricciardino. “La paritaria libre también es un instrumento efectivo. Los gremios privados de la provincia están aceptando esa cuestión de ir a una negociación libre”, amplió.
“El gobierno nacional –agregó el vocero de la provincia– está negociando sumas fijas a cuenta de paritarias, lo que sería una especie de reemplazo de la cláusula gatillo dentro de las posibilidades económicas; ese escenario nacional va a ser un marco de referencia para Santa Fe”.
Rechazo gremial
La secretaria general de Amsafé, Sonia Alesso, defendió la aplicación de la cláusula gatillo: “Fue útil para no perder el poder adquisitivo de los trabajadores. En una economía con un nivel de inflación como el que tenemos, la cláusula gatillo es una forma de actualización. No es la única, pero desde Amsafé pensamos que fue útil”.
La líder del principal sindicato docente de la provincia continuó: “La solución es que no haya inflación, que tengamos una economía estable, que un docente gane lo que tiene que ganar y no que esté por debajo de la línea de la pobreza”. De esa manera, y ante la posibilidad concreta de que la inflación no desacelere, desde Amsafé rechazaron la idea del gobierno de dejar de lado la cláusula gatillo.
Por su parte, el secretario general de Sadop Santa Fe, Pedro Bayúgar, buscó quitarle dramatismo al tema y señaló que “son todos rumores, versiones a nivel nacional, pero a nivel provincial se aplicará consecuentemente lo que se establezca en la paritaria nacional». «No nos han convocado, ni siquiera hablamos informalmente”, expresó.
No obstante, Bayúgar adelantó que los docentes privados analizarán “qué nos proponen a cambio de la cláusula gatillo: si lo que nos proponen es más beneficioso, ningún problema; si nos proponen algo peor, veremos. No hay que ser dogmáticos. Hay que elegir el mejor método. No creo que en estos momentos la provincia esté en condiciones de decidir el método, cuando en realidad está viendo cómo pagar los salarios”.
En tanto, el líder de ATE Santa Fe, Jorge Hoffman, dijo que es necesario que la oposición vote la emergencia económica que pide el gobierno de Omar Perotti para garantizar el pago de sueldos en tiempo y forma y advirtió que la cláusula gatillo debe discutirse en la paritaria.
Hoffman hizo notar que en Santa Fe, a pesar de la aplicación de la cláusula de actualización, en la actualidad “los empleados públicos ganan menos que en 2015”. Y pidió “una ecuación” que permita calcular los aumentos de tal forma que los estatales “no pierdan en enero y febrero” hasta que comience la discusión salarial.
Más enfático, el secretario general de Amra, Néstor Rossi, aseguró que “la cláusula gatillo es lo que corresponde” y se mostró en desacuerdo con las sumas fijas, ya que eso implica perder ante la inflación: “Si llegan a decretar un porcentaje único o una suma fija, a los tres meses tenemos que estar sentados de nuevo discutiendo un nuevo incremento”.
El único dirigente gremial que se mostró en sintonía con el gobierno fue el secretario general de UPCN, Jorge Molina: “Podemos negociar otra política que no sea la cláusula gatillo. Existe la posibilidad de pensar en otras estrategias que permitan garantizar el mantenimiento del empleo y del cobro de los salarios”.