Un joven de 24 años fue condenado por el crimen de un muchacho a la pena de 11 años de cárcel mediante un procedimiento abreviado. El acuerdo fue presentado ante el juez Rodolfo Zvala quien, tras admitir el documento, resolvió homologarlo y dictar una sentencia condenatoria. El asesinato ocurrió en febrero de 2019 en el interior de la casa de la víctima. Se había perdido contacto con el joven un día antes del hallazgo de su cuerpo.
El 14 de febrero de 2019, la familia de Fidel Ernesto Rosales Ramírez, de 21 años, llamó a la Policía para indicar que no tenían noticias del muchacho desde el día anterior y dijeron que tenían sospechas sobre su amigo Leonardo Ariel “Chivita” Taborda, de entonces 23, y domiciliado a pocos metros, en La República al 8600. Los jóvenes eran amigos, estaban siempre juntos. Ambas familias contaron que tenían problemas de consumo de adicciones, describieron los voceros policiales y judiciales.
Los uniformados fueron a la casa de Chivita y al consultarlo sobre el paradero de Fidel entró en contradicciones. Los policías pidieron permiso a la madre para ingresar a la casa. Cuando le dijeron que desarme un montón de ropas que tenía debajo de su cama, los uniformados encontraron el cuerpo de Fidel, por lo cual lo detuvieron de inmediato y lo pusieron a disposición de la fiscal de Homicidios Dolosos Marisol Fabbro.
Este jueves, Chivita aceptó su responsabilidad y consintió la presentación de un acuerdo abreviado que realizó la fiscal Marisol Fabbro y su defensa. En la audiencia admitió la comisión del hecho frente al juez Zvala y aceptó una condena.
Tras constatar los requisitos de la presentación de un acuerdo abreviado y el asentimiento de la familia de la víctima el magistrado dictó sentencia y condenó Chivita Taborda a la pena de 11 años de prisión por el delito de homicidio simple, describieron los voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Mató a su amigo y guardó el cadáver debajo de la cama: lo imputaron