El crimen de María Marta García Belsunce ocurrió hace más de 20 años; el de Nora Dalmasso lleva más de 15 años; y la denominada “Masacre de Wilde” se produjo hace 28 años: los tres casos emblemáticos de la historia criminal argentina tienen en común que durante este año se llevaron a cabo los juicios orales, aunque dos de ellos permanecen impunes y posiblemente nunca se lleguen a esclarecer.
El 2022 fue escenario del debate oral por el asesinato de María Marta, pero un tribunal de San Isidro absolvió al entonces vecino de la socióloga, Nicolás Pachelo; lo mismo ocurrió con el asesinato de Dalmasso, en Córdoba, donde un jurado popular declaró inocente al viudo Marcelo Macarrón luego de que el fiscal ni siquiera logró acusarlo.
Distinto fue el caso de la denominada “Masacre de Wilde”, el cual demoró 28 años en proporcionar justicia a los familiares de las víctimas, que se convirtieron en referentes de la lucha contra la violencia institucional ya que los siete condenados a 25 años de prisión por matar a cuatro inocentes eran policías bonaerenses al momento del hecho.
A su vez, otros resonantes juicios comenzaron este año aunque finalizarán en 2023, como el de Blas Correas, asesinado en agosto de 2020 por un disparo policial en Córdoba Capital; el de la banda del exjuez César Melazo, imputada de cometer distintos hechos delictivos en La Plata; y el del niño Lucio Dupuy, en La Pampa, donde la madre del nene muerto en noviembre de 2021 y la pareja podrían ser condenadas a prisión perpetua por homicidio calificado y violación.
Además, los medios periodísticos revivieron las crónicas de archivo sobre las muertes de dos adolescentes: Matías Bragagnolo, fallecido en 2006 en el barrio porteño de Palermo tras recibir un golpe en la cabeza; y Matías Berardi, secuestrado y asesinado en 2010 en Campana.
El de Bragagnolo terminó en la absolución de cinco acusados de “homicidio preterintencional”; y el segundo con la condena a una mujer que había sido absuelta en un primer debate, aunque esa decisión fue revocada y se la sometió a un segundo proceso como integrante de la banda.
En tanto, otro juicio que terminó en absolución fue el de Pilar Riesco, cuyo novio, Patricio Reynoso, fue hallado inocente del presunto femicidio ya que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 18 porteño no halló pruebas de que él la arrojó desde el balcón, en marzo de 2020, en Nueva Pompeya.
Por su parte, el líder narco rosarino Esteban Lindor Alvarado fue condenado al cabo de dos juicios orales por homicidios, tráficos de drogas, balaceras, amenazas y otros graves delitos: en uno le dieron prisión perpetua y en el otro, con menos de una semana de diferencia, 15 años.
Pero, sin dudas, la atención estuvo puesta en el juicio al viudo Macarrón por el Caso Dalmasso, que se desarrolló durante el primer semestre del año; y el que se le siguió Pachelo por el Caso García Belsunce, que concluyó el 2 de diciembre pasado.
En el caso Dalmasso, cometido en noviembre de 2006 en Río Cuarto, se trató del primer y único debate por el femicidio, más allá de que Macarrón fue el cuarto imputado distinto que tuvo la causa y, al igual que los tres anteriores, terminó desvinculado del asesinato del que inicialmente lo acusaron de ser el autor material y luego el intelectual.
De hecho, el fiscal de juicio, Julio Rivero, finalmente desistió de imputarle el crimen al momento de los alegatos, por lo que el jurado popular lo declaró inocente.
“No se puede acusar por acusar”, señaló Rivero en el debate que concluyó 15 años, 7 meses, 1 semana y 2 días después de que el cadáver estrangulado de Nora fue encontrado en su casa del barrio Villa Golf.
Ahora, la justicia de Río Cuarto aceptó un requerimiento para seguir con la investigación de parte de Facundo Macarrón, hijo de la víctima y, a su vez, uno de los imputados iniciales del expediente, quien considera que el sospechoso del crimen de su madre es un empresario que era amigo de la familia.
Sin embargo, la justicia primero debe resolver si por el tiempo transcurrido el caso ya prescribió.
Mientras que por el crimen de la socióloga María Marta, ocurrido en octubre de 2002 en Pilar, fue el tercer juicio que se realizó tras uno en el que condenaron al viudo Carlos Carrascosa -finalmente absuelto de todos los cargos en su contra por la Corte Suprema de Justicia de la Nación-, y otro en el que se juzgó a los familiares de la víctima por “encubrimiento” y que también terminó en absolución en una segunda instancia.
Esta causa, al transcurrir más de 15 años desde ocurrido el hecho, quedó prescripta para los que ya estuvieron acusados.
En cambio, quienes están determinados a revertir el fallo absolutorio del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro son los fiscales del juicio a Pachelo, Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González, ya adelantaron que apelarán ante el Tribunal de Casación Penal bonaerense.
“Pachelo fue es y será el asesino de María Marta García Belsunce”, aseguró Ferrari tras conocer el veredicto del tribunal, al que describió como “vergonzoso”.
En definitiva, tras meses de debate y una larga serie de extenuantes audiencias, los juicios a Pachelo y Macarrón dejaron en claro que resulta extremadamente difícil probar quién es culpable cuando la instrucción inicial de la causa tuvo marcadas deficiencias.
Comentarios