En medio de la crítica situación por la que atraviesa Rosario, la Asociación de Psicoanálisis de la ciudad publicó un comunicado denominado “Manifiesto contra el terror”, en el que se explaya acerca de lo que define como “intención manifiesta por generar estados de horror y estupor en la gente”.
Leonardo Pedemonte, presidente de la asociación, explicó que lo que se intentan es “poner en palabras el sentir de la comunidad: vecinos, amigos, pacientes, que están angustiados y con mucho miedo. La gente con la que me ha tocado conversar está muy triste y preocupada”.
Con los últimos sucesos, “el 90 por ciento de la gente que llega a consulta plantea, en algún momento, el tema de la situación que estamos viviendo: por el miedo que tienen, por los cambios que tuvieron que hacer producto en sus vidas cotidianas”, precisó Leonardo. “Sí es cierto que desde hace tiempo se cuelan en las sesiones temas referidos a la inseguridad en general, y todo esto tiene y va a tener un impacto psìquico; no es gratis”, aseguró.
“Los psicoanalistas estamos acostumbrados a trabajar con el dolor pero esta situación supone enfrentarnos a un escenario ominoso e inefable”, se lee en el inicio del segundo párrafo del comunicado. Pedemonte aclaró: “Es algo colectivo y a escala, y el problema es que es casi imposible poner al terror en palabras, por lo que todo se transforma en situaciones muy difíciles de digerir y de metabolizar”.
El profesional afirmó que “esto requiere de un compromiso colectivo, de que cada uno pongamos nuestro granito de arena. La gente trata de salir lo menos posible y eso pone de manifiesto la fragilidad de la vida: si tenemos alguna certeza en la vida es la de que nos vamos a morir, pero una cosa es saberlo y otra, experimentarlo en carne propia”.
Finalmente, Leonardo estableció que en lo clínica, el abordaje “depende de cada tratamiento y de cada paciente. pero que podamos seguir trabajando y recibiendo a la gente es muy importante, porque implica brindar la chance de metabolizar, junto con otro, lo sucedido; permite alojar a alguien que viene con mucha angustia, y permite un espacio para que lo pueda volcar, aunque eso no va a quitarle el estado de alerta. Pero hablar es muy importante”.