“Que suene una canción más lenta. Que dure un poco más de la cuenta. Quiero disimular que no me se tu nombre. Yo quiero conocerte como corresponde”, reza el estribillo de “2:50”, el tema que el dúo MYA (integrado por Máximo Espíndola y Agustín Bernasconi) estreno hace ya varios meses con muy buenas repercusiones. Ahora, en los últimos días, se conoció la versión remix de la canción con la sorpresa que une a la formación que se conoció grabando la serie Aliados de Cris Morena con dos artistas que también gozan de gran popularidad pero que, a simple vista, forman parte de mundos diferentes. Se trata de Tini Stoessel y el rapero y trapero Duki. El videoclip que los une, con alta calidad estética y sonora, estuvo a cargo de Martín Seipel, un joven que tras subir sus videos a Instagram fue convocado para trabajar con Disney y luego con el sello Sony Music.
“El video estuvo guardado varios días, sobrellevar la ansiedad de que salga fue difícil”, confesó el realizador audiovisual en diálogo con el programa Ahí viene Ramón de Radio Nacional Rosario.
Pero cuando el material finalmente fue subido a YouTube se transformó en tendencia. “Que en un día y medio haya cosechado casi 4 millones de visitas es una locura”, reconoció Seipel.
Los cruces entre artistas son moneda corriente en una escena que asegura orgullosa que su principal fortaleza son las colaboraciones. Pandemia mediante, los audiovisuales comenzaron a tomar empuje y a posicionarse como un elemento artístico de alto valor en redes. “Hubo un cambio generacional con los videoclips. Me crie viendo videos en MTV y por un tiempo se había perdido eso, ahora se le volvió a dar mucha relevancia”, apuntó el joven creativo que contó que durante el aislamiento desarrolló, junto a su equipo de trabajo, un sistema para poder filmar en “los sillones de las casas” de casa artista en cualquier lugar del mundo. “Así fue como llevamos adelante el trabajo durante la pandemia”, expresó.
Lo de “2:50” pasó muy rápido. Según relató el director, lo llamaron de la productora y le pasaron el tema. “Me dijeron: «Tengo una bomba para que dirijas». Y no me esperaba lo que escuché. Puse play y empecé a escuchar a Duki, lo corte, volví a llamar y le dije: «Vos estas loco». Después aparecía MYA y de repente entra Tini. Decís ¿qué es lo que está pasando? La verdad es que estuvo increíble”, relató Seipel.
El proceso creativo
Sobre la realización de los videos, Seipel aseguró que llega al set con una idea en su cabeza. “Tengo un estilo muy personal que es llevar todo al movimiento. En este caso, recibí el tema un sábado y en 72 horas estábamos rodando. Rodar un videoclip con cuatro de los artistas mas importantes de la Argentina no es nada fácil. Cada uno tiene su equipo y yo tengo el mío. Es un trabajo que no hago solo. Se dio todo muy orgánico”, apuntó el realizador. Y reconoció: “En este caso, conocía a todos los artistas menos a Duki. Siempre me dedique al pop y el trap es distinto. Lo bueno que tiene la actualidad es que se combinan, que están todos dándose una mano, lo que me parece genial. Eso también pasa en lo audiovisual donde estamos todos muy colaborativos, no hay egos”, aseguró.
Lejos del furor de sus videos en la actualidad, Seipel estudió Traductor Público pero colgó el titulo cuando se dio cuenta que disfrutaba de las expresiones audiovisuales. “Mi familia se preguntaba qué estaba haciendo. Hoy es diferente. Todo lo que está pasando con las redes, con Tik Tok me parece genial, abre la creatividad en la gente. Y no tiene limites. Hoy estoy acá por haber subido videos en Instagram en 2014. De chico me dedicaba a la acrobacia, a la danza, y quería mostrar lo que hacía. Uno tiene un material para mostrar y no sabes dónde llega. Cada Instagram paso a ser un porfolio de lo que hacés”, analizó.
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Dos horas en la vida
Para la filmación de “2:50 Remix”, tanto Tini como Duki tenían compromisos. “Tenés dos horas”, le dijeron a Seipel. “Eso en un rodaje es tremendo. Pero los chicos tuvieron muy buena onda, se quedaron mas tiempo, y fue una fiesta. Después, la posproducción duró entre 7 y 10 días, la edición la hicimos en 3 días, las 24 horas. Después viene la comunicación con los managers y las discográficas, que es la parte complicada por los cambios. La disputa entre la creatividad y el artista que por ahí no quiere verse mal en un plano. En este caso fue muy fácil. Duki no pidió ni un cambio. MYA y Tini sí, pero chiquitos. El primer corte siempre tiene errores. Es un arte y una responsabilidad muy grande porque está a cargo tuyo la imagen de un artista”.
Ahora, el director disfruta del éxito en las redes de su creación, pero no se queda con eso. “Leo todos los comentarios de YouTube. Porque uno también tiene que pensar en la audiencia. Es una gran responsabilidad la estética de un artista”, concluyó Seipel.
