Juan Pablo Di Lenarda / Especial para El Ciudadano
Edgar Soliz Guzman forma parte del Movimiento Maricas Bolivia, y se describe como pobre, cholo y maricón en un país donde reconocerse como indígena determina una segunda opresión. Ser maricón e indígena en el país vecino conlleva a una discriminación y violencia que aún queda latente.
“Resignificar la palabra marica y asumirlo, políticamente, viene a desmoronar ese aparato lingüístico que usa el homofóbico para desplazar, violentar y asesinar. Asumimos lo afeminado, femenino, sodomita, para posicionar nuestras corporalidades y sexualidades” agregó el activista marica tras recordar que para el propio diccionario de la DRAE marica-maricón significa: “hombre afeminado y de poco ánimo y esfuerzo, insulto grosero con su significado preciso o sin él”.
Para las maricas, chisos, mamasitos, marimachos, tracas, si estos insulto pierden su categoría destructiva y denigrante, y se usa de manera contraria, no solo se cambian las reglas de un lenguaje exclusivo, sino que también se de-contruyen los conceptos.
La palabra “gay” además de ser escrita en inglés, representa a ciertos estereotipos que excluyen a los maricas bolivianos, ya que aglutina a una determinada hegemonía corporal, de clase y blanca que no se adapta a la estructura social de país.
“A partir de ahí marica es el gesto políticamente incorrecto que une corporalidades, sexualidades y subjetividades periféricas y disidentes. Marica, mala palabra para el hombre heterosexual y homosexual, deviene de india, chola, vieja, fea, etc” dijo Edgar llamando a repensar las formas normativas, las sexualidades y las corporalidades, bajo el legado teórico de la “tía” Perlongher, Lemebel, Casas, Arenas entre otros escritores maricas, poetas, teóricos, y activistas disidentes de América Latina.
Nación Marica
Así como se titula uno de los libros del escritor Juan Pablo Sutherland, se llama el programa que se emite desde Radio Lider 97.0 F.M de la ciudad de El Alto – Bolivia con la finalidad de pensar una mesa de discusión entre las machorras, travas, y maricas del colectivo. Nación Marica, es el único programa del país con estas características, ya que el trabajo de producción y conducción está integrado por ellas mismas. A la fecha han producido más de 60 programas, grandes reportajes e incluso han recibido premios como el de “Periodismo sin riesgo” y “Derechos Humanos”.
Este proyecto es autogestionado en su totalidad, desde la producción y emisión y es conducido por dos integrantes del Movimiento Maricas Bolivia, Roberto Condori y Edgar Soliz, que además de ser estudiante de Literatura, co produce y co conduce el programa desde sus inicios.
“El programa viene a interpelar el mal tratamiento informativo de los medios de comunicación, la violencia que se genera desde el sensacionalismo, la re-victimización y criminalización de nuestras sexualidades, el usurpar la voz de maricas, machorras y travas” manifestó Edgar remarcando la importancia de “Nación Marica” en los medios de comunicación para discutir la re construcción de estas identidades indígenas, desplazadas a la invisibilidad.
Lucha en Bolivia
En los últimos años se han registrado al menos 65 asesinatos a personas del colectivo LGBT, y tan solo uno ha tenido sentencia judicial. Estos datos fueron recolectados por organizaciones políticas y civiles a falta de información oficial por parte del Estado, ya que este tipo de delito no se encuentra tipificado como tal en la legislación boliviana. Es por esto que la comunidad LGBTI viene exigiendo la inclusión de los crímenes de odio en el código penal de dicho país. Mientras tanto las transexuales y transgéneros cargan con un promedio de vida de 35 años, y más de 80 casos de agresiones transfóbicas en los últimos años.
“Siempre planteamos que la familia es el primer espacio donde se violenta la homosexualidad, violencia simbólica, psicológica, física que puede llegar a ser mortal. Hay muchos casos que no llegan a ser denunciados porque la familia prefiere no asumir el caso por la vergüenza que significa exponerse con un familiar asesinado por marica, trava o marimacha” agregó el activista marica, criticando la reproducción neocolonial de la agenda LGBTI del primer mundo, “se está centrando la lucha en la demanda de derechos para esta población, que evidentemente es necesaria, pero se descuida las problemáticas locales desde la realidad y la identidad boliviana que son más urgentes porque tiene que ver con la supervivencia. La lucha debe ser interseccional permitiendo reconocer los distintos modos de opresión en las corporalidades no heteronormadas”.
Maricas migrantes
Según el último Censo Nacional en la Argentina son 345.000 bolivianos los que viven en el país, conformando la segunda colectividad más numerosa después de la paraguaya.
“Las maricas bolivianas que migran a Argentina lo hacen por su precaria situación económica pero también escapando de la violencia heterosexual generada en sus familias o comunidades indígenas” aseguró convencido Edgar Soliz, aunque esto no quita la violencia desmedida que sufren en nuestro país por el solo hecho de ser migrantes y bolitas. Todos ellos y ellas se enfrentan a una doble y hasta triple discriminación.
“Cristhian Uscamayta Curi, argentino de padres bolivianos y activista de la comunidad boliviana, entrevistado para Nación Marica, aseguró que la violencia y discriminación es mayor en Buenos Aires porque concentra la mayor cantidad de bolivianos migrantes y no así en regiones como Salta o Jujuy, donde fluye y se comparte mucho de la cultura boliviana”, agregó el militante marica.
Hoy por hoy la realidad de la migración boliviana es diferente a las olas migratorias de los 80 y 90 que se exiliaban principalmente por cuestiones económicas. Hoy los bolivianos migran a la Argentina en búsqueda de derechos de igualdad y sensibilidad con respecto a los Derechos Humanos y Diversidad Sexual, cosa que en Bolivia aún sigue gestándose.
Actualmente los bolivianos están siendo perseguidos por ser bolitas, negros o portar el rostro indígena, sin ir muy lejos hace poco tiempo se derogó un artículo del DNU 70-2017 que demonizaba al migrante boliviano extranjero limítrofe, permitiendo el exilio en tres días en el caso de presunción de un delito, vulnerando el Derecho Universal de las personas a migrar.
“El gobierno central, desde la figura del presidente Evo Morales, es un gobierno hipócrita que pretende lavarse las manos, respecto a la población LGBTI, con leyes que son una suerte de maquillaje porque no efectivizan lo fundamental de los derechos humanos de la población LGBTI” culminó el conductor del progra