Gerardo Martino mantiene el perfil bajo. A una semana de haber asumido como entrenador leproso, el Tata prefiere “minimizar” el efecto que produjo su llegada tanto en los futbolistas como en los hinchas leprosos, aunque aseguró que no puede estar ajeno a esta situación de euforia que se vive en el club. “Estoy en una posición de privilegio”, comentó.
—¿Cómo vivís estos primeros días con el grupo?
—Estoy muy conforme con la predisposición de los jugadores. Que ellos estén convencidos y que entiendan que la situación amerita una preparación muy especial es importante. Después será necesario comenzar a obtener los logros en el inicio del campeonato, pero ese será otro momento.
—La mayoría de los jugadores hablan de una gran motivación a partir de tu llegada, ¿tomaste dimensión de lo que representa tu figura para el plantel?
—Cualquier entrenador que llega en estas condiciones con el grupo se siente aliviado. Entiendo que estoy en una posición de privilegio. Lo positivo es ese sentimiento que tienen los muchachos hacia mí, que no puedo evitar escucharlo o leerlo cuando lo exponen públicamente. Lo negativo sería si ese encandilamiento del principio no se continúa con un trabajo serio y con ideas claras. Ahí es cuando se desmorona todo. Esto sirve para lo inmediato, para el largo plazo está en mí reafirmar esa idea que ellos tienen.
—¿Cómo está el grupo físicamente?
—La parte física se está trabajando bien, ya pasaron seis días de entrenamiento y los jugadores mostraron una muy buena predisposición. Imagino que estarán con las dudas lógicas de lo que pretendemos en la parte futbolística, pero de a poco vamos a ir volcando algunos conceptos.
—¿Hubiera sido mejor viajar antes a Mar del Plata para evitar estos días sofocantes en la ciudad?
—Nosotros evaluamos que no era indispensable cambiar la diagramación que había dejado el cuerpo técnico anterior. Acá tenemos un buen lugar de entrenamiento. No vemos que haya ningún inconveniente. Además tenemos acordado cinco amistosos que son suficientes para la puesta a punto.
—¿Sentís que te jugás mucho en este etapa al frente de Newell’s?
—Nada. Es un trabajo distinto a los anteriores por el tema afectivo que tengo con Newell’s, pero la vida pasa por otro lado.
—¿Estás participando activamente en la búsqueda de los refuerzos?
—Participo en la medida que puede hacerlo un entrenador, hasta donde corresponde. Estoy tranquilo porque creo que tenemos un buen grupo al cual le vendría muy bien insertar los dos refuerzos permitidos, pero sin desesperarnos.
—Dijiste la semana pasada que te gustaría que lleguen antes de viajar a Mar del Plata para que después no haya excusas. ¿Será posible?
—No estamos tan mal. Siempre los entrenadores tenemos las expectativas que van a llegar a tiempo. Acá hay dos situaciones: que las gestiones no se hagan o que se realicen como me consta que está sucediendo. Esto es más difícil de lo que parece. Yo hace unos meses cuando veía la situación desde afuera, como sucede con ustedes (por los periodistas), pensaba que había cosas que se podían hacer de otra manera; ahora que estoy adentro veo que no era tan fácil como suponía cuando estaba afuera.
—¿El mercado está más difícil para Newell’s que para el resto?
—Creo que para todos está complicado. Salvo Vélez o River, los demás están como nosotros. No es lo ideal, pero para llegar a la situación de Vélez hace falta un recorrido. Newell’s lo tuvo en su momento, pero se cortó y ahora hay que empezar de nuevo. Mi expectativa es que el Newell’s de mañana no tenga que esperar que se abra el libro de pases, salvo una necesidad muy puntual.
—¿En qué momento están hoy las negociaciones que iniciaron?
—Me consta que se está haciendo lo indispensable para tener a los refuerzos lo antes posible. Hoy diría que depende poco de Newell’s. En algunos casos la pelota está en otro sector y no en nuestro campo. Ustedes saben todo así que no hace falta que aclare cuáles son los lugares que tratamos de cubrir.
—Desde tu llegada sabemos un poco menos…
—(Sonríe) Es mejor para todos. Así cuando tomamos contacto tenemos de qué hablar.
—¿El sistema ya lo tenés definido?
—Yo tengo una idea de qué tenemos que hacer y cuál sería la disposición táctica a utilizar, pero no quiero decir nada que después en otro momento ustedes (por los periodistas) puedan decir: “Nos dijo una cosa e hizo otra”. No tengo un sistema predilecto, hay que adaptarse a las necesidades y a lo que uno tiene.
—¿A Mauricio Sperduti dónde lo ves?
—Probablemente más como delantero que en el mediocampo.
—Volviendo a los refuerzos, siempre se dice que hay algunos planes A y si no llegan los técnicos tienen planes B. ¿En tu caso hay alternativas a aquellos jugadores que propusiste?
—No, en mi caso si no es un plan A, tiene que ser un plan A. Si no llegan dos jugadores que consideremos nos puedan solucionar carencias en algunos sectores que tenemos más desprotegidos preferimos quedarnos con lo que tenemos.
