Medios de Ecuador publicaron este sábado que al menos 51 detenidos fallecieron en las últimas horas en nuevos enfrentamientos ocurridos en una cárcel de la ciudad costera de Guayaquil, en el suroeste del país, remitiendo a fuentes policiales.
“Hasta la mañana de este sábado 13 de noviembre se han encontrado a 51 personas privadas de libertad fallecidas tras los enfrentamientos registrados, sobre todo, en el pabellón 2 de la antigua Penitenciaría del Litoral, de Guayaquil”, editó el diario Expreso sobre un informe preliminar de la policía.
“Las unidades tácticas de la Policía se encuentran interviniendo el centro penitenciario”, confirmaron voceros de la fuerza de seguridad a la agencia EFE. Familiares de los reclusos recurrieron a las redes sociales para culpar a los agentes de no intervenir a tiempo en la refriega y posibilitar una masacre de gran magnitud. Algunos detenidos, incluso, transmitieron imágenes por Facebook Live pidiendo auxilio.
🎥🛑En #Ecuador #URGENTE «Por favor métanse que no los maten como perros por Dios», son las súplicas de los familiares de los PPL a policías y militares afuera de la cárcel de Guayaquil, mientras adentro continúan los disparos
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— ©halecos Amarillosᴳᴸᴼᴮᴬᴸ 🍀ʷAͤNͣOͬNͤYˡMͤOᵍUͥSͦⁿ (@ChalecosAmarill) November 13, 2021
Los uniformados encontraron durante una inspección al penal un fusil y una decena de cartuchos de dinamita.
A las 08.10 (hora local), los peritos de Criminalística y de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida (Dinased) empezaron a realizar labores en un muro del pabellón 2 de la Penitenciaría. Lo hicieron custodiados por comandos tácticos. Al lado de uno de los cuerpos de las víctimas encontraron 20 vainas servidas.
“Las imágenes que circulan en redes sociales y transmisiones en vivo de parte de los mismos presos es lo que ha permitido conocer que existen heridos, fallecidos y cuerpos que han sido incinerados dentro de la antigua Penitenciaría del Litoral”, publicó Expreso.
El sistema penitenciario del país se encuentra bajo un estado de excepción declarado el 29 de septiembre tras la peor masacre ocurrida en una cárcel, en Guayaquil, donde 118 presos fueron asesinados, varios de ellos desmembrados, en medio de una reyerta entre bandas relacionadas con el narcotráfico, según presumen las autoridades.
Hace dos meses, otra cárcel fue atacada con drones con explosivos. Y en esta oportunidad, los agentes de policía denuncian que fueron recibidos con fusiles, armas largas y cortas. “Es algo lamentable lo que está pasando al interior de las cárceles”, señaló en ese momento el general Fausto Buenaño, comandante de la Policía en Guayaquil.
Otro antecedente fue el 23 de febrero último, cuando amotinamientos simultáneos en cuatro cárceles dejaron al menos 79 reclusos muertos.
Varios analistas responsabilizaron por el kaumento de la violencia dentro de las prisiones al crimen organizado y al narcotráfico internacional. Y señalaron que la tercera parte de los reclusos en Ecuador proviene de organizaciones de tráfico de drogas internacionales. ya se habla de una guerra entre bandas vinculadas a los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
Tras la masacre de septiembre, las fuerzas de seguridad practican operativos periódicos de requisas y control en los centros penitenciarios, cuyo perímetro es controlado por uniformados. La Corte Constitucional dictaminó además que la actuación de los militares en estos recintos no vulnera la carta magna en tanto se mantengan en los exteriores de las prisiones y hasta el primer filtro de ingreso a los recintos.
Ninguna de las medidas consiguió frenar el reguero de sangre. Incluso, con ejecuciones por ahorcamientos en algunos penales.