En la previa del Clásico del domingo fue Marco Ruben quien enfrentó los micrófonos. El delantero fue tajante en sus declaraciones. Bancó al Kily González, atribuyó el bajón de los segundos tiempos a un problema más de la cabeza que físico y aseguró que el recibimiento de la gente en el Gigante será maravilloso.
—No llegan bien, sobre todo el Kily. ¿Eso les genera más presión?
—Cada uno puede tener su opinión sobre la situación actual del Kily. El clásico anterior de local sucedió algo parecido y en los clásicos siempre se habla de esas cosas, parece que si la cosa va bien está todo okey, pero no me gusta meterme en eso. Para mí el Kily está haciendo un buen trabajo, hay veces que las cosas salen y otras no, pero muchas veces es responsabilidad nuestra, de los jugadores, como lo que ocurrió en el último partido, en el que no supimos soportar la presión. Es como que tuvimos mucho miedo a perder ese 1-0 que teníamos a favor y el problema me parece que fue de la cabeza. Por eso creo que tenemos que preparar la cabeza para este partido, para dejar todo y para que esa ilusión por ganar el clásico pueda más que cualquier miedo. Tenemos que tener mentalidad para jugarlo con todo, para imponer nuestro juego y nuestra personalidad.
—En situaciones límite anteriores el equipo bancó al Kily.
—Acá somos un grupo. Siempre se dio que en los momentos clave ganamos y ahora tiene que ser de la misma forma, por eso vamos a ir con confianza, sabiendo que tenemos errores que hay que corregir. De la cabeza tenemos que trabajar bastante y ser positivos, pero los grupos van siempre para adelante. Ojalá esta vez sea como en los otros momentos límite que nos tocó vivir.
—¿Qué sucede en los segundos tiempos que el equipo baja considerablemente su rendimiento?
—Para mí es una preparación más mental que física. Estamos preparados para jugar un partido entero y más también, pero hay situaciones mentales, de presión que hay que trabajar. A veces el miedo a perder lo que ya tenés en el bolsillo te puede pasar, pero hubo partidos en los que en el primer tiempo creamos muchísimas situaciones y no pudimos ampliar la ventaja para manejar el partido más tranquilos. Contra Barracas por ejemplo fue un partido para irse al entretiempo ganando por dos goles, lo mismo que contra Godoy Cruz. Cometemos errores que nos cuestan superar, pero es una sumatoria de cosas. El problema no es sólo mental, o físico o futbolístico. Lo que pasó en los últimos partidos fue que la cabeza nos jugó un poquito en contra.
—En los dos últimos partidos como local Central perdió. ¿Cómo imaginas el recibimiento del hincha?
—No tengo dudas de que el recibimiento va a ser el mejor del mundo y el apoyo de los hinchas seguro va a ser importante, porque nos van a empujar y juntos vamos a hacer un gran partido.
— ¿Es motivación o presión la presencia del público?
—Va a ser una motivación, va a ser hermoso salir a la cancha y poder jugar un clásico con nuestra gente y sobre todo poder ganarlo. Siempre les digo a mis compañeros que no hay nada más lindo que ganar un clásico.
—En esta clase de partidos, ¿qué se les dice a los compañeros que nunca vivieron el clásico?
—No hace falta mucho. Cuando uno llega a Rosario rápidamente se da cuenta que lo importante es ganar el clásico, porque es lo primero que te hace saber la gente. Todos saben que este es el partido más importante, obvio que uno trata de transmitir alguna experiencia, de contar de qué manera se sale a jugar un clásico y cuál es la superioridad que siempre tuvo Central respecto a Newell’s.
—¿Por dónde pueden pasar las claves para que Central logre los tres puntos?
—Tenemos que hacer nuestro juego, como hicimos en los primeros tiempos en los últimos partidos, esto de presionar al rival, no dejarlo pensar y crearles situaciones. Después. Los partidos son largos y tenemos que saber que tendremos que dominarlo de una manera distinta a como lo venimos haciendo.
—La gente espera mucho de vos.
—Intento centrarme en la concentración, el entrenamiento, la mentalidad y ser positivo, después cuando llega el momento intento dejar todo dentro de la cancha. Sé que la gente espera mucho de mí y eso me ayuda. Estamos muy ilusionados, con ganas de jugar un buen clásico y de ganarlo para seguir sumando victorias para el club.