El oficial penitenciario Alejandro Murdoch declaró ayer al mediodía ante el Tribunal Oral Criminal Nº9 y reveló que el portero Jorge Mangeri al quedar detenido en la alcaldía de Tribunales aquel sábado 15 de junio de 2013 se autoincriminó por el crimen de la joven Ángeles Rawson (16). “Lloraba mucho y decía que había sido un accidente”, sostuvo el agente y ratificó que Mangeri escribió de su propio puño y letra que las lesiones que presentaba se las había “autoprovocado con un encendedor”.
El subadjunto Murdoch (25) corroboró que Mangeri se autoincriminó más allá de que esa acción no tiene valor judicial. El hombre recordó las incidencias de aquella jornada en donde Mangeri llegó trasladado desde la División Homicidios de la Policía Federal a la Unidad 28, que funciona en la alcaidía del Palacio de Tribunales, donde más tarde fue indagado por el homicidio y se negó a declarar.
Ese día, Murdoch estaba como jefe de turno en la Unidad 28 y explicó ayer ante los jueces que, tal como sucede con cualquier detenido, él fue el encargado de hacerle la entrevista a Mangeri para formalizar el ingreso.
“El recuerdo que tengo es ver a una persona en estado de shock. Estaba muy pálido y muchas palabras no decía”, recordó el oficial. Luego, agregó que “lloraba mucho y decía que fue un accidente”.
El penitenciario aclaró ante los jueces Fernando Ramírez, Ana Dieta de Herrero y Jorge Gettas que el portero llegó a la alcaidía en calidad de “incomunicado”.
El testimonio del integrante del Servicio Penitenciario Federal (SPF) fue escuchado en la sala de audiencias por el propio Mangeri, quien luego de varias ausencias en la sala volvió a presenciar el debate desde el banquillo de los acusados en lo que fue la decimooctava jornada desde que el juicio se inició el 18 de febrero pasado.
Si bien se especulaba con la posibilidad de que el ex encargado de Ravignani 2360 amplíe su indagatoria y declare por tercera vez ante el tribunal, esto no sucedió.
A preguntas del fiscal Fernando Fiszer, Murdoch aclaró que justamente Mangeri dijo lo del “accidente” cuando “le hacían la requisa”.
Cuando le tocó interrogar a la defensa, el abogado Adrián Tenca le preguntó a Murdoch si él sabía que Mangeri se había “autoinculpado” previamente en la fiscalía, pero el oficial del SPF dijo: “No”.
Para los acusadores, los dichos de Murdoch acreditan que en la alcaidía de Tribunales hubo una segunda autoincriminación del imputado, luego de que durante la madrugada, en la Fiscalía de Instrucción 35, a cargo de Paula Asaro, el portero dijera: “Soy el responsable de lo de Ravignani 2360. Fui yo”.
También declaró sobre las lesiones que aquel día presentaba Mangeri la médica Noemí Ruth Ghirardi, quien fue la integrante del Cuerpo Médico Forense (CMF) –ahora jubilada– que revisó al acusado antes de la indagatoria.
Su informe fue cuestionado ayer en la audiencia por la Fiscalía y la querella porque nunca asentó que Mangeri tenía escoriaciones compatibles con arañazos, decía que todas las lastimaduras habían sido provocadas por calor o por choque o golpe contra un elemento romo y duro, y porque le daba a las heridas una data de 48 horas –era sábado y se cree que Ángeles pudo haberlo rasguñado el día lunes–.
Ghirardi tuvo que reconocer en el juicio las falencias de su informe médico y se justificó diciendo que la luz del sitio donde revisó a Mangeri en la Unidad 28 “no era la mejor”.
El juicio continuará el próximo miércoles con la declaración de los 10 miembros del CMF y los peritos de parte que participaron de la segunda junta médica de la causa, que concluyó que Ángeles murió sofocada y estrangulada en una maniobra que no duró más de cinco minutos, durante un ataque sexual.