Ubaldo Fillol, el gran arquero que tuvo Argentina en la Copa del Mundo de 1978, remarcó que «hubo un antes y un después» en la historia del fútbol nacional desde la obtención del primer título mundial del seleccionado albiceleste.
«No tengo ningún tipo de dudas que hubo un antes y un después en el fútbol argentino debido a la obtención de ese título conseguido en nuestro país», declaró el Pato en diálogo con Télam a 40 años de aquella conquista.
«Eso es algo que sentimos todos los jugadores del plantel campeón como así también los 25 millones de argentinos que éramos en aquel momento», agregó sobre la importancia de haber conseguido la primera estrella para la Asociación del Fútbol Argentino. «Es un título que tiene muchísimo significado para los muchachos que integramos el plantel y es un tremendo honor que a 40 años de aquella gesta deportiva sigamos recibiendo el reconocimiento de la gente», afirmó.
«Sentimos un gran orgullo por haber obtenido esa copa por todo el sacrificio que hicimos los jugadores, cuerpo técnico y colaboradores y por haber quedado en la historia del fútbol mundial», reforzó el ex arquero.
«Cambiamos la historia deportiva de nuestro país y eso no nos los puede quitar nadie», aseveró.
Además mencionó que aquel logro produjo un «crecimiento del nivel» y «jerarquizó» tanto a los futbolistas argentinos como así también al entrenador César Luis Menotti dentro del escenario del fútbol internacional.
«La importancia de haber logrado la copa del mundo se reflejó en el crecimiento del nivel del jugador argentino y del técnico (Menotti) e hizo que se jerarquizara nuestro seleccionado a nivel mundial», sentenció.
En otro orden, el oriundo de la localidad bonaerense de San Miguel del Monte detalló cómo dicho certamen mundial ayudó a mejorar el aspecto dirigencial y organizativo de de la AFA.
«Tuve la suerte de integrar el plantel argentino en Alemania 1974 y noté la desorganización que había, tanto a nivel dirigencial como así también desde el punto de vista del técnico y los futbolistas, a los que, en algunos casos, les daba los mismo ser o no convocados», explicó.
«A partir del 78 los jugadores argentinos empezaron a sentir orgullo y querían ser citados para los partidos amistosos e internacionales para vestir esta gloriosa camiseta», continuó. «Además apareció la figura descomunal de Diego Maradona, lo cuál le dio otro plus al seleccionado en los años posteriores al título», argumentó.
Fillol, de 67 años, también admitió sentir «tristeza» porque ese certamen fue «usado por los militares para seguir secuestrando, torturando y matando gente».
«La única tristeza que tenemos con mis compañeros en el marco de ese ‘logro celestial’ es que con el tiempo nos dimos cuenta que esa epopeya deportiva fue usada por los militares para seguir secuestrando, torturando y matando gente», expresó el Pato, quien enseguida añadió: «Nosotros nos dedicamos simplemente a jugar al fútbol y los 25 millones de argentinos salieron a las calles a festejar el triunfo junto a nosotros».
Por último se refirió al técnico Menotti, y al respecto comentó la charla técnica brindada por el Flaco antes de la final ante Holanda. «Nos dio una arenga tremenda en la que nos pidió dar el último esfuerzo o el ‘esfuerzo supremo’ para ese último partido», recordó. «También nos dijo que éramos los ‘elegidos’ para vivir esa hora, ese día, esa final, ese momento para quedar en la historia. Dejamos todo por nuestra camiseta como corresponde», concluyó.