Al menos 37 personas, incluido un fotógrafo de la agencia de noticias AFP y otros nueve periodistas, murieron este lunes en Afganistán en una serie de mortíferos atentados en Kabul (reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico) y en el sur del país.
Un doble atentado suicida golpeó la capital la mañana de este lunes, dejando al menos 25 muertos, entre ellos el jefe de fotografía en Kabul, Shah Marai. Otros ocho periodistas murieron también en el segundo ataque.
Más tarde se produjo otro atentado suicida en Kandahar (sur) que mató a 11 niños, y el asesinato por balas de un reportero afgano del servicio en pastún de la BBC en Jost (sudeste).
Por otra parte, un militar estadounidense murió y otro resultó herido «durante una operación de combate en el este de Afganistán», informó la representación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otán) en Afganistán en un comunicado. «Varios miembros de las fuerzas de seguridad afganas también murieron o resultaron heridos», dijo la Alianza Atlántica sin dar más detalles.
El ataque de Kabul fue reivindicado por la rama afgana del grupo yihadista Estado Islámico (Isis, por sus siglas en inglés) en un comunicado en el que fustigó a «los apóstatas de las fuerzas de seguridad y de los medios».
Según un balance del ministerio del Interior, el doble atentado causó al menos 25 muertos y 49 heridos.
La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) y el Centro de Periodistas de Afganistán contabilizaron por su parte nueve periodistas muertos, entre ellos Shah Marai, jefe del servicio fotográfico de la oficina de la AFP en Kabul.
Marai y los otros periodistas habían ido a cubrir el primer atentado, cometido poco antes de las 8 locales (3.30 GMT, las 0.30 en la Argentina) cerca de la sede de los servicios de inteligencia (NDS). Murieron en la segunda explosión, ocurrida unos 30 minutos más tarde.
De 48 años, Marai trabajaba para la AFP desde 1996 y había cubierto ampliamente la situación en el país bajo el régimen talibán y la invasión estadounidense en 2001, tras los atentados de Al Qaeda en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001.
«Aprendí fotografía yo solo, así que siempre estoy buscando mejorar. Ahora mis fotos se publican en todo el mundo», decía Shah Marai sobre su trabajo.
Según una fuente de la seguridad afgana, el kamikaze que atacó este lunes a la prensa se había mezclado entre los reporteros «llevando una cámara».
«El kamikaze se hizo estallar entre los periodistas», dijo a la AFP el portavoz de la policía de Kabul, Hashmat Stanikzai.
Talibanes y el Estado Islámico
«Esta tragedia nos recuerda el peligro sin cese al que deben enfrentarse nuestros equipos sobre el terreno y el papel fundamental de los periodistas para la democracia», reaccionó Fabrice Fries, presidente de la AFP.
«Estamos devastados por la muerte de nuestro fotógrafo Shah Marai, que era testigo desde hacía más de 15 años de la tragedia que golpea el país. La dirección de la AFP saluda el valor, el profesionalismo y la generosidad de este periodista que había cubierto decenas de atentados antes de ser él mismo víctima de la barbarie», declaró la directora de la Información de la agencia de noticias, Michèle Léridon.
Numerosos mensajes de simpatía y condolencias llegaron a la oficina de la AFP en Kabul, otro de cuyos periodistas, Sardar Ahmad, murió en marzo de 2014 junto a toda su familia –salvo un hijo de tres años– en un atentado talibán.
Sardar era uno de los mejores amigos de Shah Marai, que deja por su parte seis hijos, la más pequeña de los cuales nació hace 15 días.
Atentados en Jost y Kandahar
A última hora de la mañana, un nuevo atentado kamikaze mató a once niños que se habían agrupado en torno a un convoy rumano de la Otán cerca del aeropuerto de Kandahar, informó el portavoz del gobierno provincial, Said Aziz Ahmad Azizi.
Otras 16 personas resultaron heridas, entre ellas cinco soldados rumanos de la Otán y dos policías afganos, precisó.
Por otra parte, un reportero afgano del servicio de la BBC en pastún murió por disparos de bala este lunes en Jost, anunció la radio-televisión británica en Kabul.
«Es con enorme tristeza que la BBC confirma la muerte de nuestro reportero afgano Ahmad Shah como consecuencia de un atentado», dijo la empresa en un comunicado.
Los ataques, que no fueron reivindicados, se producen después de que los talibanes anunciaran el miércoles el inicio de su ofensiva de primavera.
Kabul se ha convertido, según la ONU, en el lugar más peligroso de Afganistán para los civiles con una recrudescencia de los atentados, generalmente perpetrados por kamikazes y reivindicados por los talibanes o el EI.
Así, los atentados contra civiles causaron dos veces más víctimas en los primeros tres meses de 2018 –763 civiles muertos, 1.495 heridos– que en el mismo periodo de 2017.