El petróleo procedente de un buque cisterna que tuvo un accidente frente a Singapur se acerca cada vez más a las costas de ese país, aunque fueron exitosos los esfuerzos por mantener la marea negra alejada de una reserva natural.
La mancha de crudo amenaza la playa de Changui, en el noreste del país, que fue cerrada para deportes acuáticos, según informó hoy la Agencia del Medio Ambiente de Singapur.
El martes pasado, unas 2.500 toneladas de crudo se derramaron en el mar, después de que el buque cisterna malayo «MT Bunga Kelana 3» chocara contra un carguero a unos 13 kilómetros al suroeste de Singapur.
La isla de Pulau Ubin, una reserva natural en el norte del país, no registra «indicios de daños mayores», agregaron las autoridades.