Realista, claro en sus conceptos, conocedor que las matemáticas no son iguales cuando el rival a alcanzar es el poderoso Boca. Gerardo Martino aseguró que la derrota pegó duro porque la ilusión estaba en todos y la sensación es que se empezó a escapar.
“Es una semana muy difícil. No es sólo que se perdió un partido, también está la forma en cómo se perdió y esa sensación de que se empieza a escapar algo. La ilusión de la gente la teníamos nosotros también y es muy probable que en este corto plazo perdamos de vista un montón de hechos positivos”, aseguró el Tata.
—Esto no empaña la campaña…
—Hace poco ustedes (por la prensa) me dijeron si no lográbamos el título habría poco por reprochar. La realidad es que no. Por más que al principio del campeonato no éramos candidatos, o pelear arriba no era nuestro objetivo, la realidad es que los muchachos fueron construyendo algo muy lindo y con San Lorenzo nos quedó la sensación que se no está escapando.
—¿Creés que todavía hay chances?
—Siempre trato de ser realista. Con cuatro puntos de diferencia, el puntero se debería equivocar casi dos veces… y el puntero es Boca. Creo que por ahí pasa lo más importante. Si fuera otro equipo tal vez estaríamos más ilusionados. Pero estos equipos con tanta jerarquía es difícil que se equivoquen dos veces. Cuando tienen el objetivo tan cerca casi nunca fallan.
—¿Ya empezaste a analizar los refuerzos para el próximo torneo?
—No, porque aunque no trascendiera estaría traicionando a un grupo que está haciendo un esfuerzo muy grande. Tanto esfuerzo merece terminar dignamente el campeonato. Tampoco vamos a cambiar un equipo entero. Con las respuestas que dio este grupo tampoco vamos a traer tanto. Y además Newell’s no puede tener otro libro de pases sin vender, porque sino será muy difícil reforzar. Lo que sí tengo claro es que los refuerzos que lleguen deben ser para jerarquizar al plantel.
—En un fútbol argentino lleno de picardía, ¿creés que debés cambiar algo tu filosofía de juego dentro y fuera de la cancha?
—Por el contrario, creo que hay que intensificarlas, dentro y fuera de la cancha. Estoy muy contento de formar parte de un grupo que piense y juegue de esta manera. Esta viveza que mencionan para mi es trampa, llorada, ventajeada. No pretendo ser un adalid de la justicia, pero sí quiero que mi equipo tenga un rasgo definido. No estar al margen de la ley, no sacar ventaja de la trampa, nunca llorar. Se dice lo que hay que decir pero nunca con la idea de sacar ventaja.