En tiempos de ediciones analógicas en VHS, hace poco más de dos décadas, incluso mucho antes de la irrupción de la tevé digital, un grupo de jóvenes rosarinos que rondaban los 20 años, desembarcó en el cable local con un programa de humor atípico que luego pasó por la tele de aire.
El grupo, Marca Cañón (así también se llamaba el envío), inauguró un espacio inédito: la tevé local no tenía por entonces lugar para el humor rosarino (para otras cosas locales casi tampoco) y eso no cambió demasiado a la fecha. Sin embargo, el éxito de aquellos años hizo que el trío, por entonces con otro integrante en el elenco, caminara holgadamente por la senda del éxito, logrando reconocimiento local y nacional y un par de premios Martín Fierro a la tevé del interior.
A tal punto fue la cosa que, en 1998, los escenarios no se hicieron esperar y Marca Cañón dio el salto al “aquí y ahora” del teatro, con su humor blanco, por momentos sutil e incluso ligeramente naif, con algunos personajes cuyos dichos o parlamentos quedaron en el registro del imaginario de muchos seguidores.
“El mérito mayor de esta reunión es del inventor de WhatsApp, le tenemos que agradecer mucho porque empezamos armando un grupo de WhatsApp y a generar todo por ahí, y terminamos volviendo a los escenarios”, adelantó Jorge Fossetti, quien junto con Beto Chiesa y Germán Mazzetti estrenará esta noche Marca Cañón Retro Vintage en la apertura de la sexta edición del ciclo municipal Un verano fresquito en el Teatro Municipal La Comedia.
El regreso
Marca Cañón vuelve a los escenarios para festejar los 20 años de su debut teatral con una propuesta de humor a través de la cual repasa momentos clásicos del grupo (personajes, sketchs, monólogos) como El Gaucho Durán, El Pastor Gutiérrez, Osvaldito (popular por su participación en el ciclo televisivo Bótelos de Canal 5), Ricardo & Edmundo, Johnny Pérez y El Doctor Fernández y sus pacientes, junto a nuevos momentos creados especialmente para esta esperada vuelta local.
“En los últimos tiempos habíamos tomado caminos distintos, no estábamos trabajando juntos, habíamos puesto al grupo en el freezer, pero con motivo de los 20 años del debut en los escenarios empezamos a decir: «Algo tenemos que hacer», como suele pasar. Y armamos un espectáculo que se llama Marca Cañón Retro Vintage para que quede bien claro que la idea es volver a hacer esos personajes que hace muchísimo tiempo no hacíamos y que para la gente que nos siguió, son esos momentos que quieren volver a ver”, adelantó Fossetti, quien además desarrolló una carrera como standupero en diálogo con su rol de monologuista dentro del grupo.
El paso del tiempo
Más allá del paso del tiempo, de la vigencia, y de algunos momentos clave de la historia del grupo, se trata de un equipo de trabajo que ha sabido aggiornar sus personajes también a modo de confirmación de esa probada permanencia. “Eso es algo insoslayable porque de alguna manera, un humorista es un filtro de lo que pasa en la sociedad, un espejo de lo que pasa a diario. Sin interés de teorizar al respecto, los personajes de Marca Cañón son bastante atemporales. Por algo fueron creados hace 20 o 25 años y todavía gustan y la gente se ríe”, dijo Fossetti. Y agregó: “Más allá de la historia de cada personaje que son casi estereotipos, como un folclorista o un pastor protestante, entre muchos más, siempre se van sumando chistes de la coyuntura, todo se va recreando porque además es una lógica propia del humorista”.
Estilo propio
Una de las variables que marcó el destino de éxito en los comienzos de Marca Cañón tiene que ver con que el grupo supo encontrar un estilo propio, frente a las infinitas y muchas veces repetidas formas de humor. “En realidad, nosotros arrancamos muy jóvenes y por entonces tuvimos la oportunidad, las ganas, el apoyo de nuestras familias para que a los 22 ó 23 años lográsemos poner en un canal de tevé local un programa. Nosotros queríamos hacer sketchs y personajes, y fuimos haciendo toda una carrera juntos, descubriendo cosas y aprendiendo. Nunca pensamos en tener un estilo, fuimos haciendo lo que nos hacía reír a nosotros mismos; siempre le dimos una impronta fuertemente grupal al proyecto. Pero sí acuerdo en que hay un tipo de humor Marca Cañón”.
Ese tipo de humor que navega entre el absurdo y cierta inocencia, nunca fue ni chabacano ni grosero, como tampoco misógino, cuando en los años 90 era el humor que imperaba en la tevé y también en los escenarios. “De hecho, siempre nos cuidamos mucho de no ofender a nadie ni proponer un humor chabacano, nunca fuimos por el lado de la grosería, como tampoco se nos ocurrió subir a una señorita en paños menores al escenario (risas)”, expresó Fossetti en clara referencia a otros grupos contemporáneos como MiDaChi.
Y completó: “Lo chabacano no nos divierte, no es un humor que nos interese. Desde que arrancamos, nuestros gustos siempre estuvieron cerca de la inocencia de Chespirito y El Chavo, de la ironía de Los Simpsons, el humor de los uruguayos de Híperhumor y obviamente Les Luthiers. Siempre un humor blanco, aunque con cierta ironía, más sugerida que explícita”.
Monólogo y humor físico
En momentos en los que Marca Cañón se retiró de la escena, Fossetti, que hace unos años tuvo su paso por el programa de Marcelo Tinelli, se instaló en el medio como uno de los primeros standuperos de la escena rosarina. “El monólogo es un género en el que me siento muy cómodo, paralelamente a Marca Cañón yo desarrollo mis actuaciones unipersonales y el Stand Up, porque ahora se lo define de ese modo, es una manera de hacer humor con ingenio. Pero además, dentro del grupo, hago el papel de monologuista; Germán y Beto son referentes de un humor más físico, más de payasos, más ligado al armado de un personaje. Los tres nos reímos mucho de nosotros mismos: nos hace reír lo que hace el compañero, y ése es el secreto de que volvamos a hacer algo juntos. Está claro que no volvemos por el dinero, no es un contrato millonario (risas). Volvemos porque disfrutamos de lo que hacemos sobre todo ahora que somos tres actores maduros y de carácter (risas)”.
Marca Cañón Retro Vintage se presentará este sábado a las 21.30, y los restantes sábados del mes, en el Teatro Municipal La Comedia, de Mitre y Ricardone, dentro del ciclo Un verano fresquito. Las entradas generales tienen un valor de 200 pesos y se pueden comprar anticipadas.