El juez de garantías Guillermo Federico Atencio, quien interviene en el caso del crimen de cuatro mujeres, entre ellos el de una nena de 11 años de edad, ocurrido el pasado fin de semana en La Plata, resolvió procesar al único detenido por el hecho, quien fue imputado por «homicidio simple y triple homicidio calificado».
Se trata de Osvaldo Martínez, un joven de 27 años, quien negó su participación en el hecho, al decir que en el momento de los crímenes estaba en su casa.
Sin embargo, el testimonio de un remisero complicaría la situación del imputado.
Martínez mantenía una relación amorosa con una de las víctimas y desde ayer se encuentra aprehendido por orden judicial.
De esta manera, el magistrado hizo lugar al pedido formulado por el fiscal de la causa, Alvaro Garganta, y Martínez quedó formalmente detenido por el cuádruple homicidio ocurrido el domingo último.
El magistrado le imputó al acusado el delito de «homicidio simple» de Bárbara Santos, quien tiene una pena de ocho a 25 años, y de «triple homicidio calificado» que es perpetua, por los otros tres crímenes, ya que consideró que mató a las restantes mujeres para garantizar la impunidad del primero de los hechos.
En tanto, el fiscal Garganta citó al acusado durante la tarde para indagarlo.
Atencio sostuvo que una de las hipótesis principales es que «el asesino esperó que las víctimas estén separadas para perpetrar los crímenes».
En la misma línea, el juez sostuvo, en declaraciones a radio 10, su presunción de que «en primer lugar el asesino ultimó a las tres posibles testigos y luego a la persona que originalmente quería matar».
«En ese caso, estaríamos ante un homicidio y tres homicidios calificados», expresó el juez, que en principio descartó otra de la hipótesis, como la de «un psicótico que mató por matar».
En tanto, en rueda de prensa, el magistrado sostuvo que por el momento no se había encontrado el arma homicida.
Por otro lado, al referirse a la situación de Martínez, sostuvo que presenta algunas lesiones en los brazos y que «un testigo vio su auto en la noche del sábado» último, cuando se cometieron los crímenes, estacionado en el lugar.
Atencio indicó que los testimonios recogidos en torno al caso señalan que Martínez mantenía una «relación conflictiva marcada por los celos» con Bárbara Santos, de 29 años, una de las víctimas del hecho.
Santos, quien tomaba un baño en el momento de ser asesinada, habría presentado resistencia al crimen, ya que en el lugar se encontraron sillas y mesas volcadas.
El juez sostuvo que las otras víctimas -la madre de Santos, Susana Bártoli, una empleada de la Cámara Federal de 63 años; su hija, Micaela Santos, de 11; y una amiga de la familia, Marisol Pereyra, de 30- no opusieron resistencia.
Al ser consultado sobre la existencia de un eventual cómplice en el crimen, el juez dijo que no se descarta ninguna hipótesis en la causa, aunque recordó que el único detenido, en su condición de practicante de karate, es «un hombre fuerte, con la actitud física y el conocimiento para tomar una actitud violenta».
El brutal crimen de las tres mujeres y la menor, quienes fueron ultimadas a puñaladas y palazos, fueron concretados entre la noche del sábado y el domingo últimos, en un PH situado en 28, entre 41 y 42, del barrio platense de «La Loma».
