“Mírame a la cara ¿qué hablabas en la radio? ¿por qué no contabas todas las vidas que arruinaste por la noche?”, le dijo Natalia a Luis Marcelo Escobar, el locutor de San Nicolás acusado de violar a su hija y a otras 17 chicas entre 2014 y 2016. Los jueces María Isabel Mas Varela, Patricia Bilotta y Mariano Aliau escucharon su testimonio y el que su hija brindó en Cámara Gesell por ser menor de edad. Forman parte de las pruebas con las que la fiscal Carla Cerliani pedirá una condena de 50 años de prisión al hombre. El testimonio coincidió en el de otras víctimas en cuanto al modus operandi del acusado: se hacía pasar por policía de drogas, las subía engañada a su auto y las llevaba a un descampado para abusarlas.
“Este hombre arruinó a toda una familia. Vine porque quiero Justicia y que pague por lo que hizo. No le tengo miedo y lucho todos los días para que mi hija tampoco le tema. Le voy a demostrar que tiene que convertir el miedo en valentía. Le pido a los jueces que se pongan en mi lugar”, agregó la madre de una de las víctimas que declaró este lunes.
En la cara
Natalia entró a la sala de audiencias y miró al acusado de abusar de su hija. Como pudo, contó ante los jueces lo que la chica vivió cuando tenía 15 años. El 2 de enero de 2016, R. salía de la casa del por entonces novio cuando un hombre gordo, petizo y morocho la abordó. Le dijo que la había visto vendiendo drogas junto a otros dos chicos en una moto. Ella desconfió y él le mostró una falsa credencial de la brigada antidroga. Llevaba un handy y estaba armado. Le dijo que los chicos ya estaban presos y la acusó de ser cómplices. Ella accedió a ir a una comisaría y subió al auto por la parte trasera. La esperaba otro hombre sentado que la obligó a mantener la cabeza gacha.
“Acá llevamos a la cómplice. Está limpia”, recordó que el hombre decía por teléfono. Luego bajó en una comisaría pero regresó diciendo que no la querían. Con la excusa de trasladarla a la comisaría de la mujer condujo hasta un descampado. Bajaron. La tiró al piso y, amenazándola con un arma, la violaron entre los dos.
“Ella decía que quería volver a la casa. Él le pedía que bailara y que no grite porque eso no lo excitaba. La amenazaba con matarla y tirarla al río”, contó la mamá. Los hombres la llevaron hasta 27 de Febrero y Circunvalación. Le pidieron que los salude con un beso en la boca y volvieron a amenazarla para que guarde silencio.
Tras eso R. fue hasta la casa del novio y un familiar se comunicó luego con su madre. La trasladaron al hospital Carrasco, donde estuvo internada dos días. Cuando salió, hizo la denuncia.
R. tiene ahora 19 años. Vive con su actual novio y espera un varón para dentro de tres meses. “Ella tiene miedo que el otro hombre la busque. Me dice que se despide todos los días y se despierta con miedo que le haga algo. Se siente culpable, pero no es así. Ella no tenía drogas, no era de noche, pesaba 47 kilos. Quiero saber qué le llamo la atención de mi hija a este hombre si ella no lo provocó”, dijo Natalia.
La mujer contó que su hija no ríe como lo hacía antes y que en sus mirada conserva el dolor de lo que pasó. “Ella se siente vacía. Vive por obligación. Cuando vio en la televisión el anuncio del juicio se lastimó. Es horrible vivir así y acostarme pensando que se puede lastimar”, agregó.
R. es una de las 18 víctimas de Luis Marcelo Escobar, acusado por 11 de casos de abuso sexual con acceso carnal agravado por arma de fuego, dos de abuso sexual con acceso carnal, dos hechos de tentativa de abuso sexual carnal agravado por uso de arma de fuego, dos abusos simples agravados por uso de arma de fuego y un abuso sexual simple. En las próximas semanas el tribunal deberá determinar la responsabilidad del imputado.