Alvaro Arellano
Los números pueden ser datos sueltos o elementos fundamentales para explicar los hechos. Algo de eso hay en lo que dejaron las Paso presidenciales del último domingo. Juntos por el Cambio (JXC) y Unión Por la Patria (UP) perdieron más de 7 millones de sufragios respecto a la Paso 2019. Votos más, votos menos, el número coincide con la cosecha que le permitió a Milei resultar el más votado para la carrera presidencial. Otros números que podrían explicar esta sangría son los de la economía a lo largo de los últimos ocho años.
Ante la dificultad que implica una posible migración de votos de Juntos a Unión, o viceversa, todos empiezan a mirar, por un lado los sufragios que quedaron huérfanos, es decir aquellos que fueron a candidatos que no estarán en la general (725.000), por otro lado al universo de personas habilitadas para votar y que no lo hicieron (10.475.000).
Mientras la dirigencia política se tomó su tiempo para digerir el resultado electoral, el día a día en la vida cotidiana transitó aumentos de precios, especulación e incertidumbre. Mientras que Javier Milei profundizó en público sobre su plan de gobierno y comenzó a provocar reacciones en distintos sectores que se verán directamente afectados por el menú que propone el liberal libertario, desde el gobierno nacional, hasta ahora, la respuesta más concreta fue la decisión de devaluar la moneda un 22% y un par de días después intentar renegociar acuerdos de precios.
Más allá de la participación o injerencia que pueda tener el movimiento del tipo de cambio mayorista en precios finales, muchos de los aumentos en productos de la canasta básica rondaron el mismo porcentaje de la devaluación. Desde la Cámara de Supermercados de la región confirmaron a este medio que, por ejemplo, fabricantes de productos de limpieza remarcaron un 20%. Parece difícil justiciar casi el 100% del traslado devaluatorio a un producto que se fabrica en Argentina.
Números que hablan
Retomando el análisis de los números, la tendencia del domingo estuvo más cerca de ser explicada con los datos de la economía que con las encuestas previas. La erosión de salarios y jubilaciones parecen haber gravitado más que cualquier tipo de expectativa a futuro reflejada en las principales encuestas.
Algo que adelantó El Ciudadano previo a las paso fue que los indicadores de referencia en la economía no auguraban un buen desempeño para el oficialismo encarnado en Sergio Massa, aunque el recuerdo de hace cuatro años, forjado por quienes le compitieron cabeza a cabeza (JXC), no eran precisamente los mejores. Al menos en la primera vuelta, la población le picó el boleto a ambas gestiones.
En los resultados provisorios de la primaria presidencial, Milei obtuvo 7.116.352 votos. Casual o causalmente, el número estuvo cerca de los 7.168.960 sufragios que perdieron JXC y UP (ex FDT) entre la Paso de 2019 y la del domingo pasado.
En agosto de 2019 el FDT, con la fórmula Fernández – Fernández, obtuvo 12.205.900 votos, mientras que JXC con el binomio Macri – Pichetto sumó 8.121.689. La sumatoria dio 20.327.589 sufragios.
Este domingo los números bajaron considerablemente para ambos espacios. JXC restó casi un millón y medio de votos y sacó 6.698.029. Por su parte, el peronismo sufrió una sangría de casi seis millones de sufragios en el término de cuatro años, y sacó 6.460.600.
A partir de estos datos, y con lo sucedido a lo largo de la semana en materia económica, parece difícil que la tendencia inicial se revierta, aunque por supuesto, no todo esta dicho. A lo ya expuesto, se puede sumar que entre la paso y la primaria, tanto de 2015 como de 2019, al peronismo le costó expandir su electorado, incluso en esta último donde ganó en primera vuelta.
¿Y ahora?
Tras el salto devaluatorio y una semana cargada de remarcaciones que superaron el ajuste devaluatorio, de incertidumbre y de especulaciones, el gobierno acordó retomar una política de precios con algunos sectores de la industria de primera necesidad hasta fines de octubre.
Desde el sector supermercadista de la región indicaron que las listas de precios no se hicieron esperar durante el lunes post Paso. A partir de los nuevos acuerdos de precios, ratificados el viernes pasado, algunos sectores anularon esas listas iniciales y retrotrajeron, otras que especulan con un eventual nuevo movimiento cambiario, ratificaron los remarques.
El desfasaje en productos de primera necesidad fue lo más estruendoso en materia de precios, pero el post electoral fue más allá. Salto en las naftas, problemas para la entrega de insumos en industrias o en corralones, dificultades con las licencias para importar en reconocidas firmas, y hasta la suspensión de la actividad en las dos plantas que tiene Swift en la región, con 2.500 empleados, fueron algunas de las réplicas que dejó el terremoto electoral del domingo 13.
Más allá de los posibles acuerdos de precios o la discusión por una suma fija para el sector formal de la economía, en las intervenciones públicas que tuvieron Massa y funcionarios del actual gobierno, se los vio más decididos a hablar de Javier Milei y anticipar lo que puede suceder en caso de que se imponga definitivamente, que de trazar una estrategia firme de cara a octubre.
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