Con una asistencia histórica y matices atípicos a los de cada 24 de marzo, una multitud volvió a colmar las calles de Rosario con el incansable pedido por memoria verdad y justicia, a 43 años del golpe cívico-militar. A través de un documento que se leyó en el final de la movilización, se visibilizó un fuerte pedido de aceleración de las causas por crímenes del terrorismo de Estado y el rechazo al modelo económico de Mauricio Macri, por su “clara línea de continuidad con el impuesto por los genocidas”. Según la organización, se trató de una de “una de las marchas más masivas de la historia”, que no no contó con la habitual recepción de Madres de Plaza 25 de Mayo, pero sí con la presencia de Adela Lila Panello de Forestello en el escenario.
Con un punto de partida distinto, la columna de gente empezó a ordenarse en la esquina de Santa Fe y Dorrego con sentido a San Lorenzo. Cerca de las 17, la marea humana comenzó a marchar mientras muchos todavía se estaban organizando en la Plaza San Martín. El avance por calle San Lorenzo desvió en Corrientes para volver a tomar Santa Fe hasta Laprida. Una Plaza 25 de Mayo decorada con pañuelos que flotaban en el aire recibió a las columnas con la particularidad de que no se dio el habitual encuentro con las madres.
La esquina de la Catedral no atestiguó el habitual abrazo entre la multitud y Madres de Plaza 25 de Mayo. Pero la marcha y el canto de los asistentes hizo simbólica la presencia de ellas. Su bandera encabezó el recorrido, seguida de organizaciones de Derecho Humanos, sindicatos, gremios, agrupaciones políticas y particulares.
“Nos hicimos la idea de que no iban a poder estar nuestras madres físicamente, pero con mucho esfuerzo tenemos a una de las dos que aún están con vida, Lila Panello de Forestello está con nosotros”, celebró Juane Basso, integrante de Hijos, mientras la movilización llegaba al Parque Nacional a la Bandera. A su vez estimó 60 mil personas en Rosario “para decirle no al olvido, no al perdón, y no a Mauricio Macri, que quiere imponer el mismo modelo económico de los genocidas”.
Previo a la lectura del documento, hubo lugar para tres bandas. Aguaviva, la Barca y Girda y los del Alba interpretaron temas propios y eligieron una de las tantas obras censuradas por la dictadura cívico militar para interpretar. Previo a la lectura del documento, los organizadores anticiparon que su contenido se elaboró en base a “la necesidad de una unidad amplia y heterogénea”, y que la convocatoria fue “una demostración” para decir “basta Macri”.
El documento
El paralelismo del modelo actual con el ejecutado por la dictadura cívico militar a partir de 1976 fue, junto con el freno a sentencias por causas de lesa humanidad en el último año, los dos reclamos principales. Según la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad en 2018 se dictaron sólo 17 sentencias por delitos de lesa humanidad. Desde 2010, no se registraba una cantidad menor a 20 sentencias por año.
En ese contexto, el documento exigió: “Sentencia firme para todos los condenados en Argentina por delitos de lesa humanidad. Exigimos la aceleración de las causas por crímenes del terrorismo de Estado. Rechazamos el proceso de amnistía encubierta que promueve el gobierno nacional. Basta de prisiones domiciliarias a los genocidas”.
En referencia a la situación económica que vive la Argentina agregaron: “En una clara línea de continuidad con el proyecto económico impuesto por los genocidas, el actual gobierno nacional expresa los mismo intereses imperialistas y oligárquicos, con sus planes de miseria, hambre, ajuste y entrega del pueblo argentino, bendecidos por el Fondo Monetario Internacional”.
Dentro de las problemáticas económicas que afectan a sectores de la sociedad, pidieron por “la plena implementación de ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, y la declaración de la emergencia nacional”. Y en referencia a ellas, exigieron “que el Congreso apruebe la ley de interrupción voluntaria del embarazo”, junto con el pedido de “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, y aborto legal, seguro y gratuito”.
Por último el documento reparó en el rechazo a “a las fuerzas armadas y a la represión que están desplegando ante cada reclamo popular”. Para eso, consideraron necesario “profundizar el camino de esa unidad que se viene construyendo en las calles, en cada conflicto, en cada lucha, en cada movilización”.