Una organización de personas que sufrieron abuso sexual en la niñez se manifestará esta sábado en el barrio porteño de Boedo, frente a la pizzería que tenía en su ingreso desde agosto de este año una estatua de Héctor «Bambino» Veira, ex jugador y entrenador de San Lorenzo, entro otros, condenado por abusar de un menor.
“Que los vecinos hayan pedido y logrado que esto suceda (el retiro de la estatua) es un triunfo de una lucha colectiva. Estamos hace muchos años trabajando en la visibilización de este delito, el más silenciado de la historia; hace un tiempo que ese silencio comenzó a quebrarse”, dijo Sebastián Cuattromo, de “Adultxs por los Derechos de la Infancia”.
Cuattromo, quien en 2012 logró la condena a un religioso que lo había abusado cuando iba a la primaria en la escuela Marianista de Caballito, señaló que mientras él era víctima de esos abusos, Veira “ya había sido condenado por la justicia, pero faltaba la condena social”.
“Yo era muy futbolero e iba a la cancha de San Lorenzo, me acuerdo los cantos que ponían en ridículo al niño que había sido abusado por este sujeto, con los años comprendí cómo eso operaba sobre mi silencio”, declaró a Télam.
El caso del Bambino Veira
El 4 de abril de 1988, Veira fue encontrado culpable del delito de tentativa de violación y promoción de corrupción de menor, siendo condenado a cuatro años de prisión.
La Cámara del Crimen revocó la condena y absolvió a Veira por el beneficio de la duda. El 24 de abril la Corte Suprema de Justicia consideró arbitraria la decisión de la Cámara y ordenó dictar una nueva sentencia.
El 30 de agosto de 1991, la Sala VI de la Cámara lo encontró culpable de violación de un menor, y lo condenó a seis años de prisión. El 4 de octubre de 1991 fue enviado a la cárcel para cumplir la condena.
El 8 de septiembre de 1992 la Corte Suprema volvió a intervenir y calificó el delito como “intento de violación”, y le redujo la pena a tres años. El 17 de septiembre de 1992, luego de cumplir once meses de cárcel quedó en libertad.