La espera terminó y la talentosa María Becerra se convirtió en la primera artista argentina en agotar el Estadio de River donde este viernes por la noche ofreció un show verdaderamente deslumbrante, de más de dos horas y con una lista de más de treinta canciones, con una puesta en escena a la altura de cualquier show internacional, que repetirá este sábado.
La artista de 24 años, referente del pop urbano a nivel internacional, brindó el primero de sus dos shows previstos con entradas completamente agotadas (en total casi 200 mil) y más allá de su conocido talento, marcó una vuelta de página en la historia de la música argentina a partir del inédito despliegue en escena, con efectos especiales, pantallas, objetos en movimiento a gran escala y en altura, coreografías deslumbrantes e infinidad de cambios y detalles de vestuario.

Montado sobre el centro del campo de juego, y no delante de la tribuna Centenario como pasa habitualmente, María innovó así con un show 360°, con visión privilegiada desde cualquier lugar o rincón del recinto, un hecho que además permitió que todo el show sea mucho más que un encuentro de música, como otros shows de similares características.
Oriunda de Quilmes, y siempre muy clara y respetuosa de sus orígenes humildes en una familia trabajadora, La Nena de Argentina, como la conocen sus fans, no sólo se convirtió en la primera artista del país en llenar un River, sino que además lo hizo con una capacidad récord, dado que superó las 92 mil personas sólo en la primera noche.
El show estuvo dividido en etapas, contó con varios invitados y además de presentar su último álbum, titulado Quimera, también cantó canciones de todo su repertorio, particularmente aquellas que le dieron enorme popularidad en el país y el exterior.
La gran galamusical, que agotó localidades en tiempo récord, fue pensada como una celebración personal y profesional. María atravesó meses intensos, tanto a nivel laboral como emocional, y el River 360° funcionó como una especie de consagración y desahogo frente a miles de fanáticos que la acompañan desde sus inicios y que cantaron cada una de sus canciones en medio de una euforia sin precedentes.

Sin embargo, hubo un instante que rompió con la euforia general y expuso el costado más íntimo de la artista. En pleno show, María se quebró en llanto arriba del escenario, sorprendiendo a todos los presentes. El motivo no fue una canción ni un discurso, sino un gesto silencioso y profundamente personal de su pareja, J Rei.
El cantante decidió tatuarse en honor a María como muestra de amor y apoyo incondicional, un detalle que ella advirtió en medio del recital y que la desbordó emocionalmente. La escena fue captada por las pantallas gigantes y generó una reacción inmediata en el público, que respondió con aplausos y ovaciones.
Al final llegó el momento más político del encuentro, donde Becerra reivindicó al país, al talento nacional, llamó a defender “lo argentino” en un momento donde la economía pareciera depender de decisiones foráneas, destacó la labor de todo su equipo artístico y técnico, y aseguró que nivel del espectáculo el país está para grandes cosas. “No miremos tanto para afuera, defendamos lo nuestro, lo de acá”, dijo visiblemente conmovida.