“Disfruto mucho de dirigir este equipo, me gusta verlo jugar. Por ahí sufro como sufrí el otro día cuando no podíamos convertir, o cuando un centro defectuoso casi nos deja sin nada. Disfruto mucho el día a día, por ahí no tanto durante los noventa minutos del partido. Pero me siento tan identificado con estos jugadores que después puedo disfrutar de los partidos cuando los vuelvo a ver en mi casa”.
No hay dudas que Gerardo Martino le dio identidad a Newell’s. El entrenador impuso desde el vamos una forma de jugar donde el control del balón, la presión en el campo rival y el buen trato de pelota son prioridades. Por eso no sorprende este presente, ni mucho menos que el propio Tata disfrute al ver jugar a su equipo, aunque como es habitual en él, el elogio desmedido lo pone incómodo.
—Además de elogiar el juego de Newell’s muchos periodistas señalan que este equipo se asemeja al Barcelona en su forma de jugar, ¿qué sentís al escuchar eso?
—Es una exageración. Estoy agradecido a quienes lo dijeron, pero creo que es una exageración. Pasa que en el fútbol argentino es muy difícil encontrar dos personas que opinen lo mismo sobre el juego de un equipo o de un jugador. Por eso es tan difícil contestar sobre cuál es el estilo del fútbol argentino. De lo que estamos seguros, es que lo que hacemos es lo que más le conviene a Newell’s. De ahí a compararlo con el Barcelona…
—¿Creés que enfrentan al otro gran equipo del fútbol local?
—Vélez es un equipo muy parejo en todas sus líneas, que destaca sobre todo en ataque. Hizo la incorporación que todos querían hacer, que es la de (Facundo) Ferreyra. Pratto también es muy importante por su desequilibrio y su potencia. Además tiene volantes que llegan mucho y hay que tener mucho cuidado con eso. Creo que darle el protagonismo puede ser peligroso.
—¿Qué sentís cuando un jugador de la trayectoria de Gabriel Heinze te dedica un elogio tan importante diciendo que sos un técnico con el que da gusto trabajar?
—Lo que voy a decir es lo mismo que dije cuando llegaron, tanto él como Maxi (Rodríguez) o Nacho (Scocco). Tienen un gran compromiso con la institución y hoy un poco todos nos estamos apoyando en ellos, porque si miramos su trayectoria, como mínimo asusta. Por ejemplo, el otro día estábamos haciendo un ejercicio, y a partir de un movimiento que él (Heinze) hizo, aprendí una nueva forma de salir desde el fondo. Cuando uno tiene un jugador que fue entrenado por Rafa Benítez, Ferguson y otros más, la única que queda es ser un poquito inteligente para saber absorber cuestiones nuevas que no solamente ayudan al equipo sino que me ayudan a mí a crecer.
—Siempre decís que el equipo ideal puede ser distinto de una fecha a otra, ¿qué representa repetir por tercera vez la misma alineación?
—No me molesta si tengo que cambiar, así como no me desespero por repetir el equipo. Me gusta mucho tener muchas posibilidades de elección. No es un tema que me quite el sueño.
—Heinze también dijo que no imagina un Alex Ferguson en el fútbol argentino, ¿coincidís?
—Absolutamente. Coincido con que en el fútbol argentino es imposible pensar en un (Alex) Ferguson. Hay poco más para agregar, los motivos están a la vista. Es más, creo que un Gareca (en Vélez) o un Pepe Romero (en All Boys) ya es algo milagroso.
—Si bien señalás continuamente que el objetivo debe salir de la tabla de abajo, ¿ser líder y único invicto no debe pasar inadvertido en vos?
—Yo tengo que pensar en lo que está pasando hoy. Que el equipo siga ganando, siga sacando puntos, y siga alejándose de la zona peligrosa de los promedios. Si en la fecha 14, 15 o 16 estamos arriba seguramente la obligación nos llevará a pelear por algo más, pero pase lo que pase el otro problema no se irá.
—La temporada termina en junio de 2013, ¿este presente te hace pensar al menos en quedarte hasta esa fecha?
—No es algo que tengo en mi cabeza, lo único que hago es pensar en el domingo que viene. Ya habrá tiempo para eso. Ahora disfruto del presente, de este equipo y de estar en Newell’s. Esa idea no ocupa ni el cinco por ciento de mi pensamiento, en diciembre después de las elecciones vemos.