El jefe de Gabinete, Marcos Peña, insistió en declarar que «las paritarias son libres», aunque no tanto: subrayó que, en las negociaciones, el gobierno apostará por lograr compromisos para cumplir «la (revisada) meta del 15 por ciento» de inflación fijada para este año por el Ejecutivo. Traducido: libertad restringida.
«Vamos a trabajar en el marco de las paritarias libres para, sin perjudicar al trabajador en el salario real, comprometernos todos con esta búsqueda de la meta del 15 por ciento», dijo Peña en una conferencia de prensa ofrecida en la mañana de este martes en la Casa Rosada. Fue al cabo de la primera reunión de Gabinete del año, encabezada por el presidente Mauricio Macri.
Los periodistas consultaron a Peña sobre las versiones según las cuales el gobierno busca desactivar la inclusión de cláusulas gatillo en los convenios paritarios, una estrategia gremial ante el incumplimiento de las pautas inflacionarias estimadas por el oficialismo aunque activada en pocos casos. El ministro aclaró que «la paritaria estatal es a mediados de año» y que, en las del sector privado, «cada sector tiene su realidad». La respuesta poco clara dejó traslucir, sin embargo, la voluntad de desactivar esa herramienta: «Hay que ser respetuosos de esa realidad y, en todo caso, el Ministerio de Trabajo arbitrará cuando haya conflictos», indicó el jefe de Gabinete.
A fines del año pasado, el gobierno reformuló las metas de inflación para los próximos tres años a partir contra las estimaciones vertidas en el propio proyecto oficial de Presupuesto 2018 y lo calculado por el Banco Central. Así, la secuencia es de 15 por ciento para 2018, 10 para 2019 y 5 para 2020.
El ministro coordinador reiteró que «las paritarias son libres», aunque volvió a subrayar la necesidad de que estén en sintonía con la meta inflacionaria de 2018.
En los dos años del gobierno de Cambiemos, no obstante, las estimaciones inflacionarias del Ejecutivo quedaron sensiblemente por debajo del alza de costos real de la economía, por lo que los gremios buscan esquivar esas cifras o bien incluir en las negociaciones algún respaldo, como las cláusulas gatillo que el oficialismo no desea ver en los textos.