El Concejo Municipal recibió la semana pasada a José Luis Donato y Federico Leitur, ambos representantes de la cooperativa de maleteros y maleteras de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, quienes plantearon sobre el avance de la creación de un registro municipal, a fin de garantizar el cumplimiento del servicio y el reconocimiento de la actividad. En ese marco, están buscando obtener un salario mínimo, obra social y ART.
La iniciativa obtuvo el proveído de la comisión de Producción y Promoción del Empleo y es impulsada por el edil Eduardo Toniolli, del Frente de Todos- PJ.
Donato informó que en la actualidad hay 60 trabajadores en negro, obteniendo ingresos solo a través de una propina. Por eso expresó la necesidad de que la Terminal de Rosario tenga regularizada esta situación, que consideró es “de decisión política y no económica, porque el financiamiento está disponible”.
Por otra parte, desde el sector aseguraron la intención de profesionalizar el oficio de maletero: “No solamente pedimos un salario vital y móvil, o el derecho de uso de plataforma y que las familias además puedan acceder a una obra social, sino que queremos hacer cursos de idiomas, de primeros auxilio, de trata de personas y otros para que los trabajadores se capaciten”.
Los representantes de maleteros entienden que la creación de un registro permite a la Municipalidad tener información de quienes desempeñan esta tarea e identificarlos y uniformarlos para que el pasajero se sienta seguro y se le brinde un servicio profesional.
En la reunión, la edila oficialista Lorena Carbajal mostró predisposición al desarrollo de estos encuentros de trabajo y también entendimiento sobre lo que conlleva regularizar una actividad informal. Pero puso reparos respecto a la viabilidad de los recursos que se pretenden afectar, según lo establece el proyecto. La concejala explicó que no se pueden tomar como referencia los años de pandemia con la actividad suspendida.
Otra consideración que expresó la titular de Presupuesto es que “si bien se generan una cantidad de tributos en 4 conceptos: (Locación de boleterías. Derecho de piso de plataforma, de uso de piso y de espacios publicitarios) nos es lo mismo a que se recauden, ya que en años normales se obtiene un 20% por falta de pago”
Concretando su preocupación, detalló: “En todo el 2021 se generó por derecho de piso de plataforma solo 2 millones de pesos y ustedes piden afectar ese tributo al salario mínimo vital y móvil de 60 personas. Esto conlleva que solo se pueda afrontar un mes de pago a la cooperativa y el resto tendría que ser financiado por otros tributos”.
Según Carbajal “en este momento comprometer un gasto de 24 millones al año, sin que hoy la Terminal esté generando recursos para su propio mantenimiento, es cuanto menos irresponsable». «Debemos analizar de dónde saldrá el dinero para solventar un salario mínimo, vital y móvil”, añadió.
A continuación, Luz Ferradas, de Ciudad Futura, aseveró que no se puede supeditar la discusión a una cuestión de presupuesto de acuerdo al porcentaje de un ítem específico, sino que hay que atender a un pedido de reivindicación laboral de una actividad desarrollada en un espacio público.
Para ello, propuso que se debe buscar de dónde distribuir los recursos en el debate de la ordenanza de presupuesto anual.
Sobre esto último, Carbajal mencionó que no hay problemas en debatirlo en ese marco, pero sí marcar que tal como está el proyecto presentado reviste problemas de financiamiento.
En tanto, Donato señaló que «en la página de la terminal se menciona que en épocas normales ingresan 930 coches por día, al valor de 230 pesos que son más de 6 millones de pesos por mes”.
Para finalizar, Carbajal planteó revisar ese dato mediante una reunión de trabajo con representantes de la Secretaría de Hacienda y la gerencia de la Terminal, al tiempo que agradeció la participación de los trabajadores.
Un poco de historia
El reclamo de los maleteros se da tras una fallida sindicalización y el pedido de relación de dependencia al municipio en el año 2018.
Matías Britez, otra de las caras visibles del lado de los trabajadores, contó recientemente al portal Rosarioplus.com que la cooperativa ya está conformada de hecho y solo resta que el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) lo formalice. La documentación fue entregada en tiempo y forma cuatro meses atrás en Buenos Aires, sin embargo el trámite viene demorado. Además confió el maletero que cuentan con el aval de las nuevas autoridades de la terminal en la figura de Héctor Peiró para funcionar bajo esa figura legal.
La tajada que pretenden estos trabajadores es una parte del canon que se les cobra a los colectivos cada vez que arriban en las plataformas del establecimiento. La suma es de 230 pesos, y si bien no está todavía definido cuánto es lo que pretenden, sostienen que parte de ese dinero les corresponde por el duro trabajo que hace diariamente ya que el dinero que reciben por parte de los pasajeros funciona como propina y no debería considerarse como salario.
“Nosotros no pretendemos ser parte del Estado, queremos ser prestadores y que por nuestro trabajo nos paguen una suma de dinero que en este caso la recibiría la cooperativa”, marcó Britez, que dijo luego que esa suma cubriría los salarios básicos de quienes componen la cooperativa de maleteros.
En cuanto a los meses sin acuerdo ni cobro por la demora de aprobación presupuestaria, Britez señaló que la idea es cobrar desde el momento que se logre rubricar el presupuesto ya que si tuviesen que reclamar eso llevaría a un nuevo conflicto de callejón sin salida.
La buena relación con el actual director tuvo sus frutos. Incluso Britez admitió que Peiró estuvo en todos los detalles en los momentos más álgidos del aislamiento, incluso poniendo su auto para asistir a los maleteros llevándoles alimentos. No así es el recuerdo del funcionario a cargo de la gestión anterior: “(Orlando) Debiasi es un traidor, un sinvergüenza, nos mintió muchas veces, a nosotros nos decía una cosa y después iba a otro lado y nos desmentía. El nuevo director dialoga con nosotros y es un buen intermediario”.
Un conflicto de larga data
Tras una instancia en el mes de octubre de 2018 en el Concejo, donde las partes fueron llamadas a discutir la problemática, la Comisión de Producción y Promoción del Empleo tomó el caso para su evaluación.
Debiasi argumentaba no tener ningún tipo de responsabilidad sobre los maleteros, aunque reconoció su existencia, y dijo que la responsabilidad sobre este tema debía recaer en las empresas que es a quienes prestan sus servicios.
“Estamos indignados de que nos mienta para que pueda quedar bien él. En algo le debe afectar que no nos quiere reconocer, pero no vamos a bajar los brazos hasta ser reconocidos como trabajadores”, disparó Matías Britez en aquella oportunidad contra el presidente de la terminal, Orlando Debiasi.
Contrario a lo que plantea hoy, Britez sostuvo en esa instancia que el formato cooperativo ya había sido implementad con un rotundo fracaso y pretendía conformar un sindicato bajo la órbita de S.I.T.M.A.R.A, (Sindicato de Trabajadores Maleteros de la República Argentina) una entidad gremial en formación que nucleará nacionalmente a los maleteros de 18 terminales.
Por ahora, y desde hace mucho tiempo, los maleteros se organizan por su cuenta. Trabajan en tres turnos, soportan condiciones insalubres y hasta juntan “una vaquita” para gastos médicos cada vez que un compañero se lesiona. El pedido de regularización laboral es un reclamo histórico de generaciones de trabajadores maleteros. Durante la pandemia redujeron sus jornadas de trabajo a cuatro horas para amortizar lo poco que hay para repartir.