Docentes, no docentes y estudiantes marcharon este miércoles al Congreso para pedirle al presidente Javier Milei que «promulgue» la ley de Financiamiento Universitario y que «reconsidere» el proyecto de Presupuesto 2025.
«Los estudiantes de toda la Argentina le pedimos, en un grito de auxilio para salvar al sistema: ¡promulgue la Ley de Financiamiento universitario!«, manifestó la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Piccoli, quien se encargó de leer el documento con el que cerró la multitudinaria Marcha Federal en todo el país, y que tuvo como epicentro la Plaza Congreso.
El texto, al que también suscribieron Frente Sindical de Universidades Nacionales y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), señaló que con la norma aprobada por el Congreso el Presidente «tiene al alcance de su mano una ley razonable que resuelve los problemas, cuidando al Estado y a su economía«.
Asimismo, la comunidad universitaria le «exigió» al jefe de Estado que «reconsidere» el proyecto de Presupuesto 2025, al advertir que «si no se modifica, la situación de las universidades y del sistema científico será mucho más grave que la que atravesamos hoy. Lo que estará en juego es su continuidad».
«Es un error entender como un gasto y no como una inversión lo que el Estado destina a educación, universidades y desarrollo científico», advirtió el manifiesto de las casas de altos estudios.
Y enfatizó que «con la misma fuerza y claridad que lo dimos en abril, estudiantes de todo el sistema universitario reiteramos: no queremos que nos arrebaten nuestros sueños, nuestro futuro no les pertenece«.
«La universidad no es el problema, es parte de la solución«, fue el lema que utilizó la comunidad educativa para rechazar el recorte presupuestario que instrumentó el gobierno libertario.
El acto central de la Marcha Federal Universitaria se realizó pasadas las 17 en la plaza del Congreso, con réplicas en las principales ciudades de todas las provincias del país.
Durante la previa de la jornada de protesta, dirigentes del arco político opositor manifestaron su respaldo al reclamo de fondos por parte de las universidades.
Una de ellas fue la ex presidenta Cristina Kirchner, quien destacó que la educación pública y gratuita garantizó el «ascenso social que nos permitió ser una Argentina diferente» y que, dijo, «vamos a volver a conquistar«.
«Soy hija y tributaria de la universidad pública, nacional y gratuita», destacó la ex mandataria al ingresar al Instituto Patria, ubicado a metros del Congreso.
También se sumó a la movilización el ex candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP) Sergio Massa, y dijo estar «convencido» de que «no hay nada más movilizador que la universidad pública«.
En unas breves declaraciones al canal La Nación+, el referente del Frente Renovador sostuvo que la educación universitaria pública «es la mejor herramienta para la movilidad social ascendente».
Además, por el lado de la UCR se hizo presente el senador por la provincia de Buenos Aires Maximiliano Abad, quien celebró que una «multitud» haya salido a «defender su derecho a aprender, enseñar y progresar en una Argentina que invierta en el futuro«.
«Es mucho más que una movilización sectorial, es la declaración de principios de un pueblo unido: la educación no se veta», subrayó el legislador en declaraciones a la prensa.
Participaron también dirigentes de diferentes sectores como Elisa Carrió, Margarita Stolbizer, Martín Lousteau, Facundo Manes y Horacio Rodríguez Larreta, entre otros.
Por su parte, en la previa de la masiva movilización, el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi, había calificado como ridículas la acusación del secretario de Educación, Carlos Torrendell, a las casas de altos estudios por supuestamente «inventar» alumnos.
«Con todo respeto, eso es una cosa ridícula. Yo lo respeto mucho a Torrendell. Lo respeto mucho como educador, como persona, pero creo que es una cosa que se dijo para evitar la marcha de hoy«, expreso Gelpi en diálogo con radio Rivadavia.
La disputa entre el Ejecutivo y las universidades venía incrementándose desde la semana pasada, cuando docentes y no docentes de la Universidad de Buenos Aires (UBA) realizaron un paro por 48 horas en «defensa de su salario» y de la ley de Financiamiento Universitario.
Tras una reunión en el Palacio Pizzurno, donde funciona la Secretaría de Educación, los gremios habían rechazado el ofrecimiento del Ministerio de Capital Humano de un «5,8% adicional en octubre«, que había sido calificado como «histórico» por esa cartera.
La Marcha Federal Universitaria tuvo, a su vez, el respaldo de la CGT, que formó parte de la protesta en «defensa de la educación y la universidad pública«.
Antes de jornada de protesta, el Ministerio de Capital Humano había dado cuenta de todas las alternativas que barajaron para desactivar la movilización de la comunidad universitaria y señalaron que su «objetivo es lograr la claridad en el manejo de los recursos del Estado«.
«El compromiso del Gobierno nacional con la universidad pública se mantiene firme, priorizando la mejora del sistema educativo», expresó la cartera en la previa de la Marcha Federal, e hizo públicos «siete puntos clave» que el Ministerio destaca en relación a la propuesta y al conflicto: entre ellos, el ofrecimiento del «6,8%» de aumento salarial adicional, que fue rechazado por los gremios.
El conflicto entre las universidades y el Gobierno tuvo varios picos de tensión desde que asumió el gobierno libertario, pero uno de sus momentos más álgidos fue la masiva movilización del pasado 23 de abril, cuando se manifestaron cientos de miles de personas en todo el país para respaldar el reclamo de las casas de altos estudios.