Lleva el nombre del acaso más famoso emperador de Roma. Pero casi no lo usa: para todos, “el compañero peronista” Julio César Leiva es “el Negro”. El Negro Leiva, entonces, va a contar una trayectoria militante que se remonta más de medio siglo atrás, en la década del 70: ni había cumplido los 15 cuando ya era parte de la UES, el brazo de estudiantes secundarios de la Juventud Peronista. Desde entonces, dice, y hasta ahora mismo, caminó los barrios hasta hacer surcos, y conoció a las organizaciones sociales que surgieron, crecieron y se disolvieron, o prosperaron y permanecieron. Y a todos sus problemas: actualmente se desempeña como articulador del Centro de Referencia en Rosario del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. En lenguaje común, es el que pelea para que desde arriba lluevan –o goteen– los recursos para atender las urgencias y los proyectos en el centro, en la periferia, y en la región: su radio de acción en los territorios alcanza a todo el sur santafesino. En su diálogo con este diario va a admitir que esas urgencias no cedieron, sino que aumentaron. Y que está “cansado”. Pero igual le dio la cuerda para una vuelta más de rosca: es el sexto en la lista de precandidatos a diputados y diputadas que encabeza Lucila de Ponti, que se presenta con el nombre Sin Miedo. Se trata de la alianza que conformaron Ciudad Futura, el Movimiento Evita y Peronismo de la Soberanía –la corriente política que él integra– junto a otras fuerzas provinciales, y que postula a Eduardo Toniolli como gobernador de la provincia, y a Juan Monteverde como intendente de Rosario.
—¿Y tienen chances?
—Por supuesto.
Leiva va a repetir en la charla una palabra, en singular y en plural, de manera recurrente: “Proyecto”. Y relata uno de los temas en los que está trabajando, junto a las demás organizaciones que forman parte de la lista Sin Miedo. Complicado para explicar: Sin Miedo es una de las ocho que van a competir en las Paso del próximo domingo 16 de julio dentro del espacio Juntos Avancemos, que es como se llama en Santa Fe Unión por la Patria. “La política no es simple”, acota el Negro, con experiencia.
Y retoma: no tuvieron todavía acceso a las cifras de residentes santafesinos que se perciben como parte de los pueblos originarios o que directamente viven en comunidades, del último Censo. Y explica que las cifras que tienen en el gobierno provincial no reflejan la realidad. “Estaban hablando de 48 mil personas. Es nada”, se queja.
La cuestión es que Leiva va a acotar que ese número se queda corto ya en Rosario, con tres barrios Qom repartidos en la ciudad, y ni hablar en todo el territorio de Santa Fe, especialmente en el norte Mocoví, también con fuerte y creciente migración hacia Rosario. “Así que no podemos tomar en cuenta ese número, porque no es serio”, marca Leiva. Y puntualiza que la cuestión es de suma importancia, ya que se está pensando –y al parecer hay acuerdos políticos para ello, aunque ya los hubo varias veces y todo se diluyó– en una reforma constitucional para 2024 o 2025, y los pueblos originarios tienen que ser contemplados en una reforma de la Carta Magna. Pero si ni siquiera se sabe cuántos son…
“El tema hay que tratarlo mejor, sino ellos se quedan afuera de esa discusión. Y tienen que aprovechar la oportunidad. Entonces se está haciendo una movida provincial de tratar de juntar a todas las comunidades. Y bueno, yo estoy ayudando con eso”, describe.
Leiva repasa que en Villa Guillermina, Villa Minetti, Tacuarendí, Las Toscas, Rafaela, Reconquista, hay comunidades originarias. “Y en San Javier tenemos una buena cantidad. Ya ahí cubriste el cupo que te están dando como número”, dice.
