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Marcelo Allasino: “Siento que la creación es un territorio para la evolución”

El destacado director, dramaturgo, docente y gestor cultural rafaelino, radicado en Buenos Aires, está de regreso en Rosario con una de las obras de Microteatro y convocado por el Centro Cultural Parque de España para coordinar un atractivo proyecto que se extenderá hasta fin de año

La producción escénico-estética del director, dramaturgo, docente y gestor cultural rafaelino Marcelo Allasino creció al calor de una saludable tensión entre un teatro clásico, de tradición italiana, y otro de pura vanguardia que él mismo supo gestar a partir de una inquietud artística que derivó en una formación abierta e interdisciplinaria que se empieza a consolidad a partir de 1986. Ese proceso lo llevó a crear, en el 89, el grupo Punto T, con el que estrenó su primer espectáculo como director, y en 1991 el Taller de Teatro La Máscara, primer espacio de formación y entrenamiento teatral independiente de su ciudad natal, momentos que marcaron a fuego su recorrido posterior en la producción teatral santafesina de proyección nacional, y un presente de propuestas que parten, en su gran mayoría, de la autogestión.

Allasino fue de los primeros creadores de la provincia que abrió el juego, de esos que siempre salen de su lugar de comodidad para arriesgar y dar sentido al proceso creativo. En el mismo sentido, entendió que había que experimentar con otros horizontes y fue así que tanto Rosario como Buenos Aires, donde se encuentra radicado en la actualidad, fueron escenarios que lo contaron entre sus grandes protagonistas, más allá de su trabajo en la gestión pública tanto como creador del Festival de Teatro de Rafaela, del que fue su director entre 2005 y 2015, como secretario de Cultura de su ciudad, o como Director Ejecutivo del Instituto Nacional del Teatro (INT) del período de gobierno anterior.

Hoy abocado nuevamente a la creación, tras el paso de la pandemia y de algunas experiencias de teatro online como la plataforma Teatro Uaifai que él mismo creó en 2020 y con la que ahora busca nuevos horizontes, Marcelo Allasino, que en su haber cuenta con más de cuarenta producciones escénicas de teatro y danza gestadas tanto en Rafaela como en Santa Fe, Rosario y Buenos Aires, se revinculó con Rosario, ciudad donde, entre otras experiencias, llevó adelante, hace exactamente veinte años, los destinos del emblemático grupo Seisenpunto con la recordada puesta de danza-teatro In Corpore Sano.

Siempre inquieto y en un plano de búsqueda al que no le pone límites, el creador, que sostiene en cartel en Buenos Aires Mis palabras, elogiada propuesta estrenada el año pasado en el Teatro San Martín, está de regreso en Rosario con una de las obras del ciclo de teatro breve Microteatro (Money4Nothing), aunque lo más atractivo de su desembarco en la ciudad es la convocatoria del Centro Cultural Parque de España (CCPE). Se trata del Laboratorio y residencia de creación Descarriadas / las artes escénicas expandidas cuya inscripción aún se encuentra abierta y que ofrecerá, a lo largo de ocho meses, un espacio de experimentación creativa que él mismo coordinará y que tendrá como colofón el montaje de, al menos, tres propuestas producidas íntegramente por el CCPE que se conocerán sobre finales de este 2022.

Volver al ruedo

“En los últimos dos años, reconecté en profundidad con la creación escénica y la docencia, dos campos de acción que me definen desde hace más de tres décadas, y que me fascinan: me permiten estar en contacto e intercambiar con muchas personas con recorridos diversos y miradas divergentes, en un espacio que siempre es para construir, para replantear, para repensar, para repensarnos”, dijo Allasino a El Ciudadano acerca de este tiempo que transita tras su paso por la función pública.

«Mis palabras», actualmente en cartel en Buenos Aires.

Y en igual sentido, sumó: “Siento que la creación es un territorio para la evolución, donde relacionarse desde el amor es fundamental, por eso sigue siendo tan revolucionario y transformador. Actualmente estoy con funciones de Mis palabras en Buenos Aires y de Money4Nothing en Rosario.  En abril reestrenaremos la versión presencial de La Tortuga (que escribió y dirige), obra que hizo más de cincuenta funciones virtuales en vivo en la etapa pandémica, y que finalmente podremos mostrar presencialmente en Buenos Aires.  Y en el campo de la docencia estoy coordinando la Diplomatura Universitaria en Teatro para Docentes de la UNRaf, dando clases virtuales de actuación sobre el Método, y en breve comienzo con dos laboratorios que me tienen muy motivado: Descarriadas en el CCPE de Rosario y La actuación expandida en la escena transmedial, que daré en el Centro de Capacitación Profesional del Ministerio de Cultura en CABA. Al mismo tiempo, sigo con mi amado proyecto de Teatro Uaifai, un espacio que este tiempo de pandemia nos sostuvo a mí y a unos cuantos a nivel emocional y creativo. Estamos en una etapa de expansión del proyecto, a punto de lanzar la Editorial Uaifai y un proyecto educativo bien interesante. Todo a pulmón, poniéndole el cuerpo a los desafíos de la autogestión, que en este país está cada vez más complicada. El contexto es muy difícil pero el «kiosco cultural» que llevo adelante, está a pleno (risas)».

Rosario, siempre cerca

Más allá de sus espacios de formación y producción en la ciudad, Allasino, siempre que pudo, trajo sus obras a Rosario, como pasó con las recordadas Algo de rojo en el gris, de mediados de los 90, o La Brusarola, de comienzos de este siglo, entre otras, y como espera que pase pronto con Mis palabras. “Reconectar con Rosario es muy emocionante para mí. Hay una historia que tiene que ver con la construcción familiar que me une a Rosario desde que nací, y que ha dejado huellas muy duras y también muy hermosas. El primer premio importante que gané como artista fue en Rosario (en la Bienal de Arte, en 1990), el primer sitio donde di clases fuera de Rafaela fue Rosario, en la galería Krass, donde trabajé con gente que hoy sigue siendo parte de mi familia elegida; la primera obra que dirigí por fuera de mi grupo rafaelino fue en Rosario, con las amadas Seisenpunto y nuestro inolvidable In Corpore Sano.  En Rosario mostré mis obras, hice amigos, di clases, dirigí obras; así que volver a trabajar en esa ciudad me tiene muy motivado”, destacó.

Y acerca de Descarriadas, que toma partido por la interdisciplinariedad, la hibridación de lenguajes y la liminalidad, ejes conceptuales del proyecto que encuentran en Allasino a un coordinador ideal dada la vastedad y riqueza de sus recorridos en la producción escénica, planteó: “El proyecto Descarriadas fue producto de una hermoso intercambio con el equipo del Parque de España.  Encontré una gran predisposición para el diálogo, fomentado por Fernanda (González Cortiñas), su directora, y un equipo de mujeres visionarias. Ojalá podamos crear un espacio de construcción colectiva en la que el afecto nos guíe. Descarriadas propone abrir un espacio de construcción interdisciplinar para ver si podemos repensar la escena teatral desde un lugar renovador. El teatro argentino está anestesiado desde hace mucho tiempo, y abrir el juego para provocarnos desde otros lugares de pensamiento y creación, son los ejes de este laboratorio que empieza en breve”.

El Centro Cultural Parque de España vuelve a hacer foco en las artes escénicas

Micropoética y sentido

Por estos días, el creador también presenta en Rosario una obra en el marco del ciclo local de Microteatro, donde aparece como director y dramaturgo y donde se dispuso a trabajar nuevamente a partir de micropoéticas, un territorio que conoce desde mucho antes que el fenómeno español se convierta en moda.

«Money4Nothing», de jueves a domingos en Microteatro Rosario.

“Las micropoéticas están presentes desde hace rato entre nuestros gestores y creadores, y tienen que ver con una urgencia contemporánea muy crítica, agravada por las redes sociales y un sinsentido general que nos provoca mucha ansiedad y vacío”, evaluó.

Y cerró: “Abrazando esas particularidades creo que es un gran desafío poder crear y generar algún tipo de vínculo que corra de lugar al espectador y le deje un par de ideas resonando.  En Money4Nothing exponemos la situación desesperada por la que pasa un actor que decide vivir de su profesión en el contexto de un mercado salvaje, donde precios y valores se mezclan. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia (risas).  Planteamos una especie de remate de actores, quienes ofrecen su arte de acuerdo al dinero que ponen los espectadores, interpelados por la obra.  Los bordes entre la ficción y la realidad se disuelven y eso me resulta fascinante. Money4Nothing es una obra de teatro bandolero; la subtitulamos así con la idea de un subgénero ridículo e irónico, porque el bandolerismo desafía simultáneamente al orden, y sentimos que Money4Nothing lo hace en una microescala, acorde con Microteatro”.

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