El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, afirmó hoy que cuando mantuvo una conversación telefónica con el candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, le dijo que «el aire de cambio no se detiene» y confirmó que visitó en su casa al postulante de Cambiemos, Mauricio Macri.
«El otro día cuando me llamó Scioli le dije que el aire de cambio que se viene en la Argentina no se detiene», afirmó Massa en el programa televisivo Almorzando con Mirtha Legrand.
Massa, de todas maneras, aclaró que el aire de cambio al que aludía no se detiene «gane quien gane, porque la sociedad argentina no quiere más impunidad, quiere ver presos a quienes usaron sus cargos públicos para enriquecerse».
Subrayó que él apoyará al candidato que haga suyas las propuestas de la plataforma electoral de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA), tales como «el 82% móvil para los jubilados, la emergencia nacional en seguridad, declararle la guerra al narcotráfico».
Consultado por la conductora sobre si se había reunido con Macri en un country, Massa confirmó que el encuentro entre ambos sí se produjo, pero en la residencia del jefe de Gobierno, ubicada en la avenida Libertador.
«Me reuní en su casa. Juliana (Awada, la esposa de Macri) me hizo unas milanesas riquísimas», aseveró el exintendente de Tigre y le restó importancia al encuentro al señalar que «habitualmente» va a visitar al jefe de Gobierno electo «Horacio Rodríguez Larreta», de quien se declaró «amigo desde hace 20 años».
«No tengo por qué ocultar con quién dialogo de otras fuerzas políticas. Creo que la Argentina tiene que acostumbrarse al diálogo, a que haya acuerdos y a que cuando haya desacuerdos podamos contarles a la gente en qué disentimos», dijo Massa.
En relación con la «campaña sucia» que Macri le cuestiona al kirchnerismo, Massa señaló que «la gente tiene el temor a que con Macri venga un ajuste» y que esto «puede tener que ver con su condición empresaria, su origen familiar» y que «el Gobierno hace valer eso, por el prejuicio que muchos tienen».
Por otra parte, se declaró a favor de que el mandato de los presidentes vuelva a ser de «seis años» sin reelección, porque a su criterio durante ese lapso el mandatario «se juega a quedar en la historia», no a reelegirse.