La actualización de las escalas del impuesto a las Ganancias sobre los salarios, ubicada en un 28,29%, generará que «más empleados paguen» ese tributo, mientras que en el verano los trabajadores se verán especialmente afectados por el pago del bono de fin de año y vacaciones.
La administración de Mauricio Macri dio a conocer que los salarios medidos en el índice de Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte) tuvieron entre octubre de 2017 y ese mes de 2018 una suba de 28,29% lo cual derivó, tal como está estipulado, en el ajuste de las tablas de Ganancias de 2019.
En ese sentido, el tributarista José Luis Ceteri indicó en diálogo con NA que ello «va a provocar que muchos que antes no pagaban Ganancias ahora lo hagan, mientras que los que ya estaban alcanzados, pasarán a pagar más».
«Las deducciones no acompañaron a la inflación», sostuvo el especialista y advirtió que también se debe tener en cuenta «el combo de vacaciones de verano y bono de fin de año».
Es que ambos factores se van a traducir en cobrar un monto adicional en los salarios de enero, lo cual tendrá un impacto directo en materia tributaria.
«El bono se va a pagar con el sueldo de enero y eso paga Ganancias, a pesar de no aportar a jubilaciones», resaltó y analizó que en los primeros meses del año los trabajadores suelen cobrar las vacaciones, lo cual también es alcanzado por el tributo.
Señaló que los trabajadores se verán perjudicados con la cifra de la actualización, puesto que «los acuerdos salariales, salvo excepciones, estuvieron por encima de ese 28%».
Insistió en que «los números muestran que el cálculo de la deducción no acompaña al aumento».
«Hay dos impuestos escondidos: el hecho de no reconocer la inflación y que los salarios no condicen con el aumento de las deducciones», enfatizó el tributarista.