El líder del Frente Renovador, Sergio Massa, evitó dar definiciones sobre su apoyo por uno de los dos candidatos a presidente en el balotaje del 22 de noviembre, aunque sostuvo que «se terminó la política del miedo» en Argentina. Además, anticipó que su fuerza no va a permitir «que con los poderes residuales se pretenda extorsionar al próximo presidente».
En el marco de un encuentro con empresarios del Consejo Interamericano del Comercio y la Producción (Cicyp), el actual diputado nacional y ex candidato presidencial por UNA se presentó como «el garante de la gobernabilidad» en el próximo período pero aclaró que no dará «cheques en blanco» para que se instale «la impunidad o el ajuste».
Massa aseguró que los candidatos presidenciales rendirán «examen» en el debate público del próximo 15 y señaló que ese día decidirá «cuál de los dos convence más» a sus votantes.
«El domingo 15 me lo bloqueé, me compraré baldes de pochoclos, papas fritas y gaseosas y me voy a sentar a ver cuál de los dos convence más a mis votantes, el 15 los dos rinden examen», subrayó.
«No queremos ser árbitros, queremos ser actores centrales de la Argentina del Futuro. Vamos a ser garantes de la gobernabilidad sin dar cheques en blanco para la impunidad ni para el ajuste», agregó, según un cable de la agencia Noticias Argentinas.
Además, señaló que «se terminó la política del miedo» y apuntó contra el poder de fuego que mantendrá el kirchnerismo en el Congreso y distintos estamentos del Estado. «No vamos a permitir que con los poderes residuales se pretenda extorsionar al próximo presidente, pero el próximo presidente no debe usar la lógica de escrituración (en el Congreso) sino de la división de poderes», terminó diciendo.
