Además de la difícil tarea de ayudar a las víctimas, los cooperantes enfrentan en Nepal el inmenso desafío de la reconstrucción, con más de 130.000 viviendas destruidas y 85.000 dañadas, según las cifras presentadas hoy por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Más de 6 mil personas murieron en el terremoto de magnitud 7,8 registrado el sábado pasado en el país y las numerosas réplicas que siguieron.
Según las estimaciones, hay 2,8 millones de personas que se quedaron sin hogar y más de tres millones dependen de la ayuda alimentaria.
Numerosos supervivientes en las zonas más apartadas esperan ayuda y ya hubo peleas entre las víctimas para repartirse los pocos suministros disponibles.
«La inaccesibilidad de algunas zonas, la falta de helicópteros para el transporte de alimentos, la mala comunicación y las cuestiones de seguridad son los mayores desafíos para aquellos que necesitan ayuda con urgencia», señaló la OCHA.
Mientras tanto, las autoridades tomaron medidas contra aquellos que quieran aprovecharse de la situación para ganar dinero: quien suba los precios de los alimentos básicos tendrá que pagar una multa de 2.000 dólares y podría pasar 10 años en la cárcel, según indicó un despacho de la agencia DPA.
El gobierno cree que los criminales son también el origen de los constantes rumores sobre nuevos terremotos inminentes.
En la noche del jueves numerosos habitantes de Katmandú volvieron a salir a las calles ante estos temores. «Este tipo de rumores los ponen en circulación delincuentes comunes que aprovechan para entrar en las casas cuando la gente las abandona», dijo el portavoz policial Prajwal Maharjan.
Por otra parte, se van reduciendo las esperanzas de encontrar a más personas con vida bajo los escombros, según la OCHA.
El jueves pudieron ser salvadas dos personas, pero las acciones de búsqueda y rescate están llegando lentamente a su fin.
Ahora los objetivos principales son enterrar a los muertos, identificar a los desaparecidos y reunir a las familias que quedaron separadas.