Con movilizaciones en distintos puntos de la Capital Federal, el Conurbano bonaerense, el interior del país y varias ciudades del exterior, la protesta conocida como 8N se convirtió anoche en un acto masivo con diversos reclamos al gobierno nacional y un resabio del que se vayan todos de 2001.
Las principales críticas de los manifestantes a la gestión de la presidenta Cristina Kirchner se centraron en los problemas de inseguridad y en la inflación, mientras que también expresaron su oposición a una eventual re-reelección de la mandataria.
En Buenos Aires, cientos de miles de personas salieron a las calles –especialmente desde el norte porteño– portando banderas argentinas y haciendo sonar sus cacerolas, con las que llegaron hasta la avenida 9 de Julio.
Si bien en un principio no estaba previsto llegar a la Plaza de Mayo, el tapón que generó la multitudinaria convocatoria en el Obelisco hizo que un grupo de gente se dirigiera a ese destino, bajando por Diagonal Norte, para llevar la protesta a las puertas de la Casa Rosada.
Representados con diversos carteles, impresos o hechos a mano, en repudio a la gestión kirchnerista, los manifestantes se movilizaron principalmente desde los barrios del norte de la ciudad, con concentraciones en puntos como Santa Fe y Callao, Cabildo y Juramento, y también en Acoyte y Rivadavia, donde se generaron algunos incidentes.
Alrededor de las 20 fue uno de los momentos más multitudinarios en el centro porteño, donde los manifestantes ocuparon en su totalidad la avenida 9 de Julio hacia la zona norte.
La principal avenida porteña comenzó a llenarse de manifestantes pasadas las 19 y minutos antes de las 20 se interrumpió el tránsito por completo, al igual que en la mayoría de las arterias que cortan la 9 de Julio, entre Sarmiento y avenida Santa Fe.
Los manifestantes llevaban banderas argentinas, y elementos para hacer ruido como cacerolas o pequeñas latas, además de carteles y pancartas.
“Seguridad”, “Basta de corrupción”, “Basta de mentir”, “No a la re-re-”, “Basta de medios K”, “Justicia independiente”, “Constitución soberana”, fueron algunas de las consignas, así como también “Los vamos a juzgar”, “Alternancia boba NO. Respeto a la Constitución”, “¿Por qué la presidenta no habla de la inflación?”, “Ni Clarín, ni Cristina, Nuestra Patria es Argentina”.
“Vengo porque estoy harto de que me mientan con el Indec, con la inflación, con el impuesto a las Ganancias, con los 1.800 pesos para los jubilados, con que todas las causas le caigan a (Norberto) Oyarbide y porque no puedo hacer con mi plata lo que quiero”, planteó un manifestante de alrededor de 60 años, mientras agitaba una banderita argentina en la Plaza de la República.
“Mi principal reclamo es el no a la re-reelección, también me molesta la inflación y que no hay Justicia independiente”, se quejó otro hombre ubicado a pocos metros, mientra que un joven de no más de 35 años agregó: “Basta de buscar dividirnos todo el tiempo. Todos sufrimos Malvinas y todos gritamos los goles en los Mundiales, somos todos argentinos”.