Otra víctima de la violencia letal en Rosario: Braiton Exequiel Cejas, de 20 años, murió cerca de la medianoche de este lunes en una casa del extremo norte tras recibir múltiples balazos. Un testigo apuntó a dos personas que se trasladaban en una moto como los atacantes, quienes abrieron fuego contra el frente del domicilio, ubicado en Nuevo Alberdi.
Los pesquisas recogieron en el lugar 15 vainas servidas calibre 9 milímetros. En el frente quedaron las marcas de seis balazos. Dos proyectiles atravesaron la puerta que comunica con un patio interno.
El ataque dejó a otras personas heridas: la propietaria de la vivienda, de 67 años, un hombre de 39 años, otro de 52 y una adolescente de apenas 14, con roce de bala en una rodilla que no requirió internación, aportaron los voceros del caso.
El ataque fue pasadas las 23 de este lunes contra una casa de calle Servellera al 3900. Es en la intersección con Grandoli y unos 350 metros al oeste de la ruta 34 y a 300 del Centro de Convivencia Barrial Nuevo Alberdi.
Braiton murió en el lugar producto de múltiples impactos. La propietaria de la casa atacada, María A., de 67 años, sufrió heridas de bala en la pierna izquierda y el brazo derecho. Una ambulancia del Sies la llevó hasta el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca).
Otro móvil del servicio trasladó al padre de la víctima fatal, Diego, de 39 años, hasta el Hospital Alberdi con un balazo que le atravesó el tobillo izquierdo y que le provocó una fractura. A Tatiana Milagros M., de sólo 14 años, un proyectil le rozó la rodilla. José Luis F., de 52 años, recibió disparos en el abdomen, pierna y hombro izquierdos. Un allegado fue quien lo llevó hasta el Heca donde quedó internado en estado reservado, aportaron voceros judiciales y policiales.
El padre de Braiton alcanzó a ofrecer un primer relato del ataque: le dijo a los policías de la subcomisaría 2ª que dos personas llegaron hasta la casa de su madre, donde todas las víctimas estaban reunidas, y dispararon sin que mediara un conflicto previo.
El caso quedó a cargo del fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos Ademar Bianchini. El funcionario ordenó la intervención de rigor del personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), levantamientos de rastros, relevamiento de la zona y de posibles cámaras de videovigilancia en los alrededores.
