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Matan a balazos a pareja de adolescentes en zona sur

Por: Agustín Ernesto Scholer. Dos hombres bajaron de un auto y le metieron siete tiros a un pibe y uno más a la chica que lo acompañaba.

Dos jóvenes fueron asesinados y una tercera salió herida en un ataque con armas de fuego que ocurrió en la madrugada de ayer en la zona sur. Fue a las 6 de la mañana del domingo, en Gutiérrez y Vuelta de Obligado, donde un grupo de adolescentes se encontraba reunido luego de una fiesta. Hasta allí llegó un coche con un número no determinado de personas, del que descendieron dos hombres: según los vecinos, eran “Dardo y Pachorra, de la banda de los Cantero”. Sin mediar diálogo comenzaron a disparar contra uno de los chicos. Fabio Costa, de 16 años, recibió siete impactos de bala y en un intento por socorrerlo Irina Rojas, de 17, fue alcanzada por un proyectil en la espalda. No conformes con el sangriento resultado, los matadores tiraron contra los testigos y en ese marco otra chica resultó herida en la nalga. Además, uno de los homicidas se robó una moto. Tanto Irina como Fabio fallecieron horas después como consecuencia de las heridas recibidas, mientras la otra joven se encontraba fuera de peligro. Si bien se llevaron a cabo algunos allanamientos, al cierre de esta edición la Policía no había reportado detenido alguno.

El sangriento episodio se dio durante la madrugada de ayer, y según testigos del caso sobrevuela el fantasma de una banda asentada en barrio Las Flores que distribuye drogas en el sur de ciudad: los Monos.

“No me importa lo que se diga por ahí: mi hija no tenía nada que ver con este muchacho Dardo; es más, es el marido de una amiga de mi hija” dijo Gabriela, madre de Irina, sobre las versiones que indicaban que el motor del crimen fue un amorío entre el sindicado homicida y la chica asesinada.

Vecinos de la popular barriada que fue azotada por la tragedia señalaron que en la esquina de Gutiérrez y Vuelta de Obligado se encontraba reunido un grupo de adolescentes que regresaba de una fiesta. Entre ellos estaban Irina y Fabio, una parejita de adolescentes, quienes se estaban besando cuando fueron acribillados. “Casi no nos dimos cuenta: en un momento llegó un Fiat Palio color gris, de donde bajaron Dardo y el Pachorra; los dos estaban enfierrados. No nos dijeron nada y empezaron a dispararle a Fabio. La Iri lo quiso ayudar y le pegaron un tiro a ella también. Los tipos estaban reduros”, dijo uno de los testigos, quien señaló que conocían a los agresores y señalaron que pertenecen a “la banda de los Cantero”.

Con el chico agonizante en el piso, los asesinos continuaron la balacera contra el resto de los presentes. “Salimos todos corriendo; nos empezaron a tirar a todos: mientras corríamos un tiro le pegó en la cola a Tamara. Estaban como locos, no querían que quedaran testigos. Hasta ese momento Irina estaba consciente, gritaba. Entonces el Pachorra la agarró y le gritó que se callara, mientras le pegaba con el arma en la nuca. Le dio hasta que la dejó inconsciente”, dijo a El Ciudadano uno de los jóvenes que logró salir ileso del ataque.

Con los dos heridos graves tirados en el piso, los matadores huyeron. “Dardo se llevó la moto de uno de los chicos. Lo loco es que ya se la había choreado hacía dos meses y el dueño había podido recuperarla”, señaló Gabriela, la madre de Irina. Cuando ayer los testigos se retiraban a sus casas, un muchacho se acercó a la escena del crimen con cara de miedo y contó que en el barrio la situación es crítica: “Los tipos estos son narcos, cuidan autos en la puerta del casino. Como son de la banda de los Cantero piensan que pueden hacer lo que quieren. La Policía cobra 150 mil pesos por cada cocina de droga y acá en el barrio hay una familia que tiene tres. Nos contaron que antes de venir para acá balearon a un chico en Sancho Panza y Balcarce. No se puede vivir así; acá comprar merca es como comprar chicle: les venden hasta a los nenes chiquitos”.

La parejita de jóvenes fue trasladada al Heca y ambos murieron alrededor de las 8.30, producto de las heridas recibidas. Tamara R., de 15 años, recibió curaciones en el hospital Centenario y se encontraba fuera de peligro. Personal de la Brigada de Homicidios realizó los peritajes de rigor y secuestró en el lugar de los hechos vainas calibre 11.25. “Todo es muy confuso; los chicos se conocían: no queda claro por qué hicieron lo que hicieron. Además, los testigos tienen mucho miedo y muchas de las cosas que dicen a la prensa no se animan a darlas cuando hacen la declaración. Según lo que nos dijeron a nosotros sólo estaba Dardo B. en el ataque”, señaló un vocero de la UR II. En la tarde de ayer se realizaron algunos allanamientos, sin resultados positivos.

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