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Más de 30 detenidos serán acusados de integrar una banda de narcomenudeo

La Justicia Federal ordenó 29 allanamientos en Rosario, Villa Gobernador Gálvez y localidades del Cordón Industrial para dar con una organización que vendía drogas a baja escala. La causa comenzó por denuncias anónimas en coincidencia con dos sangrientos crímenes

La Justicia Federal ordenó 29 allanamientos simultáneos en Rosario, Villa Gobernador Gálvez y localidades del Cordón Industrial para desbaratar una banda dedicada al narcomenudeo, como se conoce la venta de estupefacientes a baja escala. Unos 350 uniformados de distintas fuerzas de Seguridad movilizados en más de 100 vehículos realizaron el operativo donde secuestraron un arma de fuego, dos plantas de marihuana, 800 gramos cannabis, 90 mil pesos además de celulares, motos y autos de las 31 personas detenidas que serán indagadas en los próximos días. Voceros del caso dijeron que la pesquisa comenzó en abril de 2018 por denuncias anónimas y en coincidencia con dos sangrientos crímenes vinculados a disputas territoriales por el comercio de drogas en zona sur. Sin embargo, un investigador aclaró que las personas apresadas ayer “no están relacionadas con ninguna de las bandas conocidas que nombran en los medios” al tiempo que prefirió resguardar el nombre del líder de la organización desbaratada hasta que le tomen declaración en los tribunales.

El Ministerio de Seguridad de Santa Fe informó que la investigación estuvo a cargo del Juzgado Federal Nº 4, a cargo de Marcelo Bailaque, y del fiscal Guillermo Lega de la secretaría N° 1 quienes iniciaron la pesquisa en abril de 2018 a raíz de distintas denuncias anónimas y ordenaron los primeros allanamientos en noviembre pasado. En esa oportunidad recolectaron la información que dio origen a las medidas a cargo de efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI), la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y la Prefectura Naval Argentina (PNA) con auxilio de personal de la Unidad Regional II.

Palabras del ministro

El ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro se reunió con sus agentes minutos antes que realicen los operativos para agradecerles su labor. “Quiero reconocerles todo el esfuerzo, sé que están desde muy temprano para llevar adelante esta operación. También destacar el trabajo de los investigadores realizado durante estos últimos meses para llegar hasta el final”.

Pullaro agregó que “las investigaciones son complejas, llevan tiempo y los investigadores muchas veces se meten en lugares complicados y difíciles para poder llevar adelante su trabajo y culminar con éxito un procedimiento”.

Desde su Ministerio informaron que la mayoría de los 29 procedimientos estuvieron focalizados en la zona sur de Rosario y Villa Gobernador Gálvez donde detuvieron a 16 hombres y 15 mujeres. El comisario Martín López, subdirector de Narcocriminalidad Zona Sur, agregó en conferencia de prensa que las personas apresadas no están relacionadas con “ninguna de las bandas conocidas que se nombran en los medios”. Sobre la cantidad de estupefacientes incautados dijo no poder precisarla hasta que terminen de trabajar pero se mencionaron 800 gramos y dos plantas de cannabis. Y consultado sobre quién proveía de droga a la banda explicó que es aún materia de investigación.

 

 

Imágenes de allanamientos realizados por PDI junto a TOE

La muerte del Carancho Flores

Si bien los investigadores no hicieron ninguna mención para vincular hechos, trascendió que uno de los domicilios allanados en Villa Gobernador Gálvez –en Cervantes al 300– es la escena del crimen de Juan Carlos “Carancho” Flores Camino, un conocido distribuidor de drogas de barrio Tablada acribillado el 3 de abril de 2018, el mismo mes en que la Justicia Federal inició la causa que derivó en los operativos de ayer.

Carancho tenía 56 años y hacía menos de dos años que se había mudado a Villa Gobernador Gálvez en una suerte de retiro de las violentas disputas de drogas en el sur rosarino, ya que había vivido la mayor parte de su vida en Alem al 4000, una zona de barrio Tablada donde las balaceras se tornaron cada vez más sangrientas. Sin embargo, tres meses antes de morir, su yerno Alberto Alejandro Menéndez fue asesinado a tiros en el mismo lugar donde lo mataron, en un ataque que se supone estaba dirigido a él y que terminó concretándose.

En ese entonces, ambos crímenes fueron interpretados por los investigadores como parte de las históricas disputas entre las facciones de los clanes Ungaro-Funes (barrio Grandoli y un sector de Tablada) contra los Caminos-Segovia (Municipal y la otra parte de Tablada).

Las mismas recrudecieron en marzo de 2016 cuando los enfrentamientos se mudaron a Tablada tras el asesinato de Mariela Miranda, madre de dos de los cuatro hermanos Funes, lo que produjo desde entonces medio centenar de asesinatos. Para algunos pesquisas, Carancho respondía a las filas de los Caminos-Segovia. Pero desde hacía de un año y medio que había intentado salir de este negocio mudándose a Villa Gobernador Gálvez, donde puso un local familiar de venta de autos usados. Sin embargo, creen que Carancho siguió con el narcomenudeo, ahora en modalidad delivery, y a la vez cometió el error de pasarse de bando. Por eso el rumor más fuerte tras su ejecución apunta a que los autores fueron los Caminos-Segovia. Otros detectives no creen esta versión y apuntan a que los homicidas respondían al otro bando.

Dos pistolas y 75 cartuchos

Durante los primeros minutos de este miércoles, efectivos del Comando Radioeléctrico realizaban un operativo de saturación en barrio Tablada y observaron a dos jóvenes con actitud sospechosa en Alem al 4000. Los muchachos intentaron huir al trote pero fueron apresados en una vivienda precaria donde, según los uniformados, les encontraron dos pistolas calibre 9 milímetros y una mochila con 50 cartuchos de ese calibre, una caja con 25 municiones más y un cargador color negro. Ambos fueron identificados como Lucas E. y Alex A. Sus edades no fueron informadas.

 

 

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