Ever Omar Druget tenía 42 años y estaba en su casa de la ciudad de Ibarlucea en la noche de este martes cuando llegaron dos personas en moto, una de ellas forzó la puerta y lo acribilló. De acuerdo a las primeras versiones, recibió 10 impactos de bala.
El nuevo asesinato en la localidad que hace un año se vio convulsionada por el triple crimen de la boda narco fue en la vivienda de la víctima, ubicada en Chacabuco al 300, entre San Lorenzo y Roque Sáenz Peña, alrededor de las 22.45. De los primeros indicios se desprende que quien iba como acompañante en la moto fue quien irrumpió en el domicilio, mientras el conductor quedó esperando en la calle.
El atacante disparó al menos 11 veces contra Druget, de acuerdo a la cantidad de vainas servidas calibre 9 milímetros levantadas por personal policial en el lugar. El hombre recibió una decena de impactos, y falleció en el momento, según determinaron los médicos forenses. Su cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Legal de Rosario para la autopsia.
El último día de enero sumó así el crimen número 24 para el mes.
En un primer momento, intervino en el hecho personal de la subcomisaría 17ª de Ibarlucea, con jurisdicción en la zona. La investigación del caso quedó en manos del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Patricio Saldutti, con la colaboración de la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC).
La conexión Ibarlucea
El 29 de enero del año pasado la pequeña localidad se vio conmocionada por un triple crimen a la salida de la boda de Esteban “Pinki” Rocha y Brisa Leguizamón, quienes se mantuvieron prófugos tras declarar como testigos y cayeron finalmente semanas atrás en Paraguay. Allí fueron ultimados Iván Maximiliano Giménez, de 35; su esposa, Érica Romero, de la misma edad, y le pequeña hija de ambos, Elena Giménez de un año y medio.
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Estas víctimas fueron atacadas a tiros al retirarse de la fiesta por parte de gatilleros que, se sospecha, estaban ligados a Esteban Lindor Alvarado, el capo narco que al mismo tiempo mantiene una permanente disputa territorial con la banda de Los Monos, a través de su allegado, Fabián “Calavera” Pelozo, vinculado a la vez con el conocido clan Loza, con ramificaciones internacionales, y sospechado de haber intervenido en la desaparición de Nahuel “Chino” Fernández, un joven cuyos tres hermanos relacionados con el clan Cantero (Grasita, Parásito y Larva) fueron asesinados.
Estaba prófugo, lo asesinaron a tiros e integraba la banda narco de Calavera Pelozo
Pelozo está sindicado como quien gerenciaba desde Ibarlucea cargamentos de cocaína provenientes de Bolivia que llegaban a esta localidad del Gran Rosario tanto para ser exportada como para la comercialización al menudeo en la zona, a partir del pago en especie por sus servicios. Uno de los lugartenientes de Calavera, Oscar Godoy, fue ultimado a tiros en octubre pasado en Luis Palacios, pueblo vecino a Ibarlucea: hallaron el cuerpo con la cabeza reventada a balazos al lado de ocho vainas servidas 9 milímetros.
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La principal hipótesis apunta a que Giménez perdió un cargamento de drogas que pertenecía a Alvarado y éste, en represalia, ordenó asesinarlo junto a su familia. Tampoco los pesquisas dejan de lado que a la boda asistieron personas investigadas por pertenecer a la facción de Los Monos, por lo que también el asesinato a sangre fría del matrimonio y su hija pudo haber sido como represalia a un cambio de bando o disputas internas dentro de esta última organización.
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Pinki y Brisa tenían pedido de captura de la Justicia Federal de Rosario en el marco de una causa por narcotráfico iniciada antes de la boda, en la que los dos estaban procesados y camino a juicio oral como presuntos integrantes de la facción de una banda de Olga Beatriz “Tata” Medina, de 55 años, con liderazgo en la zona norte de Rosario. El juicio concluyó con la sentencia de esta célebre protagonista de las páginas del crimen a 6 años y medio de cárcel, que unificada con una pena anterior totalizó 8 años y medio.
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Rocha había sido excarcelado en diciembre de 2020 en la causa mencionada, en tanto que Brisa Leguizamón debía cumplir un arresto domiciliario.
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