Los docentes del Instituto Politécnico definieron que se tomarán 48 horas más para evaluar las medidas de seguridad que dispuso el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, con el objetivo de garantizar la presencialidad en ese colegio. A raíz de esto, las clases presenciales en el establecimiento no volverán al menos hasta el viernes próximo.
En tanto, tras eso desde Rectorado se solicitó al Ministerio de Trabajo que se dicte la conciliación obligatoria. En un escrito difundido a última hora del lunes, se remarcó: «Habiéndose agotado en el día de la fecha todas las instancias de diálogo, y habiendo puesto a disposición de los docentes del Instituto todas las herramientas institucionales solicitadas para garantizar el dictado de clases presenciales; y ante la desafortunada medida adoptada por la representación gremial, hemos decidido hacer una presentación ante el Ministerio de Trabajo solicitando se convoque en esa instancia a reunión urgente y se dicte de manera inmediata la conciliación obligatoria a los efectos de garantizar el derecho al acceso a la educación de los y las estudiantes del Politécnico y el cumplimiento de las disposiciones nacionales, provinciales y universitarias vigentes».
Sin embargo, hasta este martes a la tarde no se había dictaminado ninguna disposición y todo indica que la presencialidad recién se retomará el viernes, tal como lo plantearon los docentes.
Historia de un conflicto
En el Instituto Politécnico este lunes a la mañana estaba previsto volver a la “normalidad”. Pero desde el gremio universitario Coad se decidió seguir trabajando con burbujas por cuestiones sanitarias. En ese marco, las quejas arrancaron de inmediato.
Los docentes plantearon en un comunicado que, si bien hubo avances en los protocolos establecidos, «aún no están garantizadas las condiciones para la modalidad presencial plena». Y es por eso que la salud de los maestros «podría estar en riesgo con todos los estudiantes en las aulas».
Esto provocó una reacción de inmediato. Sergio Pedalino, el papá de un alumno de la institución, se refirió en los medios a esa situación que impidió el dictado de clases con la totalidad del curso.
“La verdad es que estamos en la misma situación, siempre empantanados con esta intransigencia del gremio que se vino repitiendo en el año pandémico”, observó en conversación con la emisora local Radio 2, y profundizó: “Primero se negaron a dar clases virtuales y hoy, cuando el país esta llamado a volver, nos encontramos con una negativa a avanzar en un sentido en que avanza todo el mundo”, lamentó.
Para Pedalino, el gremio “ha convertido un pilar de movilidad ascendente en un descontrol. Esto no es los papás contra los docentes, que se han portado enormemente bien”, advirtió. Y estableció: “Hay capacidad edilicia, el problema es otro”. Por último, se quejó: “Es sistemático, cada vez que el país avanza, el gremio no acompaña”.
Palabra oficial
En tanto, quien habló más tarde fue Bartolacci. «Hemos resguardado que se cumplan los protocolos como corresponde. El Poli es una escuela que tiene condiciones para garantizar el resguardo de la educación, con más de tres mil metros cuadrados al aire libre para que no se puedan producir aglomeraciones. Y con grandes ventanales”, sostuvo.
Luego, confió en que se están usando aulas de Ingeniería y “está a disposición toda la facultad”. “Hay que ser cuidadosos porque está en juego lo más importante. Vengamos a dar clases. Les pido racionalidad a los docentes y quiero garantizar las condiciones”, remarcó.
Tras eso, Bartolacci adelantó que también se harán testeos preventivos a docentes y alumnos. Por supuesto, siempre y cuando haya consensos necesarios entre autoridades y docentes para regresar a las aulas. «Haremos todos los ajustes que haya que hacer, pero lo que pedimos es racionalidad y estar volver a las escuelas», recalcó Bartolacci.
