Dos hombres fueron blanco de una lluvia de balas fatal por parte de un dúo de tiradores que disparó desde un auto en barrio Tablada. El doble crimen ocurrió a la hora cero de este lunes, frente un pasillo ubicado en Alem al 4023, lugar en que desde hace años funciona un histórico puesto de venta de drogas y desde 2012 registró al menos cinco homicidios con mecánica similar y otros tantos ataques armados. Las víctimas son un hombre de 45 años, identificado como Ramón Larrosa y con domicilio en el lugar; y un joven cuya identidad, por la tarde, se desconocía. Apenas un apodo circuló en boca de vecinos: Pedrito.
Desde la Fiscalía explicaron que Ramón Larrosa, de 45 años, salió a medianoche junto con su pareja a depositar una bolsa de basura en un contenedor ubicado en Alem y Doctor Riva. En ese momento fue atacado a balazos desde un auto. Los plomos le dieron en el tórax, el brazo derecho y la pierna izquierda mientras abrazaba a la mujer, en un acto de arrojo que dio resultado: la chica no sufrió heridas. Familiares cargaron a Ramón en un taxi y lo trasladaron al hospital Provincial; pese al esfuerzo médico, el hombre perdió la vida.
Además, como coletazo del ataque, en la entrada del pasillo quedó tendido el cuerpo inerte de un hombre de entre 20 y 30 años al que por la tarde los detectives procuraban identificar mediante el cotejo de huellas dactilares. Los vecinos, reacios a declarar por temor a represalias, deslizaron un apodo: Pedrito. Y agregaron que no era del barrio.
Lazos de sangre
Según relataron por lo bajo conocedores del hampa de zona sur, Ramón Larrosa era hermano de Guillermo “Grillo” Larrosa, un ex futbolista con predicamento en Tablada que integró la selección juvenil sub 20 y obtuvo la copa del mundial de Qatar en 1995 de la mano del DT José Pekerman y actualmente se desempeña como patovica en boliches. Otra versión que trascendió en el barrio, pese al marcado hermetismo, es que Larrosa era familiar directo de Gonzalo Federico Urrieta, un joven de 21 años ejecutado a balazos el 1° de septiembre en un oscuro hecho en el que también resultó asesinada Daiana Magalí Irrazabal, de 24 años. Además otro vínculo familiar que le achacan a Ramón, tanto fuentes oficiales como extraoficiales, es ser tío de Uriel, un pibe prófugo en la investigación de la saga de balaceras contra domicilios y sedes del Poder Judicial, causa que tuvo una masiva audiencia imputativa el viernes pasado que culminó con 10 personas acusadas y con prisión preventiva, entre ellas el líder de los Monos Ariel “Guille” Cantero.
En inmediaciones del pasillo ubicado a la altura de Alem al 4023 el gabinete criminalístico de la Policía de Investigaciones levantó pistas y secuestró unas 30 vainas calibre 9 milímetros. “Por el momento no hay testigos presenciales, hay medidas en curso en reserva en relación con vehículo desde donde se realizan los disparos. Tanto la motivación y la mecánica del hecho continúan en investigación”, dijeron desde prensa de Fiscalía. La pesquisa está a cargo del fiscal Ademar Bianchini y de la Brigada de Homicidios de PDI, que comanda el comisario Diego Sánchez.
Una usina de violencia
Los asesinatos no son ajenos a ese pasillo de Tablada. En la zona donde ocurrió el ataque funciona un histórico búnker que hasta hace dos años estuvo gerenciado por Juan Carlos “Carancho” Flores Caminos, quien se mudó a Villa Gobernador Gálvez y estuvo vinculado a Alexis Caminos, hoy preso y líder de la banda del Fonavi municipal (Grandoli y Lamadrid), enfrentada con la Banda de René, referenciada en los clanes Funes/Ungaro. Allí lo mataron el 3 de abril pasado, en el mismo lugar donde en diciembre habían asesinado a tiros a su yerno, Alberto Menéndez.
La tarde del 9 de mayo de 2018 en Alem al 4000 se desplomó el cuerpo de Darío Leguizamón, víctima de un ataque a balazos. La agresión también dejó al borde de la muerte a un adolescente.
En marzo de 2017, Julia Luján Guzmán estaba en la puerta de su casa y un plomo le perforó la nuca cuando dos motociclistas se tiroteaban con un peatón.
El mismo destino fatal corrió Mauricio David Maciel, de 22 años, tras ser baleado a metros del cruce con Doctor Riva, poco antes de las 17 del 13 de mayo de 2015.
En enero de 2014, también en la misma cuadra, Ángel Damián Rodríguez, de 28 años, decidió superar el clima tomando una cerveza en la puerta de su casa de pasillo. Fue asesinado de un balazo en la cabeza.
El 11 de noviembre de 2012, Carlos Gabriel Rodríguez, un muchacho de 21 años oriundo de Cañada de Gómez, fue asesinado cuando intentó comprar estupefacientes con un billete de 100 pesos falso.