Fuente: dataclave.com.ar
“Bacterias coliformes por fuera de lo normado por lo que NO sería apta para el consumo”, dice el informe -al que accedió Data Clave- donde se califica a una de cinco muestras que se tomaron del agua que día a día usan y consumen los detenidos en el penal de Marcos Paz, uno de los más grandes dentro del Sistema Penitenciario Federal. El peritaje realizado por el Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina puso en alerta a distintos sectores políticos y judiciales, en un contexto de emergencia penitenciaria y de crisis con respecto a los lugares disponibles dentro del sistema carcelario.
El informe donde se extrajo la conclusión sobre la situación del agua contaminada se dio en el marco de un habeas corpus del que tomó conocimiento este portal y que fue presentado por la defensa de un hombre detenido en Marcos Paz que viene denunciando una serie de inconvenientes de salud que relacionan directamente con el consumo del agua. En esa presentación, solicitó al Juzgado Federal N°1 de Morón que se le dicte prisión domiciliaria a su defendido.
El 9 de abril pasado, en el marco de esa acción, es que se tomaron cinco muestras de los distintos módulos de Marcos Paz. Para determinar si el agua es potable, se usó como guía la denominación que existe dentro del Código Alimentario Argentino. En su artículo 982, se entiende que el líquido que es apto para alimentación y uso doméstico “no deberá contener substancias o cuerpos extraños de origen biológico, orgánico, inorgánico o radiactivo en tenores tales que la hagan peligrosa para la salud; deberá presentar sabor agradable y ser prácticamente incolora, inodora, límpida y transparente”.
Además, establece que el “agua potable de uso domiciliario es el agua proveniente de un suministro público, de un pozo o de otra fuente, ubicada en los reservorios o depósitos domiciliarios” y que deberán cumplir con una serie de “características físicas, químicas y microbiológicas”.
En base a ello, se llevó adelante el estudio. Dos de las muestras no mostraron parámetros por fuera de lo normal mientras que el agua tomada de los módulos 1 y 4 evidenció valores por fuera de lo permitido. De la muestra del módulo V es que se distinguió el dato más preocupante: el agua no sería apta para el consumo.
Si bien la determinación se conoció hace pocos días, lo cierto es que desde hace meses hay abogados que reclaman por el estado del agua. Sostienen que sus defendidos no pueden elegir qué agua tomar y que ingerir líquido no apto para el consumo (o directamente contaminado) atenta directamente en su condición humana.
El habeas corpus aún no fue resuelto. Fuentes del SPF recordaron a Data Clave que hubo un incidente similar en 2023 que se resolvió a través del otorgamiento de agua mineral y con el compromiso de llamar a licitación para conseguir una planta purificadora.
De acuerdo a un fallo de la Cámara Federal de San Martín de agosto del año pasado, «se encuentra fuera de objeción que la calidad del agua disponible para el consumo, no sólo para las personas alojadas en el Complejo Penitenciario Federal II del S.P.F., sino para la población en general que habita esa localidad –y otras adyacencias-, posee características que desaconsejan su ingesta, con los efectos en la salud informados por el Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional, a partir de los informes técnicos periciales oportunamente dispuestos».
En ese marco, no se hizo lugar a la posibilidad de una sanción pecuniaria contra el SPF y se hizo foco en que la solución requería de recursos monetarios que excedían al Servicio. Con este nuevo habeas corpus, la situación vuelve a poner en foco el estado de las cárceles federales.
En Marcos Paz, de acuerdo a las estadísticas del SPF, hay -al 19 de abril-1876 personas alojadas. Solo en el módulo cuestionado hay 346 internos. En total, el Servicio tiene lugar para alojar a 10.932 presos. No obstante, en este momento hay 622 personas más dentro de las distintas cárceles federales.
