Familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo de Carlos Orellano, el joven de 23 años que el domingo fue a bailar en el boliche Ming River House, fue sacado por personal de seguridad y tras 36 horas fue hallado muerto en las aguas del río Paraná cerca del local, comenzaron a concentrarse pasadas las 14 en el lugar para exigir Justicia por Bocacha.
Franqueados por la bandera “Basta de impunidad” y Justicia por Carlitos más de 250 personas marcharon los 300 metros que los separaban del frente de Ming hasta el acto por el aniversario del primer izamiento de la bandera Argentina que será a las 18 y estará encabezado por el presidente Alberto Fernández.
Edgardo, papá de Bocacha, dijo en declaraciones radiales al programa A Diario que no descarta que la investigación por la muerte de su hijo pase a la Justicia Federal. Además, advirtió que “los implicados en el asesinato de Carlos son el jefe de los patovicas y dos policías que hacían adicionales y son marido y mujer”.
Esta mujer policía fue la que radicó la denuncia en la comisaría 2ª y en la Prefectura donde contó que este lunes pasadas las 5 mientras estaba haciendo adicionales vio a un joven en la baranda que da al río y que después cayó, sin intervención de terceros. Lo que para la familia de Carlos fue una maniobra para tardar la recolección de pruebas, debido a que el boliche Ming también abrió el lunes por la noche mientras a Carlos lo estaban buscando.
“Perdimos las primeras 36 horas, las principales. Si no iba yo a mover el asunto todavía estaríamos esperando. Si no me empezaba a mover con los fiscales no pasaba nada”, remarcó Edgardo, quien llamó a movilizarse por “un país en libertad donde un patovica no tenga licencia para matar. Donde la policía no embarre la cancha cuando uno levanta pruebas, donde otro no cajonee pruebas”.