Leiva remarca que la cuestión forma parte de la plataforma legislativa de Sin Miedo. “Sin duda que la idea es la integración colectiva: la definición es que el problema es de todos, por lo cual la solución la tenemos que integrar todos. Eso me parece que es un punto determinante, cuando otras listas sólo ven la cuestión del Estado como una administración de recursos y no como una gestión política. Para nosotros es importante: eso también permitió que, por ejemplo, sectores parecidos pudieron juntarse, desde la perspectiva del progresismo, o de la centroizquierda, con el peronismo más «pujante», podríamos decir, como el Movimiento Evita o nosotros, el Peronismo de la Soberanía, que somos una organización de carácter nacional, y estamos en 20 de las 23 provincias”.
Lo que narra el candidato a diputado provincial se tradujo este viernes 30 en el playón deportivo del barrio Toba de zona oeste, donde Juan Monteverde, de Ciudad Futura, el candidato a intendente de Rosario de Sin Miedo, y Mariano Romero, el primer candidato a concejal, firmaron el Compromiso con los Pueblos Originarios.
Pero el Negro apunta más alto: enumera las provincias en las que el Peronismo de la Soberanía –organización de la que él pasó a formar parte cuando se integró a ese conjunto dentro del Movimiento Octubres– está constituyendo juntas promotoras. Son territorios del NOA, del NEA, de la Patagonia desde la Cordillera al mar. Y ahí puntualiza: “Es bastante interesante porque, en un momento de crisis del peronismo, tomar la bandera de la soberanía desde un punto de vista amplio y concreto: no solamente desde lo simbólico, que está limitado al Escudo, la Bandera, el Himno. Por ejemplo acá, en Santa Fe, estamos pidiendo la estatización de todos los puertos del río Paraná. Que dejen de estar en manos privadas. Y también el tránsito, la troncal Paraná-Paraguay, que comúnmente se la sigue diciendo Hidrovía, y la Hidrovía es la empresa, no tiene nada que ver con la troncal de navegación. La navegación es un un resorte importante de la economía del país, y por eso también los puertos son importantes en función de que estamos diciendo que por los puertos de Santa Fe se va el 75% de la riqueza… Y bueno: ahí es donde hay que mirar, no tanto en estatizar Vicentin, sino en los puertos”.
El candidato a legislador provincial va exponiendo así el programa que lo orienta, y que él va a impulsar en el Parlamento santafesino, bien sea a través de leyes propias, leyes complementarias o del simple empuje a un tema: como los Concejos Municipales son la caja de resonancia de los vecinos de una ciudad, el Congreso provincial lo es de los habitantes –y de los intereses– que pujan en los territorios federales.
—Pero el gobierno nacional emitió el decreto 949, que plantea una licitación internacional y una nueva concesión para la troncal de navegación. Y el Ministerio de Transporte está en manos de la fuerza política de Sergio Massa, el candidato presidencial del oficialismo…
—Sí, pero desde que está (Diego) Giuliano creo que ha tenido otra perspectiva. Hemos tenido varias reuniones con Giuliano, y de hecho salió el Canal Magdalena justamente porque el Peronismo de la Soberanía lo impulsó junto con otros sectores. A ver: cuando nosotros hablamos de Peronismo de la Soberanía muchos nos dicen: «¿Y hay un peronismo que no es de la soberanía?» Y, evidentemente que sí. Hay un peronismo que, o postergó, o eliminó de su diccionario doctrinario la palabra soberanía. ¿Por qué? Bueno, porque algunos consideran que aggiornarse a los tiempos del neoliberalismo o de la globalización económica es lo adecuado. Y nosotros pensamos que no, que éste es un momento en el que quebramos con la unilateralidad económica del mundo. Y también con la cultural, por lo cual es necesario reflotar las soberanías nacionales y regionales. Porque también es evidente que sólo con la soberanía argentina no vamos a resolver el problema regional, que nos afecta. Directamente e indirectamente, porque si los países que rodean a la Argentina no están en mejores condiciones de vida, y económicas y sociales, tampoco lo vamos a estar nosotros”.
—Peronismo de la Soberanía es una organización relativamentte nueva, ¿verdad? ¿Quiénes confluyen ahí?
—El Peronismo 26 de Julio, a nivel nacional; Compromiso Social, el Movimiento Octubres, varios sindicatos como el Saon (que es el Sindicato Argentino de Obreros Navales), varios gremios más pequeños a nivel local, como Municipales o ATE de diferentes lugares de la provincia de Buenos Aires o de otras provincias, Camioneros de La Plata, Camioneros de Ensenada… Esto no se mueve de una forma monolítica como estamos acostumbrados a ver, sino que se van moviendo –y sumando– por particularidades locales o regionales. Por ejemplo, en Mendoza, se ha sumado el gremio de Judiciales, y Sindicatos de Empleados de Comercio de distintas ciudades. En Buenos Aires, Dragado y Balizamiento, pero en Rosario todavía no.
El Negro refiere que el Peronismo de la Soberanía también tiende lazos hacia afuera, en acciones conjuntas, por ejemplo con Fipca. Se trata de la Fundación Interactiva para Promover la Cultura del Agua, multisectorial que convocó y protagonizó, junto a otras organizaciones, el acampe en Lago Escondido, en defensa del acceso libre al espejo de agua del mismo nombre, en las tierras que compró el millonario británico Joe Lewis, en infracción a la legislación vigente por ser área de frontera internacional en manos de un extranjero. Y también las movilizaciones con caravanas náuticas, acampes o actos, en los puertos sobre el río Paraná y sobre la costa marítima bonaerense, además de las protestas frente a la Bolsa de Comercio de Rosario: en todos los casos por la estatización definitiva de la Vía Navegable Troncal, el dragado y navegación por el Canal Magdalena –un accidente natural– y otros hitos que tienen que ver con la soberanía nacional.
Leiva rememora que el titular de Peronismo por la Soberanía es además uno de los mitos vivientes de la política nacional, el ex guardiamarina Julio César Urien –ahora teniente de fragata en retiro, ascendido por el entonces presidente Néstor Kirchner en 2006– que en 1972 sublevó y se acantonó en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada contra la dictadura del general Alejandro Lanusse para acompañar el regreso del general Juan Domingo Perón a la Argentina. Urien terminó preso tras la sublevación, recibió la amnistía de 1973 –en la que no se liberó a ninguno de los llamados “presos comunes”, como ahora desde sectores de la oposición acusan– pero volvió a ser detenido y atravesó toda la última dictadura en la cárcel, hasta 1983.
Leiva tiene más que simpatías políticas por su figura: “Nosotros entendemos que las banderas de la soberanía es algo que volvimos a enarbolar, pero que no nos pertenece como cuentapropistas. Sería un error hacerlo así”, aclara, y da cuenta de otros sectores, como el Partido Comunista Revolucionario y la Corriente Clasista y Combativa, “o el mismo Carlos del Frade con el FPS” (ahora Frente por la Soberanía Popular, que forma parte del Frente Amplio por la Soberanía a nivel provincial).
Así, Leiva elogia a quien ahora será adversario en las Paso y en las elecciones generales: “Siempre decimos que el campo popular tiene la idea de llegar al mismo lugar, pero por diferentes caminos. Nosotros aceptamos eso y lo entendemos. Creemos que todos tienen un devenir, un proceso y que tenemos que partir de las coincidencias y no de las disidencias”. Y concluye: “Entendemos la complejidad que determina tener una mirada de país, una mirada de provincia, una mirada de ciudad, y una mirada de región: mucho nos ayudó que nuestro compañero secretario General del Movimiento Octubres y referente principal del Peronismo de la Soberanía (Gastón Harispe) sea el presidente del bloque del Frente de Todos en el Parlasur. Te abre la cabeza: el general Perón decía que no hay política nacional si no hay política internacional. No alcanza con mirar la casa de uno si no podemos pensar en la casa del vecino”.