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María Paula González Tomassini: la campeona que resiste el paso del tiempo y la discriminación

La taekwondista rosarina de 43 años, quien recientemente conquistó su noveno Mundial, sufre desde hace mucho con la violencia machista que mancha su deporte y tantísimos otros. “Pleno Siglo XXI y todavía se niegan a que una mujer ocupe una posición de poder”, argumentó

La vida de María Paula González Tomassini es digna de una biopic al mejor estilo de Hollywood. Campeona de absolutamente todo desde hace casi 20 años y muchas veces ninguneada por las autoridades por el simple hecho de ser mujer, esta rosarina de 43 años venció mil y un obstáculos para poder seguir transitando el camino que eligió hace tanto tiempo, el de “la perseverancia y la tenacidad” como ella misma lo describe, y que le enseñó desde temprana edad el taekwondo. Sacrificio, constancia y un sinfín de maneras de pegar durísimo, indispensable para mantenerse activa en esta reconocida disciplina surgida en Corea del Sur en la década del 50.

“Entreno desde los 5 años y hace casi 30 años que compito. Mi primer torneo internacional fue en 1996, en un Panamericano que se hizo en Canadá y desde ahí nunca dejé de competir”, comenzó relatando esta incansable luchadora en su charla con El Hincha, que la visitó en el Dojang donde además de entrenar a diario para sus competencias, también enseña lo muchísimo que aprendió a lo largo de los años, en los cuales nunca paró de acumular títulos, como el logrado recientemente en el Polideportivo Roberto Pando de San Lorenzo.

“Esta última fue la novena vez que ganó el Mundial de la corriente Unet Chift y para mí fue un desafío personal particularmente difícil, ya que tenía varias lesiones en el tobillo y en la rodilla. Además fue una emoción muy grande porque era la primera vez que lo compartía con mi hijo”, relató con orgullo María Paula, a quien le brillan especialmente los ojos cuando mira a su hijo Franco, primer Dan con apenas 12 años y medalla de bronce en el certamen que se desarrolló durante el primer fin de semana de agosto en Buenos Aires.

El taekwondo también le dio un compañero de aventuras como Javier Seguetti, otro veterano de las artes marciales, quien a sus 51 años se las arregla a la perfección para seguir tirando patadas y piñas al más alto nivel como lo hizo a lo largo de toda su vida. Nacido en Corral de Bustos pero rosarino por adopción, este licenciado en enfermería también sabe muy bien lo que es ser perjudicado por animarse a enfrentar a todos aquellos que consideran al deporte que aman como un negocio.

María Paula, su hijo Franco y Javier cosecharon varias medallas en el último Mundial

“Durante este año se hicieron cinco selectivos y los dos terminamos primeros en el ranking de Argentina. Pero así y todo, por poco nos dejan afuera de la Selección que compitió en el Mundial. Y como esa tenemos un montonazo de historias para contar”, aseguró María Paula, esta verdadera trotamundos que peleó (y ganó) en todas partes y que en esta etapa de su vida quiere lo que desde hace bastante le vienen negando: respeto y justicia.

Es que no todo se trata de tirar golpes para esta rosarina, quien además se desempeña como abogada en defensa de la infancia vulnerada y la violencia machista. “Este año sufrí más que nunca de discriminación: a pesar de estar en la cima del ranking a nivel nacional y de todos mis títulos, no quieren saber nada con que sea la entrenadora de la Selección Nacional. Pleno Siglo XXI y todavía se niegan a que una mujer ocupe esa posición”, argumenta esta luchadora experta que también practicó full contact, king boxing, muay thai y hasta karate, y que tiene bien identificado a qué clase de enemigos se enfrenta: “Se trata de personas que no respetan los principios fundamentales del taekwondo: los de la cortesía, integridad, perseverancia y un espíritu indomable”.

Y sobre que los fondos estatales son escasos, estar enemistado con un sector de las autoridades complica aún más un escenario de por sí complicadísimo para cualquier deportista amateur de Argentina. “La ITF (NdR: Federación Internacional de Taekwon-Do) no tiene nada que ver con la Federación Mundial de Taekwondo (WTF), que es olímpica. Entonces nunca recibimos subsidio. Son dos deportes totalmente distintos: nosotros usamos mucho más las manos y la fuerza”, explica María Paula, quien fue declarada deportista ilustre por el Concejo Municipal de Rosario. Y enseguida agregó: “Esta disciplina acá no es profesional, pero sí tiene un nivel de competencia altísimo en otros países, los cuales brindan un apoyo tremendo a sus deportistas. En el último Mundial vino gente de todas partes del mundo”.

“Viajar se está haciendo cada vez más difícil y no tenemos ningún tipo de ayuda. El Mundial anterior había ido en Australia, en 2019 (en 2021 no se hizo por la pandemia) y planificar algo así ahora sería imposible”, sentenció González Tomassini, más allá de que lo último que piensa es en tirar la toalla: “Soy maestra de alma y ahora mi objetivo es rendir mi séptimo Dan para seguir mejorando en lo que amo hacer”.

“Somos una familia ensamblada y taekwondista que a diario enfrentamos todo tipo de obstáculos, pero por suerte nos tenemos el uno al otro para ayudarnos a mejorar y crecer. Y también contamos la colaboración de gente con un corazón enorme, como el Gran Master Guillermo Stupenengo, quien nos abrió de par en par las puertas de su escuela en Buenos Aires, o también Edgardo Grisolia, que a diario nos deja practicar en su gimnasio acá en Rosario. Creo que a esta altura ya no tengo más nada que demostrarle a nadie y por eso quisiera que me respeten un poco más”, resumió González Tomassini, quien si un día quisiera colgarse al cuello la gran cantidad de medallas que ganó a lo largo de casi tres décadas de competencia, sin duda luciría muy similar a la imagen del legendario Michael Phelps con todas sus preseas olímpicas. Sin duda un póster de presentación ideal para una buena peli.

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