Marcos Cleri transita su tercer período consecutivo como diputado nacional en representación de Santa Fe. Referenciado en La Cámpora, siempre tuvo a la actividad territorial como uno de sus ejes de acción y apuesta a esa impronta para consolidar su candidatura a la gobernación de la provincia. Al compás del discurso de Cristina en La Plata, donde no confirmó candidatura pero mandó señales positivas en ese sentido, Cleri se muestra confiado en que el kichnerismo puede volver a aglutinar al peronismo detrás de un proyecto de triunfo en 2023.
—¿Cuál es el balance del último acto de Cristina en La Plata?
—El acto fue muy bueno. No sólo porque la fuerza de la esperanza se pone en marcha, sino porque hay una clara representación de que hay una fuerza política que en un momento gobernó la Argentina y priorizó siempre los intereses nacionales, en cada una de sus acciones. Cristina tomó en cuenta temas de la coyuntura, con acciones trascendentes que tenemos que cuidar: nuestros recursos naturales, nuestra hidrovía, nuestro ambiente. Y dos temas trascendentes que nosotros los estamos viendo en todos lados, y que hay que encontrar una solución, y es posible. Uno es la inflación y el poder adquisitivo. Y el otro es la seguridad. Todo esto tiene que ser parte de un modelo político donde la dirigencia debería presentarle a la ciudadanía las soluciones. Nosotros, junto con Cristina, lo que le presentamos es lo que hicimos y cómo lo hicimos. Esa experiencia, que puede ser actualizada, pero siempre con la misma orientación, para lo cual Cristina cierra el Día de los Militantes pidiendo militantes por la Argentina, militantes por el pueblo argentino, que es organización.
—La inseguridad es un debate que se reactualiza permanentemente.
—Con respecto a la política de seguridad, hasta el año 2015 nosotros teníamos una acción que era la inclusión social. Y en Santa Fe teníamos un trabajo coordinado en Rosario, Venado Tuerto, Reconquista, Rafaela y Santa Fe, que sumaba, además de las fuerzas federales, una política transversal de Desarrollo Social, de Ansés, de Pami, de los diferentes organismos que semana a semana iban ocupando el lugar territorial en algún club, y desde ahí se vinculaba con las instituciones del pueblo o de la ciudad, que asimismo buscaba reconstruir el vínculo con la presencia del Estado, y también lo que eran las fuerzas federales durante esa semana hacían su trabajo para ir disminuyendo los niveles de violencia y de inseguridad, que luego -si a la semana siguiente íbamos hacia otro lugar- ya quedaba como una referencia, un territorio, una huella, un pasar, porque tiene que haber una constancia para recuperar el terreno frente al crimen organizado y eso tiene que ser con una política pública clara, con mucho acompañamiento y que la ciudadanía se apropie de ese lugar.
—¿Y con respecto a la inflación?
—Con respecto a la inflación y a la recomposición del salario hay que ser contundentes. Además de las paritarias, cada vez que tuvimos algún proceso de desequilibrio siempre estuvo el Estado impulsando, desde Néstor hasta Cristina, lo que eran sumas fijas o bonos más una mirada integral del proceso económico, garantizando la producción de industria, pero siempre salarios que muevan la economía a través del consumo, que hoy evidentemente, post pandemia, estamos teniendo dificultades grandes.
—Esas dificultades que impiden recuperar el recuerdo de las políticas previas al 2015, ¿es la mala gestión de Alberto Fernández, la pandemia, la guerra?
—Primero hay un condicionamiento externo, que es el Fondo Monetario Internacional. Segundo, tenemos condicionamientos, con datos objetivos, de la pandemia más la guerra (Ucrania-Rusia). Pero, asimismo, a la ciudadanía hay que contarle que lo que está pasando, las dificultades que estamos teniendo. Y por supuesto que vamos a tener el acompañamiento del pueblo. Pero se lo tenés que contar, se lo tenés que decir. No hay que anunciar que está todo bien o que va a estar todo bien cuando las dificultades son manifiestas, y las estamos padeciendo y sufriendo día a día.
—¿Ese es el error de la gestión de Fernández? ¿No comunicar y no transparentar las dificultades?
—Yo creo que hay que contarle a la gente las dificultades y vuelvo al tema seguridad. En Rosario nosotros sufrimos brutalmente la inseguridad, y nos duele. Yo sigo viviendo en barrio Belgrano y todos sabemos que cuando hay un modelo neoliberal se hace un ajuste. ¿Y qué pasa cuando hay un ajuste? El Estado se retira, porque deja de hacer ciertas cosas. ¿Dónde? Principalmente en los barrios. Y cuando el Estado se retiró, ¿quién avanzó? El crimen organizado. Para volver a ocupar el territorio, la recuperación del tejido social, tenés que avanzar. Y a veces necesitás los recursos o una política integral para que, con lo que tenés, puedas avanzar. Bueno, si hay un condicionamiento externo, en este caso del Fondo Monetario Internacional, se le tiene que contar a la gente, que esas dificultades están, pero vamos a hacer esto, esto, esto y esto. Y que esas cosas se vean. Y por supuesto la gente, el pueblo, siempre acompaña. Néstor lo hizo cuando tuvo un condicionamiento por la Corte de la mayoría automática. Llamó, hizo una cadena nacional y dijo: “Tengo esta dificultad, voy a hacer esto”. ¿Qué hizo la gente? Lo acompañó. Entonces, en el ejercicio del poder delegado, en democracia, la representación no es sólo una vez que fuiste elegido hacer las cosas o administrar. También es contarle y actualizarle a la gente cómo estamos, y hacia dónde vamos y qué necesitamos. Y principalmente, como dirigente político, qué estamos haciendo. Eso es el abecé para poder construir certezas, tener el acompañamiento de la ciudadanía, participación y acompañamiento. Que no es solamente en el momento de votar, sino también para organizarse y poder hacer las cosas. Y nosotros lo teníamos de muchos niveles, lo teníamos cada vez que necesitábamos controlar los precios, lo teníamos cuando teníamos que discutir una ley de Medios, que era muy necesaria. Lo tuvimos cuando hubo que debatir una ley para democratizar la Justicia. ¿Por qué? Porque de esa manera verdaderamente se cumple lo que el primer Cabildo Abierto de la Argentina decía: el pueblo quiere saber de qué se trata. Bueno, para que el pueblo sepa de qué se trata, hay que contárselo.
—Después del acto, donde no confirmó nada, ¿te gustaría que Cristina fuera la candidata a presidenta del peronismo?
—Por supuesto, ella no necesita decir que es candidata. La fortaleza política de Cristina le permite expresar las cosas sin decir que va a ser candidata. Ella ha dicho que va a hacer lo que tenga que hacer para que el pueblo esté bien y para que la fuerza política vuelva a tener un horizonte de esperanza, junto con el pueblo argentino.
—Si no fuera Cristina, ¿el peronismo tiene otros candidatos?
—Hay opciones de recambio, pero no con la contundencia, la fortaleza y el acompañamiento de Cristina.
—Vamos un poquito a Santa Fe, ¿cómo estás viendo la gestión de Perotti?
—Creo que los dos temas que no dejan observar las cosas buenas de la gestión tienen que ver, primero, con la inseguridad. Y segundo, que va de la mano con una disputa aquí en la provincia de Santa Fe con el tema de los salarios, es la inflación. Aunque es una cuestión económica nacional, también hay un mal vínculo o manejo, debate, organización, para con el sector paritario de los empleados docentes, empleados públicos, sector de seguridad y salud. Y las cosas que están bien, que no se permiten ver, son las obras estratégicas que se están desarrollando, que van a dejar una base muy importante para el futuro: acueductos, electricidad, gasoducto, las escuelas que sí se están haciendo, que en otra época no se hacían. Durante 12 años no se construyeron escuelas si no eran solamente con fondos nacionales. ¿Por qué? Porque preferían que haya escuelas privadas en lugar de escuelas públicas. La educación tiene un valor muy importante hoy en la provincia de Santa Fe, el boleto educativo en el distrito urbano, el rural, que hay que potenciarlo. Billetera Santa Fe es una herramienta positiva, que debe actualizarse. Y después se debe contar seriamente qué es lo que se está haciendo, para poder encontrar el acompañamiento de la ciudadanía. Nosotros decimos que lo que no está funcionando bien se tiene que corregir y lo que está bien se tiene que hacer una evaluación y potenciar. Y por supuesto tienen que ir surgiendo nuevas acciones, porque los tiempos venideros son cambiantes y transformadores, y necesitamos tener la agilidad suficiente para tomar decisiones correctas. Para eso hay que estar formado y observar hacia dónde va el mundo en el futuro, y la Argentina.
—Para potenciar eso que está bien y cambiar lo que está mal, ¿vas a ser candidato a gobernador?
—Conozco la provincia, me he formado, he articulado muchísimo. Creo que cada uno le puede imponer su impronta y la impronta que nosotros podemos ponerle es una mayor dinámica de gestión. Y con un claro programa de seguridad, que tiene que ser una de las prioridades fundamentales del futuro gobierno. Pero no solamente con una mirada de mayor presencia, sino con una clara política pública transversal, destinada a los grandes centros urbanos. Y con un claro acompañamiento del sector productivo en el interior de la provincia. De esta forma podemos generar una sinergia positiva y poner a Santa Fe de cara al futuro como pilar de transformación en la Argentina. Y luego un tercer eje, siempre respetando la política internacional de la Argentina: la provincia de Santa Fe puede tener una gran recepción del mundo. Entonces, hay que tener una política de seguridad, una política internacional para acompañar los procesos productivos de mayor demanda y agregado de valor, y luego tener en claro cuál es nuestra base, que es la educación. Seguir con toda la inversión en educación y potenciarla aún más con nuevas orientaciones, que tienen que ver con la incorporación de la tecnología, la robótica, potenciar las escuelas técnicas y principalmente vincular el sector educativo con el sector del trabajo, que es fundamental para que nuestros estudiantes decidan permanecer, no sólo en la provincia de Santa Fe, sino en la Argentina.
—¿Cómo está el diálogo entre los distintos sectores del peronismo?
—Siempre se dialoga y se buscan soluciones sobre el presente. Quiero recordar algo: en el presupuesto nacional nosotros habíamos incorporado un fondo específico para la ciudad de Rosario en materia de inseguridad. Era una actualización del fondo del conurbano. ¿De dónde iban a salir los recursos? De lo que proponíamos cobrarles a los jueces de Ganancias. Si se aprobaba que los jueces pagaran Ganancias, el 70% de lo recaudado iba para las becas Progresar, que es educación, y el 30% para la ciudad de Rosario en materia de infraestructura y seguridad. Cerca de 22 mil millones de pesos, para el año que viene, si todos los jueces hubieran pagado Ganancias. Los siete diputados del FdT de Santa Fe votamos a favor, los doce diputados de Juntos por el Cambio, y otros, votaron en contra.
—¿Habrá peronismo unido el año próximo?
—Se va a construir la unidad en base a un programa de ideas, con la impronta de cada uno y siempre en base al clamor de la ciudadanía. Los senadores, los intendentes, los presidentes de comuna, los concejales, los dirigentes territoriales, los referentes barriales, todos coinciden en que debe construirse una unidad, no dividirse, y acompañar un programa de acción que potencie todo lo bueno que se ha hecho y corrija los errores que hoy tiene la gestión.
—¿Cómo ves la formación del frente de frentes?
—Por lo que he visto por los medios de lo que es el famoso frente de frentes lo que los une es una mirada hacia la derecha, o una mirada no peronista, una mirada de no defensa de los intereses de la provincia de Santa Fe. Como queda demostrado cuando tuvieron que votar por Rosario para los fondos de seguridad.
—¿Cuál es tu mirada sobre el fenómeno Javier Milei?
—Yo creo que expresa una rebeldía destructiva, y el peronismo expresa una rebeldía constructiva, una rebeldía eficaz, atento a que los enunciados del peronismo se materializan. En el peronismo siempre hay una acción de transformación, o de rebelión, constructiva, hacia donde vamos. Me da la sensación de que estas personalidades tienen una llamada rebelión que no es eficaz y es generalmente destructiva, porque las propuestas son generalmente irrealizables. Milei representa ideas del pasado, con consecuencias muy negativas. Los santafesinos sufrimos esas ideas. Las ideas neoliberales las sufrimos en Rosario y en Santa Fe. En la provincia la sufrió el sector agropecuario, que tuvo que endeudarse muchísimo y casi pierde sus campos. Y el sector industrial, que es muy pujante en nuestra provincia. En los grandes centros urbanos lo sufrieron todos y todas, porque empezó a resquebrajarse nuestra sociedad. La expresión de esa supuesta rebelión es para continuar en un proceso de destrucción de nuestro tejido social; eso representa. No es nada de lo nuevo, es muy, muy viejo. Los jóvenes que lo están acompañando por su mensaje de rebeldía o de transformación desconocen los sufrimientos de las mismas personas de su edad en los 90, cuando veían descomponerse el grupo familiar, los clubes, y cómo se iba resquebrajando y dividiendo nuestra sociedad. Y lo que busca Milei, junto con sectores de Juntos por el Cambio, es algo que no tiene que ver con la libertad y la igualdad sino con la legitimación de la desigualdad. Eso es pre peronismo. Esconden en un mensaje supuestamente moderno lo más destructivo del pasado. Por eso es una rebelión destructiva.
—¿Puede fallar en algo el llamado a la rebeldía del peronismo para que esa otra rebelión tome tanto predicamento?
—Las concreciones. Las materializaciones.
—¿Qué perfil tiene que tener el próximo gobierno?
—El gobierno que viene tiene que hacer mucho y hablar lo justo, contarle a la ciudadanía semana a semana qué es lo que se está haciendo, como se está haciendo, y con evaluaciones periódicas. Hacer mucho y hablar poco. Esa es la solución para construir certezas. Y siempre un vínculo directo con la gente, ya sea conferencia de prensa, cadena, o con o el método que se encuentre para que las distintas generaciones sepan qué se está haciendo, cómo informarse, hacia dónde vamos y lograr el acompañamiento.
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