El enclave rosarino en el Gabinete nacional tiene final cantado desde hace un tiempo con las insistentes versiones de una pronta salida de la arquitecta y ex vicegobernadora santafesina María Eugenia Bielsa como ministra de Desarrollo Territorial.
La novedad, en las últimas horas, es el nombre de su reemplazante: el segundo del Instituto Patria y actual intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, un incondicional de Cristina Fernández.
Los cuestionamientos a la arquitecta especializada en urbanismo se fundan en la poca actividad del área, que «no arrancó», es la queja repetida. En particular, le achacan el retraso en los proyectos de construcción de viviendas anunciado en los primeros minutos de la gestión del Frente de Todos, una clave de la reactivación tras la debacle macrista que se torna más urgente en función de la estrategia oficial post pandemia.
La mayoría de los embates a Bielsa provinieron de territorio bonaerense. «No construyó ni una vivienda en el conurbano», le recriminan intendentes de la sensible región desde donde se empoderó su posible sucesor.
La funcionaria ya había sufrido un sustancial recorte de presupuesto con el traspaso de la Secretaría de Integración Socio-Urbana, que estaba bajo su órbita y pasó por decreto presidencial a Desarrollo Social. Es la que manejaban –aún lo hacen– afines al dirigente social Juan Grabois. El área es la encargada de la urbanización de asentamientos irregulares que ya armó un registro con 4.400 barrios populares en todo el país (Renabap).
En la Casa Rosada escudriñan la forma en que la salida casi segura de Bielsa sea sin heridas notorias: le buscarán otro lugar en la función pública para no lastimarla. Los tiempos son otra variable sensible: sería incómodo que el cambio esté pegado a la carta de Cristina Fernández que mencionó a «funcionarios que no funcionan».
Urbanización en barrios: el proyecto ya no está a cargo del área que conduce María Eugenia Bielsa
Ferraresi tiene imagen de ser todo lo contrario a lo que cuestionó la vicepresidenta: al ingeniero todos le reconocen alta capacidad de gestión, y ponen como ejemplo la gran cantidad de obra pública en el distrito que comanda. El jueves pasado, estuvo de visita en Balcarce 50, en el despacho del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. Esa reunión alimentó los rumores sobre su desembarco en Desarrollo Territorial. Otro punto a su favor: cuenta con el apoyo de CFK. Bielsa, con el afecto del otro Fernández del binomio presidencial, Alberto.
El revuelo en la cartera tiene que ver con lo sucedido hasta ahora pero más con lo que sigue. La construcción de viviendas es un eje importante para la salida de la pandemia y un recuperación económica que ponga a flote el empleo y la producción que tocaban fondo antes de que el covid la complicara más. Las viviendas implican utilización de mano de obra intensiva con insumos, en su mayoría, de fabricación nacional, lo que promueve más puestos laborales. Es la «recuperación virtuosa» mentada por el ministro de Producción Matías Kulfas en entrevistas con medios porteños, entre ellos LPO. Desarrollo Territorial y Hábitat es área imprescindible para motorizar la nueva etapa así definida, junto a la de Obras Públicas que conduce Gabriel Katopodis, otro integrante del Gabinete surgido de un municipio bonaerense, en su caso el de San Martín. Él y Ferraresi integran la influyente «Liga de intendentes». Bonaerenses, claro.
El Ministerio que hasta ahora encabeza Bielsa tiene cuatro líneas de acción vigentes: Plan Procrear, Plan Argentina Construye, Plan Nacional de Suelo Urbano y Argentina Construye Solidaria. Todos apuntan a la estrategia post covid.
La sacudida en la conducción de la cartera, por ahora, circula en un off y para oídos de medios y periodistas porteños. «No vamos a hacer ningún comentario, todavía no hay nada resuelto, esperamos la decisión del presidente», dijeron voceros de la Casa Rosada mencionados por el portal Dataclave.
