Espectáculos

Marcos López muestra en Recoleta

El artista plástico santafesino inaugura la muestra Debut y Despedida, con la que repasa sus obras desde 1978, en la que de suma nuevos soportes además de fotografías.


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El miércoles 27 de febrero se inaugura en Buenos Aires una muestra de Marcos López: Debut y Despedida. Obras 1978-2012, en la que el artista deja momentáneamente el territorio de la fotografía y comparte con su público nuevos formatos, soportes y lenguajes artísticos.

Mediante instalaciones, esculturas, dibujos, acuarelas y pósters intervenidos, López expone un conjunto de obras que dan cuenta de su etapa artística actual, pero a la vez refleja una retrospectiva de su trabajo, un happening experimental inspirado en la feria agrícola ganadera de Rafaela, en la Kermes de Liliana Carezca organizada en el Centro Cultural Recoleta en 1986, y un trabajo sobre la vibración visual y sonora de Plaza Constitución que muestra la textura y el exceso del subdesarrollo.

Marcos López comparte con su público, una vez más, su mirada particular sobre lo contemporáneo. “Los parques de diversiones que paraban en las afueras del pueblo de mi infancia, entre los charcos, entre camiones y carpas de gitanos, con los pies húmedos de un suelo siempre pantanoso, con colores fuertes de chapas machucadas, con premios de plástico barato, con ponis tristes, con un tren fantasma que no asusta porque se filtra luz”, recuerda López.

Marcos López, Santa Fe (1958). Estudió Ingeniería desde 1976. En 1978 comenzó a tomar fotografías. En 1981 abandonó los estudios universitarios para dedicarse por completo a la fotografía. Obtuvo una beca de perfeccionamiento del Fondo Nacional de las Artes. Se trasladó a Buenos Aires y asistió a talleres de fotógrafos argentinos y extranjeros. Integró la primera promoción de becarios de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, Cuba.

Desde su sitio web, el artista santafesino se define: “Yo «pinto» con lo que me permiten las herramientas digitales, pero teniendo en cuenta a los grandes. Me interesa además que mi obra sea una reflexión sociopolítica. Y no es algo que me proponga, sino que me sale. Fue Alan Pauls el que dijo que a mí no me interesaba el subdesarrollo, sino su textura. Podría definir como bisnieto rebelde de Cartier-Bresson. Yo tomo las influencias del mundo desarrollado, que, recicladas, dan lugar a un remake desde la periferia, desde la violencia que le es propia a Iberoamérica. La poesía que se escribe en un bar de Río, Vinicius de Moraes, se hace escuchando la metralla de los narcos en las favelas”.

Su última muestra en Rosario fue “Vuelo de Cabotaje”, realizada en el Museo Castagnino en 2010. López obtuvo el Primer premio adquisición Salón Nacional de Rosario, Museo Castagnino Macro.-

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