El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, se refirió a los incidentes ocurridos en su ciudad natal, Rafaela, durante la masiva marcha en la que unos cinco mil vecinos pidieron más seguridad y justicia por la muerte de Gonzalo Glaría, que culminó con un escrache a su vivienda, destrozos a la sede de la Fiscalía Regional y quema de cubiertas frente a la Municipalidad. “Cuando hay dolor uno acompaña el dolor. Creo que en este tipo de cosas lo que se debe resguardar es no cargar las tintas cuando hay dolor familiar”, puso paños fríos el mandatario provincial después de las declaraciones de su ministro de Seguridad, Marcelo Sain.
Perotti habló sobre la situación vivida en Rafaela al ser consultado por la prensa capitalina tras la firma de un convenio con el Ministerio de Educación Nacional denominada Acta Compromiso de Acción Prioritaria “Todos los chicos y chicas en la escuela”.
El gobernador enfrió el cruce con referentes socialistas: “Es una situación de mucho dolor. Es una ciudad que vive postergada en el acompañamiento de una política de seguridad seria. En algún momento sentíamos que esta situación, desgraciadamente, iba a pasar. Hay hartazgo de una sociedad frente a años y años de hechos delictivos, de no presencia, de no prevención. De no tener una verdadera política de seguridad, de no tener una coordinación con las acciones judiciales”, dijo el mandatario.
Sain resaltó legitimidad de marcha en Rafaela, cuestionó escrache y hay polémica
La ciudad cabecera del departamento Castellanos salió de su rutina este jueves por la noche con miles de vecinos en las calles que se concentraron primero frente al palacio municipal, desde las 20, para acompañar la movilización convocada por la familia y amigos de Gonzalo Glaría, el joven que murió luego de perseguir a ladrones en moto y sufrir un accidente de tránsito.
La movilización sumó tensión cuando algunas personas prendieron fuego cubiertas frente a la jefatura policial, la municipalidad y la sede de la Fiscalía Regional, donde un grupo de personas rompió a patadas los vidrios de la entrada principal. También hubo pintadas y piedrazos contra las instituciones. Incluso, algunos manifestantes se dirigieron hasta la vivienda particular del gobernador para realizar una suerte de escrache.
Perotti prefirió la cautela y acompañar el reclamo de la sociedad rafaelina. «Es una comunidad que se hartó y con mucho dolor se expresó. Cualquier otra connotación más allá de los hechos, yo no me voy a sumar porque hay un dolor enorme de una familia. Hay un dolor enorme de los amigos. Y hay una comprensión de quien como un padre más de esa ciudad vive y siente».
«Lo planteamos innumerables veces. No todos nos quisieron escuchar. No todos le dieron la discusión, pero esta es la realidad. Nosotros no la vamos a esconder. Y a diez días se da esta situación que sincera años de una comunidad gritando y pidiendo un tratamiento distinto», analizó la situación en materia de seguridad el gobernador. Y cerró: «Cuando hay dolor uno acompaña el dolor. Creo que en este tipo de cosas lo que se debe resguardar es no cargar las tintas cuando hay dolor familiar».