En un hecho inédito para la ciudad, durante una de las horas pico del tránsito, cerca de un 60 por ciento de los semáforos –esto es unos 400 en total– quedaron ayer intermitentes por un problema en el software mediante el cual se maneja el sistema. El problema ocurrió en la franja horaria que va de 6 a 11 de la mañana aproximadamente donde gran cantidad de automovilistas se movilizan rumbo a sus trabajos, llevando sus hijos a las escuelas o transportando mercaderías. La cuestión se fue solucionando por etapas y provocó serios problemas en el tráfico en arterias como avenida Pellegrini, avenida Francia, bulevar Avellaneda, Ovidio Lagos y otras calles del macrocentro y la zona norte y oeste. “Es la primera vez que ocurre algo así en Rosario”, admitió a este diario Claudio Baruzzo, director del Centro de Control de Tránsito.
El funcionario explicó que la ciudad tiene 778 semáforos en total, de los cuales un alto porcentaje son manejados a través de un servidor, esto es una poderosa computadora preparada para un uso específico. “Tenemos un sistema de inteligencia distribuida, y cuando hay un problema de software, por protección los semáforos se ponen en intermitente para dar seguridad y que no haya señales conflictivas en la calle”. Pese a que en general las intermitencias señalan con amarillo en los cruces las arterias con paso privilegiado y con rojo las que los conductores deben ceder el paso –destellos en rojo equivalen a la orden de detenerse– los automovilistas tienen a respetarlas menos que a los semáforos que funcionan. Con que un conductor no lo haga en un momento y en una zona de alto tránsito, el embotellamiento está garantizado.
“A los que les ocurrió fue sólo a los semáforos que están centralizados, fundamentalmente en la zona de macrocentro y en la zona norte y oeste”, añadió el director.
Lo peor que puede ocurrir, en ese marco, es que las señales se equiparen, es decir que en un cruce todos los semáforos queden en verde, por ejemplo. Pero el propio sistema tiene rutinas que lo impiden, y funcionaron. “El software hace correr una aplicación que lee todos los días la base de datos que tenemos y evidentemente lo que tuvimos fue algún problema de lectura de esa base. El sistema se protege antes de mandar señales conflictivas a la calle y lo que a nosotros nos llegó fue un reporte interno que nos avisó de esa situación”, explicó Baruzzo.
Las sincronizaciones de los semáforos se dan en tramos, ya que la ciudad tiene un sofisticado sistema que tiene cerca de quince años y que se ido expandiendo a lo largo del tiempo. Hay distintas, dependiendo la hora del día, para hacer más fluido el desplazamiento.
Así está estipulado en lo que se llama Dinámica de Planes, donde el Centro de Control de Tránsito va recibiendo datos del flujo vehicular y allí se elige el plan que se considera “más conveniente” para al caudal de tráfico.
Las horas pico de tráfico se dan a la mañana entre las 6.50 y las 7.45, al mediodía a la salida de los colegios –pasadas las 12– y durante el regreso por la tarde a partir de las 19. Según datos que manejan desde el Centro de Control de Tránsito las arterias más transitadas son avenida Pellegrini, Eva Perón, Santa Fe, bulevar Oroño y avenida Belgrano.
Del total de los semáforos, 470 están monitoreados en tiempo real, lo que permite una recepción inmediata de información que es utilizada para planificar y adecuar el sincronismo de las arterias. Lo que se busca con esto es contribuir a reducir los accidentes y a preservar la vida de los automovilistas y los peatones.
De acuerdo a datos oficiales, desde que funcionan los sistemas de semaforización y sincronización la cantidad de muertes por siniestros de tránsito se redujeron a la mitad, el número de lesionados disminuyó un 25 por ciento y un 10 por ciento los daños materiales.
También se han reducido entre el 15 y el 20 por ciento las paradas y las duraciones de los viajes “con el consiguiente ahorro en combustible y en mantenimiento de vehículos y se registró una disminución significativa de la contaminación atmosférica”.
“La sincronización no se puede brindar en un todo, en una ciudad donde hay una compleja red de enlaces, de arterias y avenidas. Nosotros hacemos un trabajo mancomunado con el concesionario para que todo funcione tal como está previsto”, concluyó Baruzzo.
Destreza y buena suerte
Pese a que el 60 por ciento de los semáforos estuvo ayer intermitente a primeras horas de la mañana lo que provocó serios problemas para transitar por los riesgos que implicaba ponerse de acuerdo para traspasar las esquinas, desde la Secretaría de Transporte y Movilidad de la Municipalidad informaron a este diario que no se registraron siniestros ni choques de consideración, lo que puede ser tomado como un dato no exento de buena suerte por lo complejo que resultó transitar en gran parte del macrocentro y las zonas norte y oeste de la ciudad.
Comentarios