El dispositivo interdisciplinario Grupo de Atención por Maltrato Infantil (Gami), con sede en el hospital Víctor J. Vilela, recibe desde principios de año el doble de ingresos por presuntos casos de maltrato a niños en la ciudad con respecto al promedio de hace 5 años. Según las autoridades del nosocomio, tras la evaluación pertinente a cargo de un grupo interdisciplinario –pediatras, psicólogos, abogados, entre otros– la mayoría son confirmados. “Hay un incremento en la violencia social y eso tiene como correlato la multiplicación de las situaciones de abuso y maltrato”, explicó Alicia Giménez, representante del Gami.
A partir de un nuevo caso de presunto maltrato a fines de la semana pasada en el barrio toba, el ente informó que desde hace entre 3 y 5 años ha habido un incremento importante de las alertas del Gami que provienen de los ingresos de niños relacionados a maltrato infantil. Desde que se formó el Gami en 1982 nunca se evidenció un aumento semejante, informaron las autoridades. “Históricamente ingresaban entre 8 y 10 consultas. Hoy estamos entre 16 y 20 por mes”, confirmó Giménez, abogada del hospital de Niños de la ciudad.
En diálogo con El Ciudadano, la subdirectora del Hospital de niños Víctor J. Vilela, Velia Peralta, explicó que desde principio de año ingresan al Gami gran cantidad de casos por presuntas negligencias de los padres, abusos físico, psicológicos y/o sexuales. “Ante golpes o fracturas frecuentes u otras alertas se activa el dispositivo y se coordinan una serie de interconsultas con el niño y la familia. Tras la evaluación de los profesionales, se define si realmente es un caso de maltrato”, explicó la funcionaria quien aseguró: “La mayoría se confirma”. Consultada por las razones del alto número de ingresos, Peralta sostuvo que se debe al aumento de la violencia social y que “no existe un único motivo”, por lo que se abordan los casos desde una perspectiva interdisciplinaria.
Nuevo caso
Según fuentes policiales, el viernes alrededor de las 9.30, la sumariante de la subcomisaría 24ª, Lucrecia Bustos, estaba realizando una diligencia en inmediaciones de Reconquista 2000, sobre la que se encuentran varios pasillos de la villa de emergencia en la que se radica parte de la comunidad toba de la ciudad. Siempre según el relato policial, en el patio de una vivienda a la intemperie, Johnatan G., de 4 años, se encontraba dentro de un balde de capacidad de20 litroscargado con agua. En el marco de una ola polar que azotó la ciudad con bajas temperaturas desde mediados de la semana pasada, la agente interrogó al padre de la criatura, Pedro Luis G., de 37 años, quien se encontraba tomando mates en el mismo lugar sobre el motivo del estado del nene. “Dijo que la madre lo estaba curando”, apuntó la sumariante en declaraciones a Canal 5. Según los pesquisas, el menor había orinado la cama, razón por la cual, la madre, Maria Esther L., de 22 años, lo había sentenciado a asearse en el balde con agua fría. En ese momento,la Policíallevó al niño a la subcomisaría 24ª, donde recibió primeros auxilios por parte del Servicio Integral de Emergencias Sanitarias (Sies), ya que evidenciaba un notorio color morado en sus extremidades. Acto seguido, Johnatan fue trasladado al Hospital Víctor J. Vilela para que le efectuaran una batería de exámenes.
Sin embargo, los investigadores aseguraron que no evidenciaba lesiones. Los padres fueron demorados y la investigación fue derivada al Juzgado Correccional de la 4ª Nominación mientras que el niño quedó a cargo de su abuela materna.
Según confirmaron autoridades del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, ayer Johnatan ingresó al dispositivo de salud pública Gami (Grupo de Atención de Maltrato Infantil), integrado por una junta interdisciplinaria de pediatras, abogados, psicólogos, entre otros profesionales, que definirán si el caso constituye un maltrato.