El presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, defendió ayer el reciente acuerdo nuclear con Irán y pidió a los ciudadanos estadounidenses ignorar los argumentos “perturbadores” y con frecuencia “deshonestos” por parte de sus críticos.
Mientras tanto, el guía supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, advirtió ayer que, a pesar del acuerdo nuclear alcanzado con las grandes potencias, su país mantendrá la misma política frente a la “arrogancia” del gobierno de Estados Unidos.
“¿Resuelve este acuerdo todas las amenazas que Irán presenta para sus vecinos y el mundo? No. ¿Hace más de lo que nadie había hecho antes para asegurarnos de que Irán no obtenga un arma nuclear? Sí”, señaló el jefe de la Casa Blanca en su mensaje semanal.
El acuerdo fue anunciado el martes pasado en Viena entre Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU aglutinados en el grupo de los 5 (EE.UU., Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Alemania.
Por su parte, el ayatolá Alí Jamenei, en una ceremonia celebrada en Teherán con motivo de la oración del Eid al Fitr, que simboliza el fin del mes musulmán del Ramadán, destacó: “Nuestra política no cambiará frente al gobierno arrogante estadounidense”. El público respondió con las tradicionales consignas: “Muerte a Estados Unidos”, “Muerte a Israel”.
“La República Islámica no renunciará a apoyar a sus amigos en la región, los pueblos oprimidos de Palestina, Yemen, pueblos y gobernantes sirios e iraquíes, el pueblo oprimido de Bahréin y combatientes sinceros de la resistencia en Líbano y Palestina”, dijo.
Irán apoya a los gobiernos sirio e iraquí mediante el envío de consejeros militares para combatir a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI). También da su apoyo a los hutíes de Yemen, combatidos por Arabia Saudí; a los opositores de Bahréin a la dinastía sunnita en el poder, y apoyada por Riad; al libanés Hezbolá y a los grupos islamistas palestinos Hamas y Yihad Islámica.
Hostilidad republicana
Por su parte, Obama refutó nuevamente las críticas al acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, que enfrenta la abierta hostilidad de gran parte del Congreso.
“Arriesgaríamos otra guerra en esta región, la más volátil del mundo”, advirtió Obama sobre la posibilidad de que no se hubiera firmado.“Pone la bomba todavía más lejos del alcance de Irán, imponiéndole la prohibición para siempre de poseer un arma nuclear”, agregó.
Los congresistas estadounidenses disponen de 60 días a partir de la presentación oficial al Congreso de los documentos negociados en Viena, para aprobar o rechazar el acuerdo.
Elogios del ayatolá
El número uno de Irán elogió la tarea llevada a cabo por los negociadores, que “trabajaron duramente”. “Sea aprobado o no el acuerdo en el proceso legal previsto, merecen una recompensa”, dijo Jamenei, quien insistió en varias ocasiones en el hecho de que el texto salido de las negociaciones aún debe recibir una aprobación legal.
Por una ley aprobada recientemente, el Parlamento iraní debe aprobar el acuerdo, a semejanza del procedimiento previsto por el Congreso estadounidense.
También debe aprobarlo el Consejo Supremo de Seguridad Nacional (CSSN), dependiente del líder supremo e integrado por los más altos dirigentes.
El arma nuclear, prohibida en el Corán
El ayatolá Ali Jamenei, quien también es jefe de las fuerzas armadas, subrayó la determinación de su país de mantener sus capacidades militares.
“En lo que se refiere al mantenimiento de las capacidades militares y defensivas, en concreto en el clima de amenaza creado por los enemigos, la República Islámica nunca aceptará las demandas excesivas de los enemigos”, dijo. Sin embargo, Jamenei volvió a insistir en que la religión musulmana prohíbe las armas atómicas. “Por orden del Corán y de la sharia islámica (ley islámica), consideramos la producción, la posesión y el empleo del arma atómica haram (prohibida por la religión), y eso no tiene nada que ver con las negociaciones”, declaró Jamenei, quien en el pasado ya había emitido una fatua contra la utilización de tales armas.