El aumento de las máquinas agrícolas importadas, que en 2017 alcanzaron un 23% del mercado, preocupa a la industria local. Desde la Cámara de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) reclamaron al gobierno nacional que los créditos otorgados por el Banco Nación sean para comprar sólo implementos argentinos y de esa manera mitigar la caída de la demanda que generará la sequía este año, tras un 2017 de crecimiento.
Santa Fe cuenta con un importante polo agroindustrial en Las Parejas y Armstrong. La baja en las retenciones implementada por el gobierno de Mauricio Macri en 2015 y la suba del precio de los commodities favorecieron a estas fábricas.
En 2017, la venta de tractores aumentó un 45% respecto a 2016, la de cosechadoras un 36% y la de sembradoras un 19%, según el Indec. Sin embargo, producto de la sequía, los fabricantes estiman una caída del 30% en 2018. Si a la falta de agua se le suman las importaciones, cientos de puestos de trabajo estarán en riesgo.
Un informe elaborado por el Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de la Fundación Mediterránea y basado en datos del Indec, señala que la participación de los equipos importados en el mercado local pasó de 10% en 2015 a 23% en 2017.
En lo que respecta a cosechadoras, en 2015 la participación nacional era del 85%, en 2016 de 72% y en 2017 de 60%. En tanto los tractores argentinos representaban el 93% del mercado en 2015, el 81% en 2016 y 68% en 2017.
Según explicó a El Ciudadano el presidente de Cafma, Raúl Crucianelli, el impacto de los tractores y las cosechadoras del extranjero no es tan importante, ya que la producción nacional no llega a cubrir la demanda. Sin embargo, ante la crisis que atraviesa la empresa Vassalli, no es una buena señal si se piensa en salvar a la fábrica de Firmat. Lo que más preocupan son las sembradoras, rubro en el cual Argentina se destaca.
En 2015 el 100% de las sembradoras eran de origen nacional. Ese porcentaje cayó al 97% en 2016 y al 93% en 2017. En la Argentina hay unas 400 fábricas de sembradoras. Según el presidente de Cafma, titular de la firma que produce las sembradoras Crucianelli en Armstrong, la industria nacional está en condiciones de cubrir el mercado interno e incluso exportar. Por eso sorprende el aumento de la importación.
“Pese a que en cantidad no parece un número importante, medido en dinero es mucho lo que se pierde por las importaciones”, manifestó Crucianelli. Y expresó su compromiso de cuidar los puestos laborales: “Esperemos que no caiga el empleo. A la sequía no podemos controlarla, pero sería una lástima que la mano de obra caiga por el ingreso de maquinaria importada”.
Crucianelli señaló que la maquinaria llega principalmente de Brasil, México y Estados Unidos. En menor medida de Alemania. El empresario agroindustrial reclamó al gobierno nacional que los créditos a tasa subsidiada que otorga el Banco Nación a productores para bienes de capital sólo puedan ser destinados a la compra de maquinaria nacional.
“Que los impuestos de los argentinos no se utilicen para subsidiar a empresas extranjeras. El productor compra lo que quiere, no podemos obligarlo a adquirir nuestros productos si uno importado le parece mejor. Pero si lo hacen con un crédito del Banco Nación que el dinero de todos los contribuyentes vaya a la industria nacional”, se quejó Crucianelli